Familiares se arriesgan al contagio para saber cómo están los enfermos
Como si se tratase de buscar el Covid-19 en vez de los diagnósticos de la evolución de los parientes ingresados por el virus en el hospital Francisco Moscoso Puello, decenas de personas se aglomeran frente a la unidad donde tienen a los afectados internos.
Sentados en las superficies que corren el riesgo de estar contaminadas, los ciudadanos permanecen allí horas y la mayor parte del día hasta que los médicos encargados del área de Covid mencionen el nombre del paciente ingresado para dar detalles de su evolución, que muchas veces no es positiva.
Ayer lunes se concentró un gran tumulto de personas “sanas” que van cada día para saber del estado de sus parientes, según pudo constatar este medio.
Sin respetar el distanciamiento social estaban en
frente de la unidad con la esperanza de recibir buenos diagnósticos de los pacientes que llevan más de una semana ingresados por el virus.
Algunos permanecían cabizbajos mientras manipulaban sus celulares para entretenerse hasta que vociferen el nombre de su familiar.
Otros esperan pacientemente con padecimientos de una posible gripe. Por ejemplo, una señora tosía sin compasión dentro de la multitud que allí estaba. Al toser se escuchaba un sonido característico del pecho de una congestión profunda.
Cuando los doctores aciertan a salir de la unidad de Covid y nombraban a uno de los internos, los parientes se dirigen hacia ellos y se les acercan como si no salieran del área donde está el virus permanentemente.
Luego que les dan las noticias malas o buenas salen repitiendo lo que les comunicó el doctor o realizan una llamada telefónica para informar a terceros lo que los especialistas de salud dicen del estado del contagiado.
“Hasta que él no responda no le pueden dar comida, ahora lo subieron para allá arriba, para intensivos”, dijo una joven al repetir lo que le dijo la doctora cuando anunció sobre el estado de su familiar.
Cuadro clínico Otros que allí estaban se sentían conformes porque al menos les comunicaban que estaban estables dentro de su cuadro clínico, según los médicos.
“Me dijeron que está estable hasta el momento”, expresó Margarita Paniagua, quien fue en busca de noticias de su papá que tiene varios días interno.
Ya algunos se muestran rendidos, sin pesar y a la vez preocupados se resignan al saber que su pariente falleció y solo les queda hacer las diligencias correspondientes para su sepultura.
“Desde las 5:00 de la mañana que nos dijeron que se murió estamos esperando que nos entreguen. Ella estaba mal, ya tenía neumonía y la presión complicada”, dijo una hija de la señora Pura Concepción Báez quien murió ayer por el coronavirus a la edad de 78 años.
Por otro lado, este diario consultó una fuente del hospital sobre la aglomeración de personas y expresó que en horas más tempranas de la mañana la acumulación de parientes es mucho mayor ya que el informe por parte de los doctores es a las 9:00 am.