Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Ocho personas más perdieron la vida por consumir bebidas adulteradas en Santo Domingo Este

Dos de los fallecidos.

Dos de los fallecidos.

Avatar del Listín Diario
Adriana PegueroSanto Domingo Este, RD.

La bebida alcohólica adulterada “Pite Alen”, que ofertaban los colmados El Ataque y Elianny era original porque no hacía daño a nadie, pero en las últimas 24 horas cargaron con las vidas de ocho personas en Cancino Primero y El Duarte, de Santo Domingo Este.

Julio César Montilla y Rafael Castro se reunieron con otros amigos en el Elianny, pero tras el consumo de varias “tercias”, empezaron a sentirse mal y fue necesario llamar al 9-1-1. Ambos fallecieron en el hospital.

“Mi hermano me decía que sentía que algo lo estaba quemando, como con fuego y se desplomó. Mi hermano se reventó y tuve que ponerme guantes para no hacer contacto con su sangre”, contó el señor David Enrique Castro, hermano de Rafael, quien murió el sábado a las 11:50 de la noche.

Por consumir la bebida en los mismos colmados, el sábado pereció también el nombrado Luis Ney, quien fue encontrado muerto en la residencia donde vivía solo. Al percatarse sus familiares de que no se había levantado, fueron a ver si le había pasado algo y lo encontraron sin vida, con una expresión de dolor reflejada en su rostro y todo su cuerpo.

Entre otros fallecidos se encuentran los apodados Radhamés, Adoni, El Flaco, King kong y Rey, los cuales compartieron la bebida en los dos colmados citados.

Las autoridades clausuraron ambos comercios y se llevaron a sus propietarios detenidos.

De acuerdo a versiones de los vecinos del lugar, en los colmados de la zona tienen la bebida envasada en galones y la venden a sus clientes detallada, o sea, que miden cada porción en un frasco de una “chatica por la cual cobran 50 pesos”.

“Ellos, los bebedores, llevan botellita de agua vacías como recipiente, ellos siempre beben. Los dueños de esos colmados decían que sus bebidas eran las originales, por lo cual sus clientes las compraban confiados de que no les iba a causar daño”, comentó un señor que pidió reserva de su nombre.