LOS QUE NUNCA VOLVIERON (3 DE 5)
Cinco minutos bastaron para que la tierra se tragara a Abraham
Abraham Báez Carrión estaba a punto de cumplir sus ocho años cuando aquel martes 11 de abril de 2017 logró escabullirse de la casa sin que nadie se diera cuenta.
Cinco minutos resultaron suficientes para que este niño, con condición de autismo, se alejara tan lejos de su vivienda que todavía sus parientes y allegados continúan tres años después buscando al menos una pista que pudiera desenmarañar este misterio.
Ese día era soleado como cualquier otro; Abraham despertó a las 9:00 de la mañana y se desayunó con leche, tal como lo hacía siempre. Él es el segundo de cuatro hermanos y el centro de atención de la casa.
Su inteligencia era extrema y su curiosidad le salía de manera espontánea, al punto de que muchas veces se había escapado de su residencia, ubicada en el sector Valiente, de Boca Chica, a 37.4 kilómetros de Santo Domingo. Sin embargo, en aquellas ocasiones la suerte estaba de su lado ya que algún vecino siempre lo veía y lo retornaba a su hogar sano y salvo.
Pero aquel día no ocurrió así. Esa mañana había algunos trabajadores en la casa que estaban realizando reparaciones con mezclas de cementos en la acera, por lo que muchas personas pudieron entrar y salir libremente de la vivienda sin ningún inconveniente.
Eran las 10:30 de la mañana cuando Abraham, con el pecho descubierto y sus bermudas cortas de color negro, salió de su hogar sin rumbo con los pies descalzos por una calle que en ese momento estaba sin pavimentar.
Ya a las 10:35 sus parientes se percataron de su ausencia y corrieron a buscarlo por todos los terrenos baldíos que estaban en los alrededores, así como por las casas de ese sector.
Pero ningún vecino o desconocido vislumbró a un niño con esas características deambulando por las cercanías, a pesar de que solo habían pasado cinco minutos de su salida repentina de la vivienda.
Inexplicable
Solo cinco minutos, en horas de la mañana y con el cielo despejado, bastaron para que un niño de siete años se desapareciera como por arte de magia en medio de la gente.
Según Lorena Carrión, madre del niño, no hay forma de que este pudiera haber cruzado la avenida Las Américas para llegar al mar Caribe, por lo que descartan que este fuera su destino. Tampoco cree posible que Abraham se perdiera por si solo entre los predios abandonados que se encuentran en Valiente, ya que si hubiese sido el caso lo hubieran encontrado casi de inmediato.
“No hay forma de que un niño con esa edad camine tanto para que en cinco minutos desapareciera, para que en cinco minutos nadie pudiera encontrarlo o si acaso tener una pista de lo que le pudo haber pasado”, alega Lorena a LISTÍN DIARIO.
Versión
Años atrás, el padre de Abraham, José Joaquín Báez, había declarado que creía firmemente que a su hijo lo habían raptado. En ese momento dijo a la prensa que no quería represalias y que solo deseaba que su vástago fuera devuelto, pero sus apelaciones siempre han sido ignoradas.
Esa versión es compartida por Lorena, quien no encuentra otra explicación a la desaparición del niño. “Es que repito, no hay forma posible que mi niño salga de la casa y que en cinco minutos ninguna cámara de algún establecimiento o persona allegada o desconocida no lo hubiese visto”, expresa la madre de Abraham.
Ella dice que en principio las autoridades mostraron mucha disposición para resolver el caso, especialmente la Policía Nacional. No obstante, a medida que pasaba el tiempo, los esfuerzos por encontrar la verdad disminuían considerablemente.
“Ellos venían de manera constante a la casa y nos hablaban del caso, pero nunca se ha avanzado ya que ni siquiera tenemos una pista de lo que le pudo pasar”, asegura Lorena.
El autismo
Abraham no puede hablar ya que posee el Trastorno del Espectro Autista (TEA); sin embargo, la carencia de palabras era compensada con su inquietud y ganas de conocer al mundo.
El TEA es un trastorno neurobiológico del desarrollo que suele manifestarse durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.
Los síntomas fundamentales del autismo son deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social, así como patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Los familiares de Abraham esperan pacientemente a que alguien le devuelva su hijo.
“Solo Dios sabe dónde está mi hijo y solo él me lo devolverá; para Dios nada es imposible y esperaré a Abraham hasta el fin de mis días porque sé que él sigue con vida. Sé que él cumplió sus 11 años y sé que volverá a casa”, manifiesta Lorena con el corazón en sus manos y la esperanza de frente.
Si tiene alguna información sobre el paradero de Abraham Báez Carrión puede contactar a su familia al número 809-839-6342.