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Karen De La Hoz: “Para cubrir la pandemia se necesita ética”

Karen De la Hoz Rodríguez lideró el equipo de redes sociales de El Espectador y fue editora del sitio web de El Heraldo, de Barranquilla. Foto: Gentileza Fundación Gabo.

Agustina HebFUNDACIÓN LUCAS DE TENA

TwitterFacebookLinke­dInWhatsAppTe­legramEmailG­mailSMS Frente a la abundancia de infor­mación no verificada y la incer­tidumbre de cómo comunicar de forma correcta para prestar un buen servicio informativo a la audiencia en relación al CO­VID-19, la Fundación Gabo, en alianza con la Universidad del Norte y la Fundación Santo Do­mingo, de Colombia, lanzó el li­bro digital “Epidemiología ur­gente para periodistas”.

Se trata de una guía para infor­mar de manera precisa sobre el nuevo coronavirus y busca con­vertirse en una herramienta útil para reporteros de Iberoaméri­ca que diariamente hacen cober­turas en tiempos de pandemia, suceso que impactó en la forma de vida de las personas a nivel mundial. El libro se puede des­cargar de forma gratuita y está hecho para leer en celulares, ta­blet y computadoras.

“Los lectores podrán encon­trar respuestas a interrogantes como ¿por qué no hay un estu­dio científico perfecto?, ¿cómo intentan predecir los epidemió­logos lo que sucederá con el co­ronavirus? y ¿cómo se toman decisiones en salud pública du­rante la pandemia?, entre otros temas con el coronavirus en el ejercicio periodístico”, destaca­ron desde la institución creada por el periodista y nobel de lite­ratura colombiano Gabriel Gar­cía Márquez. Para tener mayores precisiones sobre esta iniciativa y su funcionalidad, conversamos con Karen De la Hoz Rodríguez, directora de comunicaciones de la Fundación Gabo, desde don­de coordina la estrategia edito­rial de la Fundación Gabo, el Premio Gabo, el Festival Gabo y el Centro Gabo. El proyecto fue liderado justamente por el área que dirige. De la Hoz Rodríguez es experta en estrategia digital, lideró el equipo de redes socia­les de El Espectador e inició el departamento de análisis de au­diencias en la redacción del mis­mo medio.

La especialista colombiana de­fine cuáles son los recursos bási­cos y fundamentales para cubrir este hecho histórico y sus conse­cuencias. A la vez, analiza cómo abordan la pandemia los medios de comunicación en América La­tina.

(P) ¿Cómo surgió la idea de hacer este libro? ¿Qué indicios registraron en las coberturas de los medios de América Latina que los motivaron o conven­cieron para elaborar y publicar este contenido?

(R) La génesis del proyecto se ges­tó a partir del ciclo “Epidemiolo­gía para periodistas”, que reali­zó la Fundación Gabo entre el 29 de abril y el 7 de mayo de 2020. Fueron cinco seminarios web, de una hora de duración, en los que epidemiólogos y expertos en sa­lud pública y en manejo de da­tos brindaron una introducción a la epidemiología y ofrecieron a los periodistas herramientas pa­ra contar con precisión informa­ción relacionada con la pandemia por coronavirus. La cifras récord en número de inscritos y de asis­tentes a estas convocatorias evi­denciaron el interés por este tipo de información. Esa realidad nos llevó a pensar en nuevos produc­tos para poner a disposición de los periodistas iberoamericanos los aprendizajes de este ciclo.

(P) ¿De ese ciclo de seminarios web surgieron interrogantes que se hacen los periodistas y editores al momento de cubrir una noticia sobre coronavirus?

(R) En cada seminario web sur­gieron un número importante de preguntas. Cuando estábamos haciendo la planeación del libro decidimos que lo mejor que po­díamos hacer era reunir esas pre­guntas en un solo capítulo para ponerlas a disposición de todos los periodistas que pudieran tener dudas similares. Las respuestas a otros interrogantes y necesidades formativas que hemos identifica­do las hemos resuelto desde dife­rentes iniciativas y proyectos de la Fundación Gabo, como la Red de Ética Periodística y nuestro Labo­ratorio de periodismo innovador. Hemos puesto a disposición de los periodistas de Iberoamérica un centro de recursos que cuenta con más de 100 recursos valiosos pa­ra entender y contar la pandemia. Entre los recursos disponibles te­nemos, por ejemplo, 60 pregun­tas sobre periodismo de solucio­nes (en tiempos de pandemia) resueltas por Liza Gross, una se­lección de preguntas, con sus res­pectivas respuestas, de las posibi­lidades que aporta el periodismo de soluciones para cubrir la situa­ción actual de un mundo que vive en pandemia.

