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En San Isidro aún hay asombro por feminicidio de joven que trabajaba en el Cesac

La pareja vivía en el edificio E-37, apartamento 101 del Residencial San Isidro Labrador. 

Foto: Raul Asencio/ LD

La pareja vivía en el edificio E-37, apartamento 101 del Residencial San Isidro Labrador. Foto: Raul Asencio/ LD

En la madrugada del sábado, específicamente a las 4:30, personal de seguridad del Residencial San Isidro Labrador en Santo Domingo Este ya escuchaba los gritos de la discusión que sostenían Yuleisy del Carmen Beato, de 26 años y su pareja sentimental, Víctor Manuel Jáquez Díaz, de 29 años.

Era el segundo día del nuevo año cuando Víctor Manuel, apodado “Zafiro”, ahorcó con un cable de plancha a Beato con quien procreó dos hijos, una hembra y un varón.

De acuerdo a informaciones del personal de seguridad, tras el hecho el hombre subió a la azotea del edificio donde vivía la pareja y se suicidó.

Yuleysi era agente del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (Cesac) y estudió Contabilidad.

El Cesac lamentó la muerte la joven describiéndola como una “empleada ejemplar”.

Nelson Ortíz Cartagena, seguridad del residencial narró a Listín Diario que cuando “Zafiro” le dio muerte a su pareja Yuleysi, “salió corriendo, su madre llamó al 9-1-1 a las 5:00 a. m. gritando cuando vio que la mató. Él salió en pantalones cortos y con el cable de la plancha, las autoridades lo andaban buscando abajo, pero estaba arriba ahorcado en la azotea. Se amarró ahí.”, dijo el hombre.

El hecho conmocionó y sorprendió a los comunitarios del Residencial San Isidro Labrador, ubicado en la Avenida Hípica.

“Es un caso lamentable y más por los niños pequeños, tenían una hembrita y un varoncito de algunos 4 ó 5 y 1 ó 2 años y ahora se quedan en la orfandad”, explicaba Carlos Pimentel, vecino de la pareja.

Mireya, otra vecina, cuenta que “de ellos no se sabía mucho, porque en el residencial nadie conoce a nadie”. Una hermana de uno de ellos se llevó a los niños, dice Mireya.

Reporteros de este diario intentaron tener contacto con la familia de la joven, sin embargo no fue posible.

La pareja vivía en el edificio E-37, apartamento 101 del referido residencial. Habían vivido siete años juntos.

El residencial donde ambos vivían es muy grande. Los pocos moradores que circulaban desconocían del hecho por la misma razón, ya que nadie sale mucho ni se conoce. Todos permanecen siempre en sus casas.

Hasta el momento las autoridades policiales no han dado detalles sobre cómo ocurrió el hecho con exactitud.

Reporteros de Listín Diario acudieron a Patrología Forense donde informaron que el cuerpo de la víctima había sido llevado a la unidad de patología en el cementerio Cristo Redentor.

De acuerdo al último informe policial, el homicida sufría de depresión.