Los que aún esperan la ayuda del Gobierno en La Yuca de Los Ríos

Fotos: Raúl Asencio.

Fotos: Raúl Asencio.

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Jhenery Ramírez y Shaddai EvesSanto Domingo, RD

Mario Mateo Ramírez vivía con sus dos hijos y esposa en el sector capitalino La Yuca de Los Ríos, pero después de la tormenta Laura tuvo que mandar a su familia para San Juan (sur del país) porque la pequeña habitación en la que residían sufrió graves daños ante el paso del fenómeno atmosférico.

La casa que aloja en un mismo espacio los electrodomésticos, la cama y su ropa está ubicada justo detrás de una cañada, y aunque el Gobierno dominicano prometió que ayudaría a todos los afectados en La Yuca, no a todos se les ha cumplido, como es el caso de Mario.

La única ventana que tenía en su morada desapareció. Ahora es un hueco de block abierto. Sin embargo, aquí no le entra el aire fresco y pese a que enciende su abanico todas las noches, los mosquitos no le dejan dormir.

Esta casa no es propiedad de Mario, es alquilada y cada mes paga RD$4,500.

Mario es un “chiripero”, como él mismo se denomina para referirse a que es buhonero y cuando se le pregunta su nombre, enseña su cédula con la esperanza de que se le tomen los datos y la Presidencia lo tome en cuenta para la ayuda.

Luis Eduardo Vizcaíno también está a la espera de que el Gobierno le brinde una colaboración para reconstruir la parte trasera de su casa.

Se queja de que hay una lista de personas afectadas donde figuran 47 personas, aunque algunos no están en ella.

Andrés Carmona tenía una casa de tres niveles en la orilla de la cañada. Esta se derrumbó y él y sus hijos quedaron en el desamparo hasta que el Gobierno les consiguió en ese mismo lugar un apartamento para que se mudaran y el Estado se encarga de pagarle este hogar cada mes.

Las varillas se ven en la orilla de la cañada sobre los blocks derrumbados y con ropas encima de ellas, lo que quedó de aquel triste momento.

De la casa de Carmona solo queda una pared yo se observan solo unos gabinetes de cocina colgados y un peluche. Ahora florecen los recuerdos y lo que tanto esfuerzo le costó a Carmona quedó únicamente en las fotos.

Las tablas de algunas casas resaltan entre el lodo, el cemento y las piedras de camino a la cañada, donde resalta la pobreza, pero también algunos costosos carros como un Honda Civic 2016.

“Y a algunos les están dando ayuda que no merecen y los demás estamos aquí esperando”, es el lamento de muchos de los comunitarios de La Yuca en Los Ríos.