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Doña Carmen Quidiello y su amor por las causas sociales

Foto: Listín Diario

Foto: Listín Diario

Después de más de un siglo de vida, la viuda de Juan Bosch, doña Carmen Quidiello, detiene su mirada. Se lleva consigo las memorias de los años vividos con uno de los hombres más emblemáticos del país y deja el legado de una mujer con una trayectoria artística, intelectual y social.

Oriunda de Santiago de Cuba, doña Carmen nació el 29 de abril de 1915.

Realizó sus estudios primarios en Barcelona, España, específicamente en el Colegio de las Teresianas y el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de su ciudad natal.

Más tarde, cursó una licenciatura en Ciencias Sociales y en Filosofía y Letras en la Universidad de la Habana y un posgrado en Derecho Diplomático.

Fue compañera del extinto líder Juan Bosch, fundador de dos de los partidos políticos forjadores de la democracia en República Dominicana, el Revolucionario Dominicano (PRD) y de la Liberación Dominicana (PLD), con quien se unió en matrimonio en 1943 y procreó dos hijos: Patricio y Bárbara.

Junto a él, construyó ilusiones, y compartió faenas de entrega y de lucha en el exilio, primero por la consolidación de la democracia dominicana y segundo, por cumplir las promesas de redención social del pueblo dominicano.

Fue presidenta de la Fundación Juan Bosch, institución que tiene toda una estructura de difusión del pensamiento político-social, así como la dimensión literaria de Juan Bosch.

La Fundación Juan Bosch recuerda, entre sus documentos sobre la vida de Quidiello, que “le acompañó (a Bosch), en el ejercicio de la Primera Magistratura del Estado en 1963, asumiendo el rol de Primera Dama con sobriedad y gran dignidad. Como tal elaboró un proyecto para crear el instituto del niño, promovió el histórico concierto de Pablo Casals y auspició por primera vez en el país, la celebración de conciertos de la Sinfónica Nacional en los jardines del Palacio Nacional”.

Carmen Quidiello estuvo a su lado en momentos trascendentes para la vida y obra del escritor y político, con un exilio de 24 años, en los que el cuentista maniobraba junto a los grupos del exilio para sacar del poder en República Dominicana al férreo dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Si bien su identidad está irreversiblemente vinculada a este nexo con un maestro de la literatura y la política dominicana, en doña Carmen Quidiello existen tintes definitorios que le proporcionan una identidad propia, de mujer con una trayectoria demostrada en aportes tangibles.

Una bibliografía consagrada y amplia sintetiza su presencia en el mundo cultural y literario de República Dominicana, como dramaturga, poeta y ensayista. Entre sus obras destacan “Desde mi orilla” “Decires poéticos”, poemarios; “el Peregrino o la Capa Tornasolada”, “Alguien espera junto al puente”, “La eterna Eva y el Insoportable Adán (Teatro) y “Pajaritas de Papel” (Prosa poética).

Carmen Quidiello tuvo una participación importante en el Festival Internacional de Teatro de la Habana y en compañía de la crítica de arte fundó y dirigió en 1972 la Sociedad Cultural Auditorium.

Los desvelos patrióticos, tejidos a lo largo de su vida, han enfocado sus esfuerzos en aportar su voz de reclamo ante hechos de desestabilización política ocurridos en Venezuela.

En el 2009 emitió una proclama en rechazo al Golpe de Estado del que fue víctima el 28 de junio del 2009 José Manuel Zelaya en la República de Honduras.

“Conocemos el dolor que causa un golpe de Estado como el ocurrido en Honduras. Sabemos que nadie, absolutamente nadie, tiene aval ni justificaciones admisibles para arrebatar el poder delegado por el pueblo a sus representantes legítimos. Sabemos bien, la historia no los dice, que siempre se han esgrimido pretextos y subterfugios para explicar tales desmanes, pero los golpes ocurren precisamente violando la Constitución, las leyes y los principios de legitimidad democrática’’, escribió en la ocasión la viuda de Juan Bosch, que partió a los brazos del señor.