Gracias, gracias, expresó Alan con alegría al recibir su tableta

Juan Beato, quien se sensibilizó con la historia publica en el Listín, le regaló la tablet a Alan. ADRIANO ROSARIO/LD

Juan Beato, quien se sensibilizó con la historia publica en el Listín, le regaló la tablet a Alan. ADRIANO ROSARIO/LD

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Nairobi NúñezSanto Domingo, RD

“Alan ven te buscan, co­rre”, vociferó Aura Es­mirna, la madre de Alan Martin Mercedes, quien llegaba del colmado y se sorprendió al ver nueva­mente al equipo del Listín Diario estacionarse frente a su casa. Ella se imagina­ba que era para algo posi­tivo porque traía una son­risa en el rostro.

El niño al oír a su ma­dre gritar su nombre, in­terrumpió una partida de “vitilla” que tenía con sus amigos y corrió por el ca­mino de caliche que da al callejón hacia su vivienda. Llegó y saludó pero antes fue a ponerse una camise­ta para salir al encuentro.

Al salir de su casa, ya apropiadamente vesti­do recibió su tablet tan deseada de parte de Juan Beato, quien se sensibilizó con su caso publicado en este diario, donde pidió el equipo electrónico para poder enviar las tareas a sus profesores.

El niño de 12 años tam­bién recibió un periódico con el trabajo destacado en la portada el Listín, así como ropas por parte del equipo del decano de la prensa nacional.

“Yo me siento bien, aho­ra podré enviar mis clases, gracias, gracias”, dijo el pe­queño sin poder borrar en ese momento esa hermosa sonrisa de su rostro.

Al ver su cara en la porta­da, con una inmensa alegría todos en casa exclamaron: Oh, y reían sin parar.

Uno de sus hermanitos de nombre Michael, quien solo le lleva unos meses de edad se acercó y sin sa­ber qué estaba pasando, de igual modo sonreía. Alan le­yó un poco de su historia en el diario y de manera apre­surada salió a contarles lo sucedido a sus amiguitos, quienes no sabían de lo su­cedido ayer.

En una casa con techo de zinc, como casi todas las del sector La Ciénaga del Distrito Nacional y con po­co espacio para dormir, vive el preadolescente junto con su madre y sus hermanos menores que él.

Todos los hijos de Esmir­na están inscriptos en la es­cuela, pero no estaban vien­do la clase en la televisión en ese momento, debido a que ese día tampoco conta­ban con energía eléctrica en la casa.

La madre de Alan vende ropas usadas en las proximi­dades del sector donde resi­den.

Atención

Diversos medios de co­municación televisivos co­mo El Show del Mediodía y de Extremo a Extremo se comunicaron con este dia­rio para brindar una ayu­da al menor para que pue­da continuar con sus clases a distancia.

De igual forma, institu­ciones del Estado, como la Presidencia de la Republi­ca y el Ministerio de Educa­ción son de los tantos orga­nismos que también se han comprometido a brindar una mano amiga a Alan.

“Yo lo que quiero es un pequeño celular o una ta­blet para poder enviar mis clases”, fue la expresión de Alan Martin, el pasado do­mingo 10 de enero con la esperanza de ser escucha­do y efectivamente así fue, ya que, luego de contar sus vicisitudes captó la atención al día siguiente de una gran masa lectora.

¿ARTISTA?

Inspiración.

Alan afirmó que descu­brió que le gusta compo­ner de cosas que pasan en su comunidad y en la sociedad.

Descubierto.

Hasta ayer sus padres ig­noraban de ese talen­to oculto de Alan para el canto y la composición, pero ahora con todo el revuelo de la publica­ción, ya están enterados.

La madre de Alan observa el ejemplar del Listín donde salió la historia de su hijo. ADRIANO ROSARIO/LD

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