Custodios de prisión domiciliaria no pueden recibir nada de los acusados
Al menos 188 personas guardan arresto bajo esa modalidad, incluyendo tres del caso “Anti pulpo” que involucra a dos hermanos y exfuncionarios del expresidente Medina.
Los agentes responsables de la vigilancia de la prisión domiciliaria no pueden aceptar “ni un vaso de agua” de los imputados bajo esa modalidad ni de las personas que viven en la casa, una medida que forma parte del protocolo que ejecuta el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria (NMGP) para evitar que entren en complicidad y se viole la resolución judicial.
El Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria tiene bajo su custodia 188 acusados de delitos penales que guardan prisión en sus residencias actualmente, entre ellos tres que pertenecen al caso “Anti pulpo”, por corrupción, testaferros y suplidores del Estado privilegiados en el pasado gobierno de Danilo Medina.
Se trata de la exvicepresidenta del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER), Carmen Magalys Medina Sánchez, hermana del expresidente de la República, así como el exministro de Salud Pública, Lorenzo Wilfredo (Freddy) Hidalgo Núñez, y el excontralor general, Rafael Antonio Germosén Andújar, a quienes el juez José Alejandro Vargas les impuso tres meses de prisión preventiva el 8 de este mes. El personal asignado a la seguridad de la prisión en los domicilios debe cumplir reglas. La primera es no dejar que la persona salga de su casa, porque se trata de una privación de libertad, pero en su residencia.
Cuando una autoridad judicial autoriza una salida médica o al tribunal, la coordinación del NMGP le envía al agente las instrucciones por escrito, según precisó Hilda Patricia Lagombra Polanco, coordinadora del NMGP.
Hay otras pautas importantes que deben seguir los agentes penitenciarios que conciernen a cómo deben tratar a los acusados y a las personas que viven dentro de la vivienda.
“No se les está permitido recibir siquiera un vaso de agua de las personas privadas de libertad con arresto domiciliario, porque para eso el sistema penitenciario le suministra los viáticos correspondientes”, precisó Lagombra Polanco.
Con esa medida también procuran evitar que el agente de vigilancia entre en confianza y complicidad con los acusados.
"Se nos pueden amañar. Si el VTP comienza a recibir una menta ya el privado de libertad empieza a darte órdenes”, alertó Lagombra Polanco.
Tampoco pueden entrar a la residencia, sino mantenerse fuera. Previo a dictarse la prisión domiciliaria, el sistema penitenciario realiza un trabajo de campo en la vivienda para determinar la cantidad de entradas y ventanas que tiene.
“Tenemos un monitoreo constante, 24/7, de todo lo que pasa”, afirmó la coordinadora del NMGP.
Los agentes están capacitados sobre el manejo de conflictos y las relaciones humanas.
“Ellos tienen bien claro cuál es el papel que deben realizar en cada uno de los arrestos domiciliarios que se les ha instruido custodiar”, indicó Lagombra Polanco.
Vigilancia permanente
Un personal mixto está a cargo de la prisión domiciliaria, tanto de los Agentes de Vigilancia Penitenciaria (VTP) como de la Unidad de Traslado de Alto Riesgo (UTAR).
La cantidad de agentes penitenciarios asignados a cada imputado se mantiene bajo reservas por medida de seguridad.
“Pero tienen vigilancia permanente, ese es el protocolo, día, noche y madrugada”, enfatizó la coordinadora del Nuevo Modelo de gestión Penitenciaria.
Pero sostuvo que aunque cuentan con los agentes suficientes para vigilar a los internos domiciliarios, porque hacen una buena organización, siempre se va a necesitar persona.
La Escuela Nacional Penitenciaria, informó, llamará a concurso para suplir la cantidad de agentes que hacen falta a nivel nacional y para el complejo Las Parras, en Guerra, a donde serán llevados los reos de La Victoria, que ya están siendo evaluados para su nombramiento.
“Tenemos el personal necesario para cubrir la vigilancia permanente instruida por el juez de atención permanente. Ahí no tenemos ningún tipo de problemas en ese sentido”, acotó.
Arresto domiciliario
Hasta el 14 de diciembre, 188 personas cumplen prisión en sus hogares, vigiladas por agentes del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria. De esa cantidad, 12 tienen colocados brazaletes electrónicos, según estadísticas suministradas por el NMGP. Además, otros 18 tienen puestos brazaletes electrónicos, para un total de 206.
Coerción
El arresto domiciliario y la colocación de localizadores electrónicos son dos de las siete medidas de coerción que establece el Código Procesal Penal, que buscan garantizar la presencia del imputado en todos los actos del proceso penal.
Pena
El código procesal penal también contempla la prisión domiciliaria, o en centros de salud mental, geriátrico, clínico o de desintoxicación, como condena, en casos especiales: a mayores de 70 años, enfermos terminales y con demencia, a embarazadas y lactantes, y adictos a las drogas o al alcohol.