Supera la adicción a las drogas con terapias
La sicóloga Mirian Polanco contó que atendió a un privado de libertad que le comentaba que estaba viendo algo negro y que no sabía lo que estaba pasando. Narró que cuando empezaron a identificar cómo vivía y como era su interacción fuera de prisión tanto en el entorno familiar como social y por qué estaba en prisión, se dieron cuenta que era adicto a las drogas, aunque él siempre lo negó.
Ese reo estaba muy ansioso y no sabía cómo manejar la ansiedad que le producía al dejar el consumo de la sustancia controlada y luego de que se enterara que su esposa lo había dejado.
Como no tenían un programa para manejar la parte de la adicción, lo incluyeron en programas donde pudiera sacar esos niveles de ansiedad, con terapia ocupacional y de capacitación. “Tratábamos de mantenerlo todo el tiempo ocupado, con charlas en el día de hoy de dos horas, luego iba a un taller de ebanistería, de corte de pelo masculino ”, precisó.
Sostuvo que le decían que cada que tenga ansiedad o necesidad de consumir la sustancia prohibida, que fuera donde al consultorio para que lo viera el sicólogo.
Pero además, usaban técnicas sicológicas. Le aconsejaban a que escribiera todo lo que estaba sintiendo, para que drenara toda esa sensación a través del escrito, para lo cual le daban una mascota.
“Eso lo conectaba con el hecho de no consumir y tener que ir a consulta, y eso hacía que su ansiedad bajara y sintiera que había un equipo de apoyo para él”, enfatizó.
Comentó que poco a poco ese recluso se fue haciendo adicto al trabajo y a la responsabilidad.
“El muchacho tenía unas condiciones humanas increíbles, con muchísimas capacidades, y lo fuimos convirtiendo de una persona aislada en algún área, consumiendo, a ser una persona que pudiera ser facilitadora en un programa”, subrayó.