Justicia

Lo que pasó en las afueras del tribunal mientras se conocía la audiencia contra acusados en el caso Villa Altagracia

Gabriel CoplinSanto Domingo, RD

La audiencia estaba pautada para la 1:00 de la tarde de ayer. Pero la incidencia que tuvo la muerte a tiros de la pareja de esposos compuesta por Elizabeth y Joel a manos de agentes policiales cuando salían de un acto religioso, provocó que la prensa se presentara al lugar desde primeras horas de la mañana.

La indignación y la sed de justicia se apoderó de decenas de ciudadanos que se presentaron en la estrecha calle Isabel La Católica, donde se encuentra ubicado el Palacio de Justicia de Villa Altagracia, clamando su envío a prisión y que finalmente ayer fue posible con el envío de los acusados a prisión preventiva por un año.

Familiares, amigos y vecinos de los fenecidos, con camisetas blancas y una imagen representativa de la joven pareja, se unían en un solo clamor: que el juez tomara una decisión justa, luego de dos intentos por conocer la medida de coerción.

“Justicia por Joel, justicia por Eliza, justicia para todos”, “Villa Altagracia no será la misma”, era lo que se leía en las pancartas que abundaban en las manos de muchos. También exigían que el nombrado coronel César Mariñez, quien comandaba la patrulla policial, también debía ser enjuiciado.

Entre uno y otro ciudadano exigiendo justicia llegaron los defensores de los policías, quienes pedían a las autoridades “no dejarse presionar” por los reclamos, alegando que los uniformados son inocentes.

A medida que pasaban las horas la presencia policial se intensificaba, mientras cada bando, el de los familiares de las víctimas y el de los policías se ubicaban uno en un lado y otro en otro, produciendo aires de tensión en el lugar.

Cada momento era captado por la prensa, que no dejaba escapar un solo detalle de lo que en las afueras de la sala de audiencias se producía. “Asesino toditos, criminales, ellos no vuelven”, se escuchaba decir. Antes que el reloj marcara la 1:00 de la tarde llega Pedro Pablo Valoy, abogado de la familia, saludando a Emérita Marte Espinal, madre de Elizabeth, para llevarle consuelo.

“La expectativa de nosotros ha sido la misma, en el día de hoy creemos que se impondrá un año de prisión preventiva. Con todo este reenvío, todo parece una táctica dilatoria, pero esta es una táctica sin sentido, porque como quiera este proceso se va a conocer y por más que se intente será conocida la medida de coerción”, dijo el hombre.

“Aquí no hay cobardía, aquí hay reclamo de dolor porque ellos que mataron irán a la cárcel y le podrán llevar un plato de comida y lo visitarán, pero nosotros no tendremos a quien visitar porque en el cementerio nadie nos espera”, manifestó “La Mella”, amiga de los pastores mientras esperaban fervientemente la llegada de la fiscal de Villa Altagracia.

A la 1: 00 de la tarden llevaron a los imputados, quienes llegaron escoltados por las fuerzas militares, aumentando la tensión en el lugar y con ellas las voces de justicia.

Después de la llegada de los involucrados, Fátima Sánchez, fiscal titular se dirigió a los presentes para explicar que el conocimiento de la medida se iba a realizar a puertas cerradas, donde solo se iba a permitir entrar a las partes involucradas, debido a que “era un proceso público, oral y contradictorio”.

Aproximadamente a las 1:40 de la tarde comenzó la audiencia y de inmediato mujeres, hombres y jóvenes pertenecientes a la iglesia en la que se congregaban Elisa y Joel, se reunieron a las afueras del Palacio de Justicia de Villa Altagracia, donde entonaron cánticos cristianos agarrados de manos en una ronda, mientras esperaban una decisión justa.

Estos, con voz ronca y gastada se mantuvieron alabando a Dios por unas cuatro horas mientras que el otro bando (defensores de los acusados), se mantuvo en silencio y a la espera del fallo.

A las 5:30 p.m. el ambiente cambió, ciudadanos que estaban trepados en la verja del Palacio de Justicia, lograron ver que estaban sacando a los implicados del lugar y dieron la voz de alerta. ¡Y si!, efectivamente se había tomado la decisión: un año de prisión preventiva para los seis involucrados, quienes la deberán cumplir en Operaciones Especiales y la cárcel El Pino, en La Vega. El caso también fue declarado complejo, como había solicitado el ministerio público

Anthony Castro Pérez y Juan Samuel Ogando Solís (rasos), el cabo Ángel de los Santos y el sargento Domingo Perdomo Reyes fueron enviados al Pino, y el teniente Victorino Reyes Navarro y el cabo Norquis Rodríguez Jiménez fueron enviados a la cárcel de Operaciones Especiales, en Manoguayabo.

Reacciones El abogado del ex raso Castro Pérez, dijo que la decisión de la jueza no debió ser igual para todos los imputados, ya que no comparten el mismo vínculo en el proceso.

“Lamentamos que la ciudadanía, la presión mediática y el morbo genere la necesidad de emitir una decisión en las mismas condiciones a todos los imputados, cuando todos no tienen el mismo vínculo en el proceso”, manifestó Yery Castro, abogado de uno de los imputados.

Aseguró que debido a la mascarilla y gorras que portaban estos policías, no se ha determinado que eran ellos quienes estaban presentes en el lugar donde ocurrieron los hechos.

Sostuvo, además, que Anthony Castro no tenía su arma cargada en el momento de producirse los disparos.

Luego de la vista, Fátima Sánchez, fiscal titular de Villa Altagracia, afirmó que la investigación del caso apenas inicia y que no descarta otros sometidos. La fiscal declaró que se hará justicia.

Después de una semana y tres días esperando que se conociera la medida, la familia se limitó a decir que está tranquila con la decisión adoptada por el tribunal.

Mientras, los parientes de los agentes enviados a la cárcel de La Vega, en llanto rehusaron ofrecer declaraciones a la prensa.

De su lado, los allegados del teniente Victorino Reyes Navarro y el cabo Norquis Rodríguez aplaudieron la decisión del tribunal de enviar a Operaciones Especiales a estos dos, al considerar que estarán más seguros en ese lugar.

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