El “trío mortal” que abate hoy la salud mental de los ciudadanos

El psiquiatra César Mella explicó que la calidad del sueño ha disminuido porque la gente se acuesta tarde e igual hace para levantarse, sin una agenda de trabajo.

Doris Pantaleón, periodista, César Mella, psiquiatra y Miguel Franjul, director Listín Diario.

Doris Pantaleón, periodista, César Mella, psiquiatra y Miguel Franjul, director Listín Diario.

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Lilian TejedaSanto Domingo, RD

La incertidumbre de no saber cuándo terminará la pandemia del coronavirus, el cambio drástico en su rutina diaria, y, en el caso de muchos, la disminución de sus ingresos, ha estado generando manifestaciones de desesperanza y frustración en segmentos de la población dominicana que podrían desencadenar diversos problemas de salud mental.

La afirmación la hizo el reconocido psiquiatra César Mella durante el tradicional encuentro “La cita con el Covid”, un espacio en el que cada lunes Listín Diario analiza temas relacionados con la pandemia.

“Hay una frustración colectiva, una desesperanza porque la gente no sabe cuándo esto va a pasar. Esa impotencia origina insomnio, el insomnio origina depresión y la depresión va a acompañada de ansiedad. Es una cadena, un cuadro triple que hace que mucha gente se torne irritable”, expuso el experto.

Explicó que la calidad del sueño ha disminuido porque la gente se acuesta muy tarde y también se levanta tarde sin una agenda de trabajo, lo que hace que se quede dando vueltas en la cama pensando en los problemas. Esto genera desesperanza e inseguridad.

Otra situación que genera inquietud en la población es que mucha gente ha perdido su trabajo, ya sea por reducción de empleados o cierre de empresas o por cancelaciones en el Estado debido al cambio de Gobierno, por lo que su estatus económico y poder adquisitivo ha disminuido.

“Esas incertidumbres se clavan en los hogares, incluso de clase media y media alta, porque la gente está gastando en una comida que se hace cada vez más cara. Está gastando más, ganando menos y no tiene una idea de cuando esto terminará”, explicó Mella.

El experto agregó que cuando todo esto se pone de manifiesto en los hogares, pobres y ricos, genera discusiones, violencia infantil, violencia de género y muchos otros conflictos.

Es por esto que el doctor prevé que en los próximos dos o seis años habrá más casos de demencia, depresiones crónicas y problemas de memoria agudos.

Impacto en los niños Aunque por el momento la educación virtual es la única alternativa, método por el cual iniciaron ayer las clases en el país, el psiquiatra no descarta que ese aislamiento forzado al que tienen que someterse los niños también tenga algún impacto en ellos en el futuro.

Mella destacó que la motivación principal de un niño es el juego, estar al aire libre y que mantenerlo sentado en su casa es muy difícil porque la falta de movilidad los abruma.

Indicó, además, que los niños necesitan el reforzamiento positivo de que sus maestros le digan cara a cara cuando hacen algo bien, tienen que socializar, hacer amistades, reírse y jugar.

Los consejos de Mella Ante esa desesperanza y agotamiento por el confinamiento, que a juicio de Mella es una de las razones que ha llevado a las fiestas clandestinas, éste recomienda acostarse y levantarse a las horas que acostumbraba antes de la pandemia, hacer ejercicios y tratar de tener una alimentación ligera.

También aconseja modificar los pensamientos negativos por pensamientos positivos, pensar que esto va a terminar, en todas las cosas buenas que le rodean y en los momentos felices que ha vivido.

Otra recomendación que hace es que lean cosas positivas y vean películas de chiste. No recomienda hacer siestas muy largas y nunca automedicarse.

El doctor asegura que la gente ha desbordado los consultorios de psicólogos y psiquiatras principalmente porque no puede dormir bien, porque le causa la depresión creer que lo que viene es peor y ansiedad de no saber cuándo esto pasará.

Por eso considera que acudir a un especialista para mantener una buena conversación, que le recomiende técnicas de relación y, en el menor de los casos, que le indique una pequeña dosis de ansiolíticos por un corto tiempo, siempre es una buena opción.

“La gente tiene que mantenerse haciendo algo, tiene que mantenerse gobernando sus pensamientos y su fe en el futuro. Tiene que tener unidad y apoyo familiar, que es la mejor terapia, la capacidad de amar, la capacidad de quererse, de tener esperanza de que vendrá un futuro mejor a pesar de la catástrofe que estamos viviendo”, sugirió el experto.