La República

Las cosas más curiosas que dejó la audiencia de la Operación Anti-pulpo

Ashley Ann PresinalSanto Domingo, R.D

Entre caras de preocupación, objeciones, confrontaciones, acusaciones, insultos, risas, “guiños de ojo” y hasta chistes con tonos sarcásticos, transcurrieron las audiencias de más de 26 horas y de tres días en la que se conoció medida de coerción a los once imputados de la Operación Anti-pulpo.

El conocimiento de coerción duró domingo, lunes y martes.

Una llamada de atención por parte del juez José Alejandro Vargas hacia un abogado de la defensa, que calificó la audiencia como un “espectáculo”, fue lo que marcó la continuación (el lunes) de una vista que un día antes había demostrado ser “más larga y agotadora” de lo que se estimaba.

“Usted le está diciendo al juez que el espectáculo se va a acabar hoy, es decir, aquí lo que ha habido es un espectáculo dirigido por un juez. Doctor, tiene que tener mucho cuidado con eso porque a mí posiblemente se me haya caído el pelo por la edad”, advirtió Vargas.

En vista de que el abogado seguía objetando e interrumpiendo al juez, la directora General de Persecución, Yeni Berenice Reynoso, intervino en la discusión señalando que el abogado debía ponerse de pie para dirigirse al magistrado.

“Licenciado al tribunal se le habla de pie, eso usted sabe que en Introducción al Derecho nos lo enseñan y me excusa”, expresó.

No obstante, el verdadero “espectáculo” se montó cuando Vargas le preguntó a uno de los abogados del imputado Julián Esteban Suriel Suazo, Joaquín Zapata, si este “canta en karaoke” mientras Zapata hacía gestos y repetía que no le entendía.

“Que si usted canta en karaoke (…), porque me da la impresión cuando usted sube el tono. Porque yo veo que usted sube, ese es uno de los tonos más difíciles ese que usted da cuando va a terminar ahí”, señaló Vargas.

En medio de las risas que provocó la pregunta del magistrado, el abogado Zapata respondió que quisiera tener la voz de un exlocutor del programa Cien canciones y un millón de recuerdos.

“Yo me dormía y estudiaba escuchando Cien canciones y un millón de recuerdos (…), sobre todo cuando decía el locutor ah que bonito es recordar, y eso para mí era encantador”, agregó entre risas.

Sin embargo, no todo era “chistes” y carcajadas en la Sala de Audiencia del Primer Tribunal Colegiado, ya que en numerosas ocasiones hubo enérgicos confrontamientos verbales entre los abogados de la defensa y los representantes del MP.

Tal fue el caso de la acalorada discusión entre Zapata y Wilson Camacho, quienes se gritaban “mentiroso” mientras alzaban sus voces al unísono y se aproximaban haciendo gestos violentos.

“Tiene tres años de ese caso ya, Odebretch, los imputados llegan primero que el Ministerio Público y quienes terminaron ocultando, mutilando las pruebas y haciendo escuchas ilegales fue el Ministerio público”, exclamó el abogado de la defensa.

De inmediato, Camacho lo interrumpió diciendo que “esa es una más de las mentiras”, levantándose de su asiento mientras le preguntaba al magistrado Vargas si “quería que lo discutieran ahí”.

Los agentes policiales se acercaron al podio rápidamente y sólo se escuchaba el vocerío de los abogados que se acusaban mutuamente de embusteros.

“Mentiroso es usted. Y ahí tengo las pruebas también, los abogados no me dejan mentir”, gritó Zapata.

“Compórtense como profesionales”

En otra de las discusiones, esta vez provocada porque el imputado Aquiles Alejandro Cristofer Sánchez tildó de “bajeza” la actuación de Berenice Reynoso, Camacho intervino pidiendo respeto hacia la magistrada por “tratarse de una dama”.

Luego de esto, uno de los abogados de Sánchez le respondió a Camacho “la falta de respeto trae irrespeto, por favor respete nuestro momento”.

