Política

En 1994 Balaguer prometió construir varias edificaciones importantes que prevalecen

Discurso de toma de posesión presidencial de Joaquín Balaguer en 1994

Joaquín Balaguer, foto de archivo. / Listín

Luisanna CarrascoSanto Domingo, RD

En 1994, Joaquín Balaguer se juramentó nuevamente como presidente del país, en ese momento con una sociedad distinta, y con la visión puesta en cambios infraestructurales.

En ese nuevo periodo de dos años prometió una serie de trabajos a nivel infraestructural con los que mejoraría la calidad de vida de los dominicanos, así como también dejar en claro que era una utopía tratar de erradicar la pobreza.

Puso mucho énfasis en que los pobres también deben luchar para cambiar su situación de precariedad.

“En las pasadas elecciones se habló mucho de la palabra cambio, se prometió en ella inclusive demagógicamente, eliminar en nuestro país la pobreza. La eliminación de la pobreza es sin embargo un mito, pobres hay y habrá en el mundo mientras el mundo exista. Pobres son todos los que no trabajan y todos los que no saben trabajar”, espetó Balaguer en el año 1994.

Venerando al trabajo, puso de ejemplo a los taiwaneses, quienes habían logrado un desarrollo excepcional en su economía tiempo después de separarse de China. Balaguer con palabras filosóficas y citando a José Martí y el Apóstol Dos Ríos, empezó a hablar de sus promesas para mejorar al país.

Su primer proyecto fue la construcción de la presa Monción Mao, la cual según el mandatario irrigaría unas 21 mil 340 hectáreas e incorporaría una gran cantidad de kilovatios al sistema energético y garantizaría agua potable a los ciudadanos de Monte Cristi, Guayubín y demás poblaciones.

También se propuso construir una extensión del aeropuerto Arrollo Barril, para que pudiera recibir toda clase de vuelos internacionales.

“Me propongo construir en este corto periodo de transición de apenas dos años, la extensión del aeropuerto de Arroyo Barril para hacerlo apto para toda clase de vuelos internacionales, es una obra impuesta por el prodigioso desarrollo que han adquirido la provincia de Samaná, uno de los polos turísticos más hermosos del sector antillano”, indicó el mandatario en su alocución.

Como una forma de impulsar la economía, prometió reconstruir todos los muelles y los principales puertos del país, dándole suma importancia a los puertos de San Pedro de Macorís, Barahona y Manzanillo; así como también prometió la rehabilitación del puerto de Puerto Plata.

Balaguer desde hace varios años, tenía las intenciones de construir un establecimiento portuario de primera para en Puerto Plata y el lugar ideal para el llevar a cabo el proyecto era Maimón.

Prometió la construcción de varios transvases, entre ellos el de Río Blanco – Presa Rincón, construcción de 11 kilómetros la cual llevaría agua potable a las provincias Duarte, Salcedo (hoy Hermanas Mirabal), La Vega, y toda la zona del noroeste.

Para calmar las preocupaciones de la deuda y los déficits que enfrentaba el país en ese entonces, Balaguer quiso dejar en claro que el deterioro de la economía no recaía sobre él, alegando que la malversación de fondos destinados a jubilaciones y privilegios eran los principales autores de que la economía del país estuviera deteriorada.

“En los últimos días se han registrado varias alzas en la prima de la moneda dominicana en relación con la divisa norteamericana. Algunos economistas, varios de sólida reputación como Hugo Guilliani Cury atribuyen esas alzas y bajas a la aparición en el mercado nacional de las emisiones inorgánicas. Dudo que eso haya podido ocurrir, porque aquí todos saben que el gobiernos opuesto a ese tipo de emisiones, contamos con la experiencia de los días en que la inflación nos azotó severamente, además el gobierno ha hecho clara su política sobre este aspecