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En 1979 jóvenes lideraron socorro ante paso de David

Un profesional, y en la época recién graduado de bachiller, dijo que después del huracán se dedicó a ayudar a retirar gente de las orillas del río.

El poderoso huracán David, de categoría cinco, entró por Palenque, en San Cristóbal, y dejó el territorio nacional por Monte Cristi, luego de causar severos daños. ARCHIVO /LD

Deyanira PolancoSanto Domingo, RD

Cuarenta y un años ha­ce que el país sufrió una de las destrucciones más severas con el paso del huracán David, y para muchos esos episodios si­guen latentes en sus me­morias debido a los daños causados por el fenómeno atmosférico.

Pero en medio de ese desolar episodio, un re­cuerdo positivo es que la juventud se convirtió en socorrista.

El huracán categoría 5 mató a más de tres mil personas, arrasó con la agropecuaria y destruyó los sistemas de servicios en el país. Entró por Pun­ta Palenque, San Cristó­bal, golpeando de forma más severa el sur del país.

“Yo estaba en una escue­la refugiada con mi fami­lia. Mi hermano mayor era agrónomo y sabía que ve­nía un huracán muy poten­te. Mis padres escucharon sus recomendaciones y se refugiaron en la escuela ru­ral con sus hijos menores, dos días antes del ciclón. Algunos se burlaban y muy pocos hicieron lo propio”, narra una mujer que te­nía 10 años cuando pasó el destructivo fenómeno na­tural.

Agrega que cuando el ciclón comenzó a golpear con sus fuertes vientos, la escuela empezó a llenarse de personas que corrían despavoridas al ver que sus viviendas estaban des­truidas.

Sus hermanos mayo­res, ya graduados en el Instituto Politécnico Loyo­la y empleados, se unieron a otros jóvenes, acompa­ñando a los padres en las labores de retiro de escom­bros y buscar alimentos.

En Baní Jóvenes universitarios, bachilleres y otros que se dedicaban a la agricultu­ra hicieron un buen pa­pel. Rescataron personas de comunidades aisladas, buscaban alimentos, re­colectaban el zinc que arrastraron los vientos y techaban las casas que quedaron paradas, no im­porta quién era el propie­tario.

Había que preparar el te­cho porque allí llevaban a los ancianos y las personas más vulnerables.

Los que se refugiaron por largo tiempo en las es­cuelas, porque sus vivien­das fueron destruidas por completo, también eran suplidos con alimentos, gracias al esfuerzo de esos jóvenes, hoy, anónimos, pero muy serviciales.

Gestionar ante las auto­ridades para que socorrie­ran a los damnificados y a las entidades que suplían donaciones para que llega­ran a los necesitados, fue uno de los grandes aportes de la juventud de la época.

En San Juan Un testimonio de un pro­fesional, que para la épo­ca recién se había gradua­do de bachiller, es que una vez pasado el fenómeno se dedicó a ayudar a mucha gente que vivía en Los Ma­meyes, retirándolos de las orillas del río, como miem­bro de la defensa civil.

EN PUNTOS Trayectoria. El poderoso huracán David, de categoría cin­co, cortó el país en una trayectoria desde Haina, en la provincia San Cris­tóbal, hasta Manzanillo, en Montecristi.

Víctimas. .Cerca de tres mil per­sonas perdieron la vida durante el paso de este huracán, que dejó a mi­les de familias sin casas.

Daños. David también dejó gran parte del sistema vial y eléctrico destrui­do, colapsando a su paso puentes, carreteras, ca­nales de riego y otras es­tructuras.

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