(P) ¿Cómo desarrollaron la guía? ¿Cuánto tiempo les de­mandó su realización?

(R) El proceso nos tomó siete se­manas. El trabajo de diseño y el desarrollo de contenido fue paralelo. La producción estuvo a cargo de Andrés Martínez, coordinador editorial de la Fundación Gabo. Él se encargó de la redacción de los textos.

Andrés participó en cada semi­nario web haciendo cubrimiento en vivo para redes sociales. Poste­riormente, escribió un artículo pa­ra reunir los aprendizajes de cada charla; finalmente, esos artículos fueron el punto de partida para los textos del libro. Julio Villadie­go, coordinador de diseño de la Fundación Gabo, creó la propues­ta gráfica y diseñó la mayor parte del libro. Los aprendizajes de pro­yectos similares que hemos desa­rrollado en los últimos dos años en la Fundación Gabo nos llevaron a priorizar el diseño para consumo en dispositivos móviles y a trabajar especialmente en la optimización del peso del pdf final.

(P) ¿Cuáles son los objetivos principales de la guía? ¿Sería una herramienta solo para pe­riodistas o también para edito­res y directivos de medios? (R) “Epidemiología urgente para pe­riodistas”, así como muchos de los recursos que hemos puesto a dis­posición de nuestra audiencia du­rante la pandemia, buscan brindar herramientas para contar mejores historias sobre esta época sin pre­cedentes que estamos viviendo.

(P) ¿Cuáles son los recursos bá­sicos y fundamentales que de­be tener en cuenta un periodista al momento de cubrir la pande­mia?

(R) Al escuchar esta pregunta re­cuerdo una máxima de Gabriel García Márquez: “Para ser perio­dista hace falta una base cultu­ral importante, mucha práctica, y también mucha ética. Hay tantos malos periodistas que cuando no tienen noticias se las inventan”. Creo que las bases fundamentales para cubrir la pandemia, o cual­quier otro tema, son la ética, la ri­gurosidad y el interés genuino de servir al público.

(P) ¿Cómo crees que se aborda la pandemia en los medios de América Latina? ¿De qué ma­nera los medios de alcance lo­cal, regional y nacional pueden reorientar sus coberturas de la pandemia y responder a las ne­cesidades de sus lectores?

(R) Los medios que lo están ha­ciendo mejor son aquellos que se alejan del reporte diario de cifras oficiales y se conectan con las ne­cesidades del público al que sir­ven. Esto no tiene que ver con el tamaño ni con el alcance del me­dio, sino con su mentalidad. Las coberturas relevantes pueden to­mar muchas formas: hay colabora­ciones internacionales para inves­tigar y contar cómo los gobiernos están manejando la crisis, como el proyecto Centinela-Covid 19, de CLIP; medios locales haciéndole seguimiento al dinero público des­tinado a atender la pandemia, co­mo La Contratopedia Caribe, de Cartagena, Colombia; radios que decidieron diseñar contenidos educativos para prestar un servi­cio en beneficio de su audiencia más joven, como Unión Radio, de Venezuela; medios que, con una fuerte apuesta gráfica, combaten la infodemia y promueven el cui­dado, como El Surti, de Paraguay.

(P) ¿Qué herramientas pueden usar en las redacciones para que el contenido que publican sea ri­guroso y, al mismo tiempo, fácil de entender y explicativo?

(R) Tal vez la herramienta más poderosa que tienen las redaccio­nes es el trabajo colaborativo. Re­unir a colaboradores con diferen­tes habilidades y conocimientos y crear las condiciones para que puedan crear juntos puede mar­car la diferencia en la calidad y la relevancia de los productos fi­nales que un medio ofrece. Tam­bién es importante privilegiar el diálogo con académicos; gracias a estos intercambios los periodis­tas pueden entender mejor la rea­lidad que cuentan y tienen más herramientas para narrarla. Por último, es clave promover la for­mación permanente y estimular la experimentación en narrativas y formatos. Y medir, siempre me­dir el impacto y compartir los ha­llazgos.

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