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Evangelina triunfó pese a limitación física y la pobreza

La condición de discapacidad no impidió que Evangelina Abreu se hiciera psicóloga clínica.

Ni la falta de sus extremida­des inferiores y su brazo derecho, mucho menos vivir en condiciones de pobreza, fueron obstácu­lo para Evangelina Abreu de la Cruz salir adelante y estudiar una licencia­tura en Psicología Clínica en la Universidad Abierta Para Adultos.

Su perseverancia y determinación a sus 29 años de edad la hicieron merecedora junto a otras trece mujeres de la Me­dalla al Mérito en el ren­glón Inclusión de Igual­dad, que le fue entregado ayer por el presidente Luis Abinader .

Oriunda de Tenares, provincia Hermanas Mi­rabal, Evangelina tuvo una infancia difícil, to­dos los días debía cruzar el río y luego recorrer un largo camino para poder llegar a la escuela.

En su adolescencia se mudó de su hogar para vivir con una señora que le dio acogida durante un tiempo, como no tenía los recursos para pagar el transporte se adentra en el mundo de las ventas, ofer­tando productos de belleza a las personas de su entor­no. Sus buenas calificacio­nes la llevaron a estudiar en la universidad apadri­nada por una cooperativa y al culminar la carrera la al­ta casa de estudios le ofre­ce media beca para realizar una maestría en Terapia Fa­miliar que cursa ahora.

Personas desmotivadas A Evangelina le gustaría poder ser un soporte pa­ra personas desmotivadas. “Yo me estoy preparando para dar un servicio, para ayudar, amo mi profesión, cuando alguien me llama con una situación poder ex­tenderle mi mano emocio­nalmente”, dijo Evangelina al conversar con reporteros de Listín Diario.

De la Cruz, además de un premio metálico recibió una vivienda donada por la Presidencia de la República. Faltarían páginas para con­tar las historias de cada una de las mujeres que fueron distinguidas por su valor y aportes a la sociedad.

Angélica Cruz Angélica Cruz Martínez, brilla con luz propia, ella rompe todos los estereotipos ya que es la primera y única mujer en dirigir una academia de softbol femenino en el país que ha llevado durante 23 años y que lleva sola.

Para sostener la academia Angélica elabora mochilas, que luego vende para poder costear los gastos de la academia. Esta deportista entrena ella sola a niñas desde los siete años de edad “ yo las entrenó sola desde los siete años en adelante, no tengo ayuda económica sostengo esa academia cociendo mochila, para vender”, explica.

Al preguntarle en qué tiempo elabora las mochilas porque también debe entrenar a las niñas explica que los sábados, los días feriados dan las prácticas, mientras que el mismo sábado al culminar el entrenamiento y los domingos, dedica el tiempo para su elaboración. Angélica cuenta que ha sido difícil abrirse camino en un área dominada por hombre pero considera que se ha avanzado bastante en cuanto a lo que han alcanzado las mujeres en el deporte.

“A veces te discriminan demasiado, todavía aquí mucha gente piensa que el deporte es para los hombres, pero no, las mujeres también podemos. En el ámbito deportivo ha avanzado, hay muchas mujeres deportistas que se han destacado en los juegos panamericanos, juegos olímpicos, en ese sentido ha avanzado”. Angélica, recibirá una Jeepeta del año, donada por el Banco de Reservas.

Aminta Vólquez de Pérez

Aminta Volquez de Pérez es una mujer decidida, en épocas que las mujeres no tenían otro rol que el doméstico, ella aspiró a la sindicatura de Jimaní, luego que se abrieran las urnas para voto libre por primera vez en 31 años ganando a voto popular.

Esa victoria la convirtió en la primera mujer síndico de ese municipio en 1962 y más tarde fue electa diputada de la provincia Independencia. Ayer fue premiada con una pensión por parte del Estado, beneficio con el que no contaba.

Aminta tiene 91 años, se mueve con pasos lentos y precisos, pero su mente está intacta, ella recuerda con gran claridad su primer trabajo a los 21 años como bibliotecaria municipal y luego de ocho meses frente al ayuntamiento es nombrada ayudante civil por el entonces presidente de la República Joaquín Balaguer.

Edith Altagracia Ramírez Ferreira

El servicio siempre estuvo en las venas de Edith Altagracia, que sirvió como enfermera aun sin serlo en la Revolución de Abril, donde prestó servicio en el comando médico.

“Yo no sabía que había nacido el día de la enfermera el 12 de mayo y yo quería cuidar heridos y los médicos me dijeron ‘te vamos a enseñar dos o tres cositas pero tú tienes que estudiar enfermería’ y ahí fue que en el 66 (1966) entre a estudiar enfermería y ahí supe que era mi vocación” recuerda.

Se considera una patriota y por eso sirvió al país en aquella Revolución“yo siempre fui revolucionaria, yo soy patriota mi familia mis hermanos”.

Edith además de enfermera es profesora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) imparte las asignaturas de las Enfermerías, además de Metodología de la Investigación y como parte de su premio será publicado un libro con su biografía.

Ella tiene un acumulado de experiencias extensa, entre las que destaca su desempeño como subdirectora docente en la Maternidad San Lorenzo de los Mina en la que desarrolló una investigación sobre la preservación de la vida de los infantes prematuros.

También fueron reconocidas, Quénida Lora del renglón Educación, Gilma Taveras; Labor Comunitaria y Eira Tatis Mora, Empresaria Destacada, quienes recibirán un viaje cultural a Europa o a Estados Unidos como ellas lo prefieran.

Yadira Henríquez, de Política, Vivian Brache; Ciencia y Tecnología; Daisy Montero, Laboral y Emprendedurismo e Innovación; Nieves Pappaterra recibirán la publicación de un libro con su biografía.

Inés Páez conocida como la Chef Tita y la Teniente Coronel Marisol Chalas; Mujer Destacada en el Extranjero, recibirán la realización de un documental sobre su vida y su trayectoria.

También fue reconocida de manera póstuma, Sor Guillermina Sensión Guillot por la gran labor comunitaria que realizó en vida ayudando a los más necesitados.