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Hombre en silla de ruedas intentará llegar a La Romana para honrar a su progenitora

Ramón, apodado “El Bailarín”, realiza el recorrido en su silla de ruedas, de espaldas, pese a faltarle el brazo y la pierna izquierdos.

Ramón durante un descanso en su recorrido que tiene como meta la provincia La Romana. ivanessa guzmán / LD

Ivanessa GuzmánSanto Domingo, RD

Ramón Meritis Carmelita, popularmente “El Bailarín”, inició el pasado sábado un viaje en silla de ruedas desde el municipio Santo Domingo Este, en la capital, hasta la provincia de La Romana.

Con solo la mitad de su cuerpo y gran parte de su vida luchando contra la pobreza, realiza su recorrido de espaldas, aun faltándole un brazo y una pierna.

Hace paradas cuando le llega la noche y come lo que encuentra en el camino. Ramón, de 52 años, asegura que ha recibido mucho cariño durante el trayecto de personas que se detienen a saludarlo mientras recorre calles, avenidas y carreteras para alcanzar su meta.

Motivación “Me han dicho que por qué lo hago y que deje de hacerlo, pero yo tengo que llegar, ya me lo propuse, por mi mamá que luchó por mí siempre, yo lo hago al paso, a veces me duele el cuerpo pero no me desespero, cuando yo hago algo lo hago con amor”, dijo con entusiasmo.

Aunque no sabe qué día llegará a su destino, sí está convencido de que lo logrará. Ramón pide también una pensión por parte de Central Romana.

Su discapacidad Cuando apenas era un niño, Ramón, quien aspiraba a ser beisbolista, debido a su difícil vida en La Romana decidió hacer lo que muchos menores de edad en el mundo, emprender su viaje en búsqueda de algún sustento.

Recuerda su premonición de que sería un mal día, y terminó siendo peor, pues perdió la mitad de su cuerpo.

Sus extremidades fueron aplastadas por el vagón de un tren, su pierna y su brazo izquierdos, cuando tenía apenas 13 años.

Dijo que ese presentimiento de que algo muy malo le iba a suceder lo tenía aquel día, pero nunca pensó que sería casi perder la vida y, en efecto, perder la mitad de su cuerpo.

Su rostro se trasladó a ese fatídico momento, donde un tren en La Romana casi le quita la vida. “Gracias a Dios y a un amigo que me salvó, porque la rueda del vagón me iba a pasar por la cabeza”, recuerda con lucidez.

Su voz cambió, sus ojos se tornaron entristecidos y aguados mientras contaba lo agradecido que está de la enfermera que le atendió por un año y ocho meses, tiempo que duró interno en el hospital traumatológico Darío Contreras.

“La enfermera Frías fue una madre para mí, ella me ayudaba, me bañaba, fue muy valiente, siempre me cuidó”, expresó Ramón con sus ojos cubiertos de lágrimas tras recordar que hace poco tiempo quien lo cuido mientras estaba indefenso, falleció. Según narró, la compañía Central Romana pagó todo el proceso de recuperación que le tomó tantos meses dentro del referido hospital, de quien expresó ya “era un hijo del Hospital Darío Contreras”.

Aprendió a vivir así “Yo me puse a agarrar paredes y me puse a bailar en el hospital, haciendo chistes y así me acostumbre, yo juego pelota, bateo, y corro”, dijo.

El bailarín no tiene hijos y reside en el sector Herrera de Santo Domingo Oeste. Luego de que desaprensivos le robaran sus pertenencias en su antigua residencia en Villa Mella, tuvo que hospedarse en un hotel donde paga RD$200 diario.

Ahora Ramón vive de lo que las personas con buen corazón le puedan dar. “Yo vivo solo, es la gente que me ayuda”, añadió.

Sccidente "Vivo solo, la gente me ayuda” Sus extremidades derechas fueron aplastadas por el vagón de un tren, su pierna y su brazo, cuando tenía apenas 13 años. El presintió que tendría un mal día, pero nunca que fuera un caso tan extremo.