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Se ejercitan a la vera de tumbas y en condiciones adversas en busca de salud

DECENAS LO HACEN DESDE LAS PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA SIN REPARAR EN LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL PREVALECIENTE EN EL ENTORNO DEL CEMENTERIO NACIONAL DE LA AVENIDA MÁXIMO GÓMEZ

La búsqueda infatigable de la salud a través del ejercicio diario no impide que caminen a la vera de miles de tumbas y bajo condiciones adversas.

Decenas lo hacen desde las primeras horas de la mañana sin reparar en la contaminación ambiental prevaleciente en el entorno del Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez, donde esquivar montones de desperdicios, animales muertos, agujeros profundos, neumáticos viejos, la hierba alta y vehículos que transitan a alta velocidad, asusta más que la cercanía de los fieles difuntos.

Otro inconveniente es el dióxido de carbono que expelen vehículos que son dejados encendidos en las calles circundantes, especialmente pesados.

Las personas tienen varios años ejercitándose allí y observando el mismo panorama que solo ha cambiado por la baja en la delincuencia, desde que el anterior alcalde del Distrito Nacional, David Collado, decidió elevar la pared que bordea el camposanto para evitar los atracos a caminantes en la zona.

Ahora con mascarillas que llevan a la altura de la barbilla o por debajo de la nariz, la mayoría tienen en común un problema de salud como motivación para el sacrificio de levantarse tan temprano a realizar sus caminatas.

Lourdes Cabral, de 72 años, dijo que tiene un “combo” de padecimientos de salud, ya que es hipertensa, diabética y tiene problemas de circulación, razón por la que su doctora le sugirió caminar.

Sin embargo, la septuagenaria debe hacerlo con mucho cuidado debido a las pésimas condiciones de las aceras y contenes, especialmente en las calles Américo Lugo, María Montez y avenida Pedro Livio Cedeño. La acera que da hacia la avenida Máximo Gómez es la única que se encuentra en condiciones aceptables.

Gloria Mesa, de 48 años y quien acompañaba a doña Lourdes ese día en las caminatas, dijo que desde hace tres años se ejercita en el entorno del cementerio porque entendió que era beneficioso para su salud.

Clara Brea, hipertensa de 53 años, abandonó el ejercicio por un tiempo, pero decidió retomarlo hace tres meses “buscando mi salud”. Su preocupación, al igual que la mayoría de los asiduos caminantes, es tener que tirarse a las calles a riesgo de ser atropellada por un vehículo, debido a las pésimas condiciones de las aceras.

“Si las aceras estuvieran en buenas condiciones nadie se expusiera a tanto peligro con las carros que casi nos rozan”, explicó la dama, quien suele caminar con un pequeño palo de madera en las manos para ejercitar sus piernas y brazos al mismo tiempo.

Rafael Bautista, de 55 años y residente en el sector Villa Juana, tiene más de 10 años levantándose a las 6:00 de la mañana, porque considera que, pese a las condiciones adversas en el lugar, caminar le ayuda a mantenerse en óptima condición física.

“Es la mejor pastilla para el cuerpo humano temprano en la mañana”, expresó otro hombre de 40 años, quien se identificó solo como Fabián y que tomó la decisión de ejercitarse para prevenir cualquier enfermedad. Al igual que Brea, Fabián usa un tubo de metal para activar sus brazos mientras camina, pero también como defensa propia.

Las personas entrevistadas por LISTÍN DIARIO consideran que la actual alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, debe completar la obra que inició el anterior síndico David Collado, quien tenía previsto reconstruir las aceras luego de elevar la pared del cementerio para contrarrestar la delincuencia.

Javier Williams, un vigilante privado con una diabetes diagnosticada hace siete años y con cuatro años trotando cada mañana allí, precisó que su salud ha mejorado bastante desde que decidió cambiar su estilo de vida sedentario.

Se levanta cada día a las 5:30 de la mañana y, aunque al principio se le hacía difícil tirarse de la cama a esa hora, ya lo ha convertido en una rutina.

Los médicos consideran que caminar representa una alternativa ideal para quienes no pueden ir a un gimnasio o practicar cualquier deporte.

Caminar permite controlar el peso, eliminar grasa, mejora la circulación sanguínea, previene males cardíacos, mejora la respiración y el sistema inmunitario, además de que combate la depresión y la fatiga emocional.

Sugieren hacerlo con calzado y ropa cómoda sin puntos de roce, hidratarse antes y después de las caminatas, hacerlo a un ritmo adecuado y en ambientes donde el aire no esté tan contaminado.

El Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez de la capital se fundó en el año 1942, en un área aproximada de 43,000 metros cuadrados. El camposanto está prácticamente ocupado, ya que las sepulturas disponibles fueron adquiridas con bastante antelación.

Se encuentra ubicado entre las avenidas Pedro Livio Cedeño y Máximo Gómez y las calles Américo Lugo y María Montez.

Sus calles y avenidas circundantes son de amplio movimiento comercial, especialmente por las tiendas de repuestos de vehículos instaladas frente a la estructura.

La gestión de Collado en la Alcaldía del Distrito Nacional elevó el muro perimetral del cementerio de 1.8 a 3.90 metros de altura, con el objetivo de ofrecer mayor seguridad a las personas que caminan o se ejercitan por la zona.

Explicó, durante el acto de apertura de los trabajos en mayo pasado, que el cementerio se había convertido en escondite de delincuentes donde entraban a refugiarse luego de cometer cualquier fechoría.