Pfizer y AstraZeneca, el juego de unos contratos con letras pequeñas
Las farmacéuticas se aseguraron de no ser demandadas en caso de que surgiera un retraso en la entrega de las vacunas, ante posibles efectos adversos que ocasione su vacuna, o de sus propios actos de negligencia, colocando una cláusula en los contratos de venta de vacunas que los protege ante cualquiera de estas circunstancias.
Este es el caso de Pfizer y AstraZeneca, farmacéuticas con las que el Gobierno dominicano ha llegado a acuerdos para asegurar vacunas, incumplidos hasta el momento sin que haya alguna sanción o demanda contra estas.
A pesar de esto, la semana pasada, el Gobierno dominicano acordó con Pfizer comprarle dos millones de dosis más de su vacuna a las que ya habían sido acordadas, lo que causó sorpresa en la ciudadanía ya que el Estado se comprometió a pagarle US$24,001,380 adicionales a los US$95,998,500 sin el país haber recibido ninguna vacuna.
Pfizer ejerció grandes presiones a los Gobiernos latinoamericanos durante la negociación de los contratos de vacunas, incluyendo cláusulas de confidencialidad, evitando indemnizaciones por su propia negligencia y colocación de activos soberanos (que incluyen edificios de embajadas y bases militares), como garantía para cubrir posibles costos legales futuros, detalla una investigación realizada por el Bureau of Investigative Journalism, con sede en Londres, junto con el medio peruano Ojo Público.
El Gobierno dominicano no ha contemplado la posibilidad de demanda a estas farmacéuticas contrario a los que ha sucedido con la Unión Europea, que la pasada semana interpuso acciones legales a la empresa Aztrazeneca por incumplimiento de contrato. El 17 de marzo pasado la ciudad de Guayaquil, en Ecuador, también los demandó.
Pero lo que sí tiene Pfizer en el país es inmunidad en cuanto a posibles incumplimientos, como retrasos en la entrega o alguna variación en la cantidad de entrega, acuerdo que fue aprobado por el Congreso Nacional sin que ninguno de los 222 legisladores presentara objeción ante las cláusulas.
El contrato definitivo con República Dominicana ya fue aprobado por el Senado de la República y la Cámara de Diputados lo envió a comisión de estudio, produciendo esto la inusial visita de la vicepresidenta de la República al Congreso, para urgir a los legisladores a que aceleraran el procso de aprobación.
Pfizer negoció con 100 países y organizaciones supranacionales, pero en América Latina sólo llegó a acuerdos de suministro del fármaco con República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y Uruguay. En todos los casos, los términos de esos acuerdos son confidenciales.
El contrato que firmó el gobierno dominicano con la farmacéutica Pfizer establece que esta no será multada ni sancionada en ninguna circunstancia si se presentarán retrasos en los envíos de las inoculaciones, además de que no se hacen responsables de los mismos.
El primer lote de Pfizer, según el contrato, debió llegar a principios de abril, sin embargo esta no especifica qué cantidad exacta llegará al país ni la fecha en específico, ya que establece que será en el segundo trimestre del año (abril-junio).
El cronograma de entregas de las vacunas es secreto, confidencial a la luz del contrato negociado, y solo tienen acceso a él el ministerio de Salud Pública y la compañía. Esa situación contrasta con la del contrato de AstraZeneca, cuyos plazos de entrega al país son públicos.
El Gobierno contaba con las farmacéuticas Pfizer y Astrazeneca, además del mecanismo Covax, para iniciar la jornada de vacunación en el país, sin embargo no fue hasta la llegada de un cargamento de 768 mil dosis de vacuna Coronavac, de la farmacéutica china Sinovac, cuando se inició a vacunar de manera masiva a la población.
Aunque el Gobierno no ha revelado cuántas vacunas se recibirán de Sinovac, ni se conocen los acuerdos establecidos en el contrato entre la farmacéutica y el país, a pesar de que tanto la Vicepresidencia de la República como el Ministerio de Salud Pública desconocen dónde se encuentra el convenio, (de acuerdo a un artículo publicado en el Listín Diario el 24 de marzo), el país ha recibido 2,318,000 dosis en tres partidas, de esta farmacéutica.
Las vacunas de la farmacéutica china Sinovac se suman a las 50,000 dosis que ya recibió República Dominicana este febrero, procedentes de la India, con lo cual dio comienzo a su plan de vacunación, dando prioridad a los médicos que atienden a pacientes con el virus.
De la vacuna de AstraZeneca debió llegar el primer cargamento de 400,000 dosis el 21 de marzo de los 10 millones de vacunas que el país debe recibir. Igual cantidad debió llegar el mismo día, pero en abril. Ninguno se materializó.
Incumplimiento de contratos
Durante una conferencia de prensa en el Palacio Nacional, la vicepresidenta y coordinadora del Gabinete de Salud, Raquel Peña, dijo que los contratos están firmados y deben ser cumplidos por las farmacéuticas, pero no especificó si habría alguna consecuencia por incumplir los plazos.
"Esos contratos están firmados y deben ser cumplidos por esas farmacéuticas, nosotros tenemos, a través de los que es la consultoría de la República Dominicana, todos esos contratos están en sus manos y se le está dando el seguimiento debido".
Dijo que el país está en constante comunicación con las farmacéuticas para que entreguen las vacunas. "Por tanto la República Dominicana seguirá detrás de que podamos recibir por lo cual hemos pagado".
Al recordarle a la funcionaria que hace tiempo que se vencieron los plazos estipulados en el contrato, dijo que es una situación mundial y que lo importante es que le están dando seguimiento.
"Lo que pasa es que esa es una situación que está pasando a nivel mundial y lo importante es que sí, nosotros estamos pendientes, se conversa con los ejecutivos de esas farmacéuticas a diario y nosotros no vamos a soltar eso hasta que ellos de una manera u otra cumplan con los contratos que hemos firmado", dijo.
El propio presidente de la República, Luis Abinader, se ha quejado publicamente de la no entrega de vacunas y ha dicho que los países poderosos han sido poco solidarios en esta crisis global.
El mandatario dijo que República Dominicana no estaba pidiendo que le regalaran nada, sino que les entregaran las vacunas que se pagaron por adelantado.