La cacería contra todo lo que olía a autores del tiranicidio
Tras la muerte de Trujillo, familiares, allegados y hasta integrantes del personal doméstico de los implicados fueron apresados, sometidos a torturas y acoso psicológico
El expediente contra los ajusticiadores del dictador Rafael Leónidas Trujillo fue el resultado de una intensa cacería, torturas y abuso psicológico que abarcó también a familiares de los implicados, incluidos menores de edad, una sumaria en cuya instrumentación el régimen no pudo abstraerse de las loas al tirano.
Todo lo que “olía” a los apellidos De la Maza, Díaz, Báez, Sahdalá, Pastoriza, Tejeda, Pimentel, Tió, Imbert, Cáceres y Cedeño sufrió la persecución del régimen, incluido allegados y el personal doméstico de las viviendas donde residían los implicados en la trama y sus familiares.
Sometidos Luego de la purga, un total de 27 personas fueron finalmente enviadas ante un tribunal criminal, el 3 de agosto de 1961, por matar a Trujillo y por la tentativa de asesinato contra su chofer Zacarías de la Cruz, además por robo ejecutado de noche, debido a la sustracción de un maletín con una “gran cantidad de dinero” que llevaba el sátrapa el día del atentado.
Los cargos incluyeron porte de armas de guerra, trama y atentado para cambiar la forma de gobierno legalmente establecida en la República, así como complicidad en el asesinato, ocultación de objetos robados y de malhechores.
La providencia calificativa fue elaborada por el juez de instrucción de la Primera Circunscripción del Distrito Judicial Nacional, Wilfredo Mejía Alvarado, quien declaró prófugos de la justicia a Antonio Imbert Barrera y Luis Amiama Tió.
Los sometidos fueron Luis Salvador Estrella Sahdalá, Roberto Rafael Pastoriza Neret, Huáscar Antonio Tejeda Pimentel, Pedro Livio Cedeño Herrera, Modesto Eugenio Díaz Quezada, Miguel Ángel Báez Díaz, Bienvenido Tomás Báez Díaz, César Augusto Estrella Sahdalá, Luis Manuel Cáceres Michel (Tunti) y Miguel Ángel Bissié.
También Rafael Franklin Díaz Montaño, Luis Pedro Taveras Liz, Juan Alberto Rincón Jáquez, Nazario Bienvenido García Vásquez, Rafael Arturo Batlle Viñas, Plinio Antonio Jacobo Polanco, Benancio Arzaga Santidrian, Danilo Augusto Díaz Lovelace, Freddy de Jesús Tavárez Liz, Ricardo Antonio Mejía León, Manuel Antonio Durán Barrera, Marcelino Bienvenido Vélez Santana, Raudo Saldaña Soto, América Silvestre Martínez, Altaveira Saldaña Soto (Monjita), Manuel Enrique Tavares Espaillat e Hilaria Balbuena, esta última acusada de ocultar un maletín con el dinero sustraído a Trujillo.
Mientras la acción pública fue declarada extinguida contra el general Juan Tomás Díaz Quezada, Antonio de la Maza Vásquez y el teniente Amado García Guerrero, quienes fueron abatidos a tiros por esbirros de la dictadura tras una tenaz persecución, los dos primeros en la avenida Bolívar de la capital y el último en la casa de una tía.
De la Maza y Juan Tomás Díaz recibieron nueve y once impactos de bala, respectivamente, entretanto sobre García Guerrero el expediente indica que recibió disparos en diversas partes del cuerpo, sin precisar la cantidad, incluso en las regiones craneana y torácica.
Respecto a un total de 46 personas, la mayoría esposas, hermanos y otros familiares cercanos a los implicados en el ajusticiamiento, finalmente se decidió que no había cargos para inculparlos por la muerte de Trujillo.
El sacerdote Gabriel Maduro, acusado en un principio de albergar a Huáscar Tejeda en la casa curial de la parroquia Santo Cura de Ars, fue uno de los excluidos del expediente, luego de que el arzobispo coadjutor, monseñor Octavio A. Beras, alegara a su favor que el perseguido penetró al templo huyendo de la persecución en su contra.
Seis de los incluidos en la sumaria ni siquiera llegaron a juicio, ya que el 18 de noviembre de 1961, el hijo del dictador, Ramfis Trujillo, ejecutó en la Hacienda María y antes de huir al exterior, a Modesto Díaz, Pedro Livio Cedeño, Luis Manuel Cáceres Michel (Tunti), Salvador Estrella Sahdalá, Roberto Pastoriza y Huáscar Tejeda Pimentel.
Declararon a dos muertos prófugos Miguel Ángel Báez Díaz y Ernesto de la Maza, implicados en la trama contra Trujillo y cruelmente torturados en la cárcel La 40, fueron incluidos después de muertos en el expediente tras ser declarados prófugos y posteriormente solicitar juzgarlos en contumacia.
El expediente tiene múltiples telegramas enviados a la mayoría de las cárceles del país y oficios dirigidos a las diversas instancias judiciales, para solicitar información sobre el paradero de ambos reos, aun a sabiendas de que ya habían sido ejecutados.
En las cárceles de “La Victoria”, “El 9”, “La 40” y “San Isidro”, también fueron asesinados Miguel Báez Perelló (Miguelín), hijo de Miguel Ángel Báez, y Tomasito Díaz, hijo del general Juan Tomás Díaz.
Loas Las loas al dictador están presentes a lo largo de la sumaria, donde en uno de sus considerandos expresa que al grupo detenido y enjuiciado se le acusa de “asesinar al generalísimo y doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina, Benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva, mentor y guía del pueblo dominicano, persona pública que orientaba la conciencia nacional y ejemplo de civismo”.
Franklin Franco, en una valoración del libro que dejó listo antes de fallecer en 2013, precisa que la justicia trujillista implicó en la acción del 30 de mayo a casi todos los familiares y amigos de los implicados. “Fueron apresados y remitidos a las ergástulas de la dictadura donde, mientras eran interrogados, fueron sometidos a increíbles humillaciones, golpeaduras y torturas, incluida la silla eléctrica”, indicó el historiador.
Todo eso ocurrió -refiere- pese a los reclamos a favor del respeto a los derechos humanos, de las presiones nacionales e internacionales en ese mismo sentido y a las movilizaciones del pueblo contra los remanentes de la dictadura.
La directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD), Luisa de Peña Díaz, considera que se trató de un expediente “fabricado” en base a declaraciones obtenidas de los acusados bajo los más crueles métodos de tortura.
CLAVES Necesidad. De Peña Díaz dice que un expediente como este es una razón adicional y también de mucho peso, que justifica la necesidad de reformar la Policía Nacional, que todavía no se ha orientado hacia el respeto de los derechos humanos que viven las sociedades actuales.
Libro. El expediente instrumentado contra quienes participaron en el ajusticiamiento del dictadorTrujillo, con todos los documentos que lo sustentaron, está contenido en un libro que será puesto en circulación con ocasión del 60 aniversario del ajusticiamiento de Trujillo, el próximo 30 de mayo. Una copia fue cedida a Listín Diario antes por el MMRD y la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, auspiciadores de la publicación.