Gobierno

El Gobierno apuesta a desarticular los "teteos"

Restricción de bebidas no cae bien a los bares

Los ejecutivos de restaurantes consideran que merecen el mismo trato que los hoteles. /JORGE CRUZ

Patria Reyes RodríguezSanto Domingo, RD

Propietarios y empleados de bares y restaurantes de la Zona Colonial mostra­ron contradicción con el nuevo horario del toque de queda anunciado ayer por el Gobierno, pues aun­que están conscientes de la necesidad de frenar el vi­rus, entienden que el pro­blema no es la hora en que impongan las restricciones sino hacer respetar la me­dida.

Las opiniones de los pro­pietarios de restaurantes entrevistados durante un recorrido realizado por Lis­tín Diario coincidieron en señalar que no es en este tipo de negocios donde se dan las aglomeraciones y el relajamiento de los pro­tocolos, y que las restriccio­nes se deben focalizar en los lugares de altos conta­gios y hacerlas respetar.

Expresaron que han si­do el sector más afectado con el toque de queda y que en momentos en que esperaban que se elimina­ra, lo que se hace es que se aumenta el tiempo del mis­mo. Están conscientes de que la gente no respeta los protocolos para evitar los contagios, por lo que sugie­ren tomar medidas efecti­vas que obliguen a cumplir sin relajamiento.

Refirieron que las dos horas en que aumentaron al toque de queda son las de mayor afluencia de los clientes, por lo que estiman que las nuevas pérdidas se ubicarán entre un 20% y un 35%, mientras en los bares podría significar un 50%.

“Aquí mantenemos el distanciamiento, aquí todo el mundo tiene su mascari­lla. Yo entiendo que debe­mos ponerle más mano du­ra a esos lugares donde no se cumple, en los barrios, en las esquinas, esos colmado­nes, que es donde realmente se da el problema”, expresó Daniel Pérez, camarero del Restaurante El Conde, quien dijo que meses atrás fueron muchos los empleos que se perdieron por el cierre.

El gerente del restaurante Segazona, Jonathan Cabre­ra, señaló que ciertamente la gente no respeta el pro­tocolo a pesar de que se les exige desde que llegan al lu­gar y por eso entiende que está bien que hayan aumen­tado el tiempo de toque de queda.

El supervisor del Mu­seo del Ron y la Caña, don­de también funciona un bar, Maikel Santana, valoró la medida y pidió que se bus­que la forma de que las per­sonas cumplan con el toque de queda. Aseguró que toda la población es responsable de lo que está pasando.

Los propietarios de Rita’s Café y Domenec expresaron que esta es una zona turísti­ca que debería regirse igual como los hoteles y los co­mercios que funcionan en los destinos, bajo una norma distinta que permita la recu­peración de este sector.

Rita Mateo y José Na­dal explicaron a esta repor­tera el daño que representa la imposición de un nuevo horario de toque de queda, pues ya se había repuesto a la mayoría del personal y ahora afectará nuevamen­te la dinámica del comercio nocturno.

Restricciones El presidente Luis Abinader ordenará un toque de que­da en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domin­go, todos los días, desde las 8:00 de la noche hasta las 5:00 de la madrugada y la prohibición de vender y to­mar bebidas alcohólicas en lugares de acceso público desde las 5:00 de la tarde.

“El decreto con la dispo­sición será dado a conocer este miércoles, y las medi­das entran en vigencia des­de este jueves 27”, informó ayer la Presidencia de la Re­pública.

Habrá una gracia de libre circulación de tres horas pa­ra llegar a sus residencias.

“Prohibido el expendio de bebidas alcohólicas para ser consumidas en espacios públicos y privados de uso público desde las 5:00 de la tarde hasta las 5:00 de la madrugada”, expresa la no­ta presidencial.

CONTAGIOS EN AUGE Diputados Ayer se dio a conocer que al menos 11 dipu­tados y más de 60 em­pleados de la Cámara Baja están contagiados con el Covid-19. Tie­nen el virus también los funcionarios Antoliano Peralta, Nelson Arroyo y Jean Luis Rodríguez

Semana Santa La flexibilización de las medidas durante la Semana Santa pasada dio lugar a un rebro­te de contagios que no ha parado, lo que a su vez se combinó con la venta de bebidas adul­teradas que provocó la muerte de cientos de personas y afecciones a muchos más.