El juez Vargas interrumpió la acalorada discusión para pedirles a los licenciados que “se comporten como profesionales”, ya que “nunca se sabe quién los está observando”.

“Este no es el escenario más apropiado para pelear. Cuando terminemos la audiencia ustedes van al frente y ahí se caen a tiros, hacen lo que ustedes quieran, se 'jalan' los cabellos, pero aquí por lo menos mantengan ese respeto, esa solemnidad”, manifestó Vargas.

Luego el magistrado relató una situación que vivió en un gomero de Santo Domingo Oeste, donde un chofer de taxi “le sacó un cuchillo al empleado por 100 pesos” y cuando se enteró de que Vargas es juez se retractó.

“Hermano, por mí no se pare. Si usted se está parando no es por mí, lo que más que son 30 años y es más fácil para mí porque lo vi”, le dijo Vargas al taxista.

Más interrupciones

“Su señoría, mire usted me excusa pero tengo que decir esto con respeto y sin ánimos de ofender. Lo que acaba de decir la magistrada se llama 'gadejo', porque eso es lo que estoy haciendo”, se refirió el abogado del acusado Suazo hacia Berenice Reynoso.

La representante del MP había interrumpido a Zapata para pedirle que con el fin de “ahorrar tiempo” les fueran “pasando” los documentos referidos ya que no los habían depositado con anterioridad.

En la audiencia del pasado domingo, Berenice Reynoso señaló que el abogado José Miguel Minier “tiene miedo” de que se conozcan las acusaciones en contra de su cliente.

“En su momento como santiaguera yo me voy a encargar de ustedes en el proceso cuando me toque mi parte, porque nos conocemos todos”, señaló la exfiscal.

El aviso por parte de Berenice Reynoso ocurrió luego de que el abogado Minier objetara acerca de la acusación de su cliente diciéndole a la abogada “Que miedo de qué, tú te vas a tener que comer eso”.

“Ella dijo que yo le tenía miedo, yo no le tengo miedo a nadie. Si ella me respeta yo la respeto, si ella me irrespeta yo la irrespeto”, añadió el abogado.

Guiñó el ojo

Mientras el abogado Zapata defendía a su cliente de las acusaciones del Ministerio Público y se negaba a la solicitud de la prisión preventiva, el imputado Suazo guiñaba un ojo hacia el extremo derecho de la sala, donde se ubicaban otros acusados como Juan Alexis Medina y Francisco Pagán.

Más de 25 horas de audiencia

Después de haber transcurrido más de 14 horas en la primera audiencia del pasado domingo, el juez Vargas decidió continuar al día siguiente con el “complejo proceso” por el agotamiento que veía en la sala. El juicio continuó el lunes por 11 horas más.

El magistrado puntualizó que en la audiencia “se pierde mucho tiempo” porque “andan con sandeces” y “no responden cosas que se les pregunta”.

“Es como yo le decía anoche, cuando usted va al consulado el cónsul le pregunta cómo usted se llama. Responda cómo usted se llama, no comience a decir yo me llamo de tal forma, fulano de tal se llama tal”, expresó Vargas.

El conocimiento de coerción terminó el martes a poco más de las 8:00 de la noche, después de haberse retomado las 5:00 de la tarde de ese día, con la decisión de 7 imputados en prisión preventiva; tres en prisión domiciliaria y uno con presentación periódico.

Juan Alexis Medina Sánchez, Francisco Pagán, Fernando Rosa, Aquiles Cristofer Sánchez, Julián Esteban Suriel Suazo, José Dolores Santana Carmona y Wacal Vernavel Méndez Pineda, cumplen prisión preventiva.

Carmen Magalys Medina Sánchez, Lorenzo Wilfredo (Freddy) Hidalgo Núñez y Rafael Antonio Germosén Andújar deberán cumplir arresto domiciliario.

Mientras que a Domingo Antonio Santiago Muñoz se le dispuso su puesta en libertad pero con medida de coerción consistente en la presentación periódica.