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Noches en vela en los centros Covid

Viacrucis de un enfermo de Covid y sus familiares

Un diagnóstico positivo de Covid de un pariente conlleva hospitalización y el arrastre de los más cercanos a un “internamiento”, por voluntad, al aire libre en los hospitales.  /JA Maldonado

Un diagnóstico positivo de Covid de un pariente conlleva hospitalización y el arrastre de los más cercanos a un “internamiento”, por voluntad, al aire libre en los hospitales. /JA Maldonado

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Helenny AmparoSanto Domingo, RD

El diagnóstico positivo al Covid-19 de un familiar no sólo supone la hospitalización del afectado, porque esto también arrastra a los más cercanos a un “internamiento voluntario al aire libre”.

Son decenas los casos de familiares que han cambiado de sus hogares a una silla y una mochila para esperar respuestas en las afueras de los centros médicos para covid-19 sobre sus parientes contagiados.

Altagracia Sánchez es una de esas personas cuyas vidas fueron tocadas por el coronavirus a través de un familiar.

Madre de tres hijos, Sánchez tiene cinco días sin ver a su esposo, quien fue ingresado con neumonía, a causa del virus, en el Hospital General Regional Dr. Marcelino Vélez Santana.

Abrazando sus almohadas, las cuales acomoda cada noche en uno de los bancos de concreto del Marcelino Vélez, en un intento por dormir, Altagracia contó que llegaron desde San Cristóbal tras visitar varios centros donde no encontraron camas disponibles.

Todo lleno en el Pina “Fuimos al Juan Pablo Pina y a otro, pero no tenían espació”, señaló la mujer, explicando a seguidas que, “por lo menos”, en el Juan Pablo Pina lo medicaron.

Altagracia se ha mantenido durmiendo, durante cinco días consecutivos, arropada por el sereno, pero tiene esperanzas de que al día siguiente Francisco amanezca mejor.

“Tengo esperanza en Dios”, repetía constantemente.

Una semana en espera Otoniel Piña y Reisi Encarnación Piña son dos hermanos que hace poco más de una semana se integraron al gran número de ciudadanos que ronda los hospitales Covid detrás de “buenas nuevas” sobre algún familiar.

“Mi hermana se tira el día entero y yo me voy para buscarle comida, y luego vuelvo. Yo voy y vengo”, expresó Otoniel, que junto a otros aguardaba este martes en los alrededores del área Covid del Hospital Francisco E. Moscoso Puello.

Una prueba de unidad Los dos hijos mayores de Magnolia Piña, de 49 años, han tenido que dividirse entre el “internamiento” voluntario a las afueras del Moscoso Puello para obtener información sobre su madre y cuidar de sus otros tres hermanos menores de edad.

“No es fácil”, dijo. “La gente tiene que venir aquí; cuando yo voy veo a la gente en la calle como si nada; si vinieran aquí no actuaran así”, agregó Otoniel.

Con su madre en mente Tanto Otoniel como Reisi reciben recados diarios del personal médico enviados por su madre.

“Ella manda a decir que nos vayamos para la casa para que no nos infectemos, pero dime tú... ¿Cómo uno come, cómo uno duerme con su madre así?”, comentaron los hermanos Piña.

Asimismo, ambos detallaron que antes de llegar al referido centro hospitalario visitaron unos dos recintos que estaban “full”.

“¡Familiares de Emilio!”, anunció una enfermera.

Se trataba del esposo de Alexandra, que justamente este martes cumplió una semana en espera de volver a abrazar a su esposo.

“Ay, gracias a Dios está mejor”, se le escuchó decir luego de conversar con la enfermera.

Alexandra indicó que a pesar de tener tanto tiempo sin ver a su esposo, ya se pasa las horas más tranquilo porque sabe que “él saldrá de eso”.

Hasta ayer, el país mantenía a 357 pacientes críticos por Covid-19, con el 68% de estos bajo ventilación.

Un virus muy agresivo Con respecto al Gran Santo Domingo, allí sólo se disponía del 26% de sus camas de UCI y el 38% de sus ventiladores, de acuerdo al monitoreo oficial

En términos generales, un constante incremento de pacientes en condiciones críticas a causa del mortal virus se registra en el país, lo que evidencia una alta agresividad de este patógeno.

Un italiano El primer caso El primer caso de Covid-19 en la República Dominicana fue detectado en la provincia La Altagracia. El paciente es un italiano 62 años de edad que ingresó al país el 22 de febrero de 2020.

El paciente buscó atención en un centro de salud de La Altagracia, desde donde fue trasladado al Hospital Militar Dr. Ramón de Lara. Tras análisis de laboratorio, las pruebas confirmaron diagnóstico positivo.