Abinader trazó puntos claves de su gestión en 48 minutos
Tras abandonar el Congreso, Abinader se dirigió al Palacio Nacional, el lugar desde donde dirigirá los destinos de la nación durante los próximos cuatro años.
Sólo 48 minutos le tomó al flamante nuevo presidente dominicano, Luis Abinader, para delinear a grandes rasgos parte de las metas de su Gobierno, enmarcándolas concretamente en temas de salud, educación, seguridad ciudadana, economía, seguridad social y lucha contra la corrupción.
Todo el tiempo concentrado, de momento sereno, luego enérgico, y en un despestañar incontenible y firme en sus advertencias de hacer con trasparencia el trabajo o pagar las consecuencias, Abinader también lucía conciliador y proponente de la unidad para salvar al país del azote de la pandemia y empujar la dinámica económica.
Ayer, domingo 16 de agosto, llegó el día esperado por Luis Abinader, quien ganó las elecciones presidenciales del pasado 5 de julio con más de un 52 por ciento de la votación. Juró como presidente de la República y cumplió una promesa que hizo en vida a su padre, José Rafael Abinader.
La mañana transcurría de acuerdo al programa. Los diplomáticos, funcionarios, invitados especiales e internacionales llegaban al Congreso para presenciar el traspaso de mando. Mientras, Abinader y su familia se preparaban para el gran día.
No fue hasta cerca de las 9:50, solo a diez minutos del horario establecido, cuando se suponía debía llegar al Congreso, que se observó a Abinader bajar de su edificio residencial, directo hacia el parqueo.
Mientras saludaba a los miembros de la prensa y ciudadanos que se agrupaban en las afueras de su residencia, Abinader subió a un carro marca Tesla, color negro, que algunos comentan podría ser la nueva unidad presidencial placa 01, color negro, que opera con energía eléctrica. El Tesla es un automóvil eléctrico fabricado por Tesla Motors, que inició sus entregas hace ocho años en el mercado de Estados Unidos.
A las 10:00 de la mañana, una enorme caravana de vehículos llegó al Congreso. Mucha gente allí pensó se trataba del nuevo presidente, por lo que periodistas y funcionarios que estaban a la entrada de la estructura se acercaron a la espera de su salida del vehículo. Lo que no esperaron fue que el hombre seguido por tanto movimiento era Mike Pompeo, el Secretario de Estado de los Estados Unidos.
La espera continuó y a las 10:17 de la mañana Abinader hacía su entrada triunfal. Se desmontó de su vehículo eléctrico, tomó de mano a su esposa, Raquel Arbaje, saludó a algunos funcionarios y legisladores y desfiló junto a ellos y la vicepresidenta, Raquel Peña, hasta ingresar al edificio del Congreso Nacional.
Minutos después, Danilo Medina hizo su entrada al Congreso Nacional, en lo que fue su último acto público como presidente de la República, antes de entregar la banda tricolor.
El proceso continuó en el Congreso, específicamente en el despacho de Eduardo Estrella, nuevo presidente del Senado y de la Asamblea Nacional, a quien Medina le hizo entrega de la banda presidencial y este, a su vez, se la traspasó a Abinader.
Tras esto, Danilo abandonó la sede del Congreso y Abinader consumaría así su sueño de esta ante la Asamblea Nacional proclamándose como el hombre a cargo de los destinos de la nación. Allí, Eduardo Estrella dijo las palabras introductorias y minutos después llegó el momento cumbre: La juramentación
Abinader, ya convertido en presidente de la República, en sus primeras palabras impactó a la población que le escuchaba atentamente.
En sólo 48 minutos, el nuevo mandatario se mostró crítico contra la corrupción y despertaba la esperanza de una justicia independiente, como prometió durante su campaña.