Las Terrenas lidia contra el Covid con poco cumplimiento a las medidas de prevención
Si no fuera por la fecha y la crisis sanitaria que se vive en el país, podríamos decir que en Las Terrenas, Samaná, es febrero de 2020 o una fecha anterior a esta, cuando el Covid-19 solo era una enfermedad que atacaba agresivamente a China.
El detalle surge por la manera en cómo vive la gente del centro de esta localidad turística del nordeste del país, y en las áreas cercanas a la playa Las Ballenas.
Los negocios de la zona, sobre todo los de venta de ropa y ventorrillos, se veían con sus trabajadores sin mascarilla. Solo con este artículo de prevención fueron vistos algunos motociclistas y uno que otro transeúnte.
Aunque la playa no estuvo repleta de personas y los grupos que asistieron el sábado no se aglomeraron, sí llamó la atención la manera en cómo desde un bar-restaurante de la playa quienes servían relajaban medidas de protección como el uso de las mascarillas, y le permitían a un grupo estar en la barra sin ninguna medida preventiva contra el Covid.
Entre las mesas para los consumidores caminaban los meseros, quienes se acercaban a tomar órdenes como en los viejos tiempos: sin tanto distanciamiento y con la boca descubierta.
“Aunque yo tenga Covid no lo transmito. El mar no permite eso por el yodo. El yodo no permite que se transmita el coronavirus. Y la sal del mar, la sal no permite que se pegue nada”, dice a una clienta del lugar una mesera de tez oscura, tras acomodarse el tapabocas negro con marrón, aunque minutos antes lo exhibía en el cuello tomando la orden de una mesa contigua.
Con todo y el asombro de la respuesta, la clienta le preguntó que quién le dio esa información, a lo que la mujer respondió que eso lo explicó un médico de Salud Pública, y que las autoridades siempre van a dar charlas porque es un lugar turístico.
Sin embargo, su respuesta fue un poco diferente a la de otra compañera, que dijo: “Ahora no tengo la mascarilla, pero hay que tenerla puesta”.
El uso obligatorio de la mascarilla fue ratificado por el Gobierno el viernes cuando se emitió el decreto 553-20, en el que se dispone que a partir del 18 de octubre se inicien 45 días más de estado de emergencia.
El presidente Luis Abinader también prorrogó el toque de queda para controlar la movilidad social, por medio del decreto 554-20, a partir del 18 de octubre por otros 25 días.
“Se ratifica el uso obligatorio de mascarillas en los lugares públicos y en los lugares privados de uso público como medida esencial para controlar la propagación de la COVID-19 cuyo incumplimiento será sancionado con las disposiciones que establece la ley número 42-01 General de Salud”, informó el Gobierno en un comunicado.
En República Dominicana se reportaron este sábado tres nuevas muertes por coronavirus, con lo que se elevan a 2,195 las defunciones.
Mientras que hay 21,375 personas con el virus activo y el acumulado de contagio es de 120,925.