Gran afluencia sigue llenando los centros de inmunización
Atendiendo al llamado “VacunareRD” más de mil personas se aplicaron la segunda dosis de la vacuna anticovid solo en el centro de vacunación establecido en el Dispensario Médico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Los parientes de personas envejecientes y con comorbilidades hicieron lo posible para que los familiares fueron vacunados con la segunda dosis de la vacuna para terminar con la inmunización.
La necesidad de inmunizarse contra el covid-19 para evitar consecuencias mayores en caso de que adquiera el virus se echó a un lado las excusas para que los adultos mayores que no pueden valerse por sí solos no se dirijan a los centros de vacunación.
A pesar de no poder caminar, andar solos o no poder estar mucho tiempo en espera para recibir la vacuna estos fueron acompañados por sus familiares y se les aplicó la segunda dosis de la vacuna contra el Covid sin moverse de sus vehículos.
En el centro de vacunación hay un equipo que asiste a cada anciano que llega en busca de su segunda dosis.
La doctora y directora del dispensario universitario, Arlene González, en compañía de otro joven médico, es quien asiste a los más envejecientes.
Con un termo de vacunas, jeringuillas y algodones empapados de alcohol se asoma a cada automóvil de manera amena para aplicar la segunda dosis en esta ocasión.
“Eso no es nada, es suavecito y ya pasó”, le decía la doctora González a un señor al momento de aplicarle la vacuna para que este permanezca tranquilo y se relaje, objetivo que lograba con cada uno de los señores mayores. En el mismo automóvil, pero de lado derecho estaba su esposa, quien también se aplicó la vacuna en total tranquilidad.
También, en el mismo momento llegaban al parqueo del dispensario y se estacionaban pacientemente a la espera de que ambas doctoras se dirijan a ellos para la inmunización y completar la tarjeta de vacunación de cada uno.
Los acompañantes estaban satisfechos por haber vacunado a sus “viejitos” sin tener que hacer largas filas y poner en espera a los envejecientes que no resisten la larga jornada y sobre todo que no exponen al peligro a sus seres queridos.
En otra área estaban más personas sentadas bajo una carpa con su turno en mano a la espera de ser llamada por su ticket.
La expectativa de este centro es vacunar todas las personas que puedan ayer martes.