Esquivando hoyos y basura, así "avanzan" los munícipes de SDE por sus calles
“La ciudad que avanza”, “ciudad limpia” o “ciudad justa y creativa”, son las consignas que desde letreros de todos los tamaños invaden la mirada de quienes se desplazan a pies o sobre ruedas por el populoso municipio de Santo Domingo Este (SDE).
Sin embargo, la ilusión alimentada con mensajes alentadores y el evidente desarrollo comercial de la demarcación queda interrumpida cuando el que va montado de forma súbita rebota dentro de su vehículo o transporte público tras caer en un hoyo de los múltiples que se ven y, en definitiva, se dejan sentir por los conductores y usuarios en las distintas vías.
Tras un recorrido realizado este sábado por un equipo del Listín Diario a través varios sectores de SDE, fue recurrente toparse con “policías acostao'” (reductores de velocidad) en las calles de cualquier comunidad, pero eran los profundos agujeros en las vías los que realmente hacían que los choferes pisaran el freno o atravesaran los baches con la aguja de sus velocímetros marcando el mínimo.
Orlando Martínez, empleado de un taller de mecánica en el sector Los Mina, aprovechaba su tiempo de ocio para salir al frente del local y burlarse de los motoristas que por la rapidez con que se desplazaban no podían esquivar el hoyo ubicado próximo a la intercepción de la calle Juan Pablo Duarte y la calle Francisco Segura Sandoval.
“Se pone tenso pasar por aquí”, dijo Martínez entre risas.
El trabajador de mecánica explicó que el hoyo tiene “muchísimo” tiempo y cada vez se hace más grande.
Un chance para pasar
El zigzag que deben implementar los conductores para sortear el agujero que sobrepasa en tamaño y profundidad a los demás de la referida vía, congestionan el flujo vehicular convirtiendo así la zona en un escenario de discusión e histeria frecuente.
Los choferes deben sacar la mano por la ventana del vehículo para solicitar al otro, que se acerca en vía contraria, un “chance” para pasar debido a que el parqueo a ambos lados de la calle y los obstáculos en medio impiden un tránsito a ambas direcciones aún cuando el sendero es doble vía.
Carretera Mella; testigo de reparaciones a medias
La duración para recorrer la Carretera Mella, que atraviesa SDE casi de un extremo a otro, no solo aumenta por su extensión, sino también por los incontables pequeños baches que “nadie quiere pisar”.
Según los munícipes consultados, los significativos agujeros que aún persisten en la concurrida carretera, se obviaron en las intervenciones de asfaltado que realizaron las autoridades municipales de gestiones pasadas en la Mella.
Santos Pinales, quien tiene más de seis años viviendo en el sector Brisas, explicó que cuando arreglaron la vía dejaron hoyos que estaban “ahí mismo” solo porque no pertenecían a la Carretera Mella.
“Cuando estaban trabajando solo taparon el pedazo del hoyo de la esquina que salía a la avenida y el otro pedazo que quedaba para acá (refiriéndose a la calle Guayubin Oviedo) lo dejaron igualito”, protestó.
Pinales expresó, además, que como los vehículos “caen muy duro en el hoyo” han tenido que rellenarlo con material cuando pueden.
Basura invisible
Así como en la Carretera Mella y las calles de Los Mina, otros que transitan con especial cuidado son los moradores de Mandinga.
Pero a pesar de los diversos incidentes relacionados con el mal estado de sus caminos y de los que han sido testigos los lugareños, la peculiaridad de Mandinga radica en la invisibilidad de los cúmulos de basura ante los equipos de camiones de recogida de basura.
Ese escenario fue observado este sábado cuando el camión recolector pasó de largo por el frente del Parque de Mandinga, ubicado en la prolongación Camino de Mandinga, donde las bolsas de basura reposaban recostadas de un árbol sobre el cual colgaba un letrero que decía: “No basura ok”.