Carolina Mejía puso la mirada en el tránsito en su primer año
Aunque se han realizado vistas públicas y se ha consultado a especialistas, todavía no existe consenso para el cambio de circulación de las avenidas Lincoln y Churchil.
En medio de una coyuntura sanitaria difícil provocada por el Covid-19, Carolina Mejía se juramentó el 24 de abril de 2020, como la primera mujer en ocupar la Alcaldía del Distrito Nacional, desde entonces, comenzaría a correr el reloj para convertir en cuatro años las palabras escritas de su plan de gobierno en realidades para los ciudadanos de la capital. En su primer discurso resaltó las medidas para detener el avance del Covid-19 en la ciudad, el ordenamiento del tránsito, el cuidado del medio ambiente y eliminación de los desechos sólidos, como tareas prioritarias.
Precisamente, la prevención del coronavirus acaparó parte importante de las labores de Mejía, quien desde el día en que asumió el cargo se cambió de ropa y “se tiró a la calle” para encabezar una jornada de fumigación en Cristo Rey y días después en Villas Agrícolas; estos operativos de limpieza y desinfección se extendieron por gran parte de los sectores del Distrito Nacional.
En enero, Mejía lanzó “No es tiempo de chercha”, para crear conciencia en la gente sobre la necesidad de prevenir el contagio de la Covid-19.
El tránsito En el caso de la movilidad, transporte y señalización, el cabildo ha emprendido proyectos de gran sonoridad como los cambios de vías en el polígono central, la implementación de ciclovías y el par vial que aún se discute.
La creación de las primeras rutas permanentes de ciclo-vías en la capital forma parte del compromiso del gobierno municipal para apoyar otra alternativa de transporte y así aligerar el gran flujo de vehículos que se concentran en la capital y dejan como resultado largos taponamientos.
Sin embargo, este proyecto ha mantenido al ayuntamiento en la palestra por las constantes quejas ciudadanas, unos alegan que le han quitado el espacio a los automóviles que se desplazan por la zona y otros defienden la permanencia de las rutas para bicicletas.
Otra de las acciones que se le anotan a Mejía es la reorientación de 42 calles de la ciudad mediante la ordenanza 7/2020, que según ha dicho en reiteradas ocasiones, “contribuye a mejorar la fluidez de los vehículos en días y horas pico”.
Para algunos conductores esto ha significado multas y encontronazos con agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), producto de la confusión al transitar en sentido contrario por calles reorientadas.
Algunos ciudadanos han destruido la señalización de las rutas y así circular en vía contraria. Por otro lado, el par vial de las avenidas Lincoln y Churchill que, según el cabildo, mejorará la movilidad vehicular en un 72%, es uno de los proyectos más ambiciosos por la relevancia de ambas vías.
SEPA MÁS Los logros La recuperación de los espacios públicos sigue como tarea de menos resultados del ayuntamiento, que a pesar de que inició un plan para garantizar a los ciudadanos sus aceras y áreas invadidas, la falta de vigilancia policial ha reducido la eficiencia de los trabajos.
El “diálogo comunitario” comprende tres etapas, una de diálogo entre autoridades y juntas de vecinos, la socialización entre los comunitarios y ejecución si no ceden voluntariamente.
El Pabellón de las Naciones, la construcción del Bulevar de Honduras, Parque Iberoamérica, Paseo de los Robles Amarillos, Parque San José, Plaza Pellerano Castro, Parque San Lázaro, Parque San Carlos, Parque La Zurza, fueron algunos de los lugares intervenidos por el cabildo en su plan de remozamiento.
Como logros también destaca incluir al ciudadano en la toma de decisiones a través de las vistas públicas, eliminar el uso de caballos en los carruajes de la Zona Colonial y el programa “Plásticos por juguetes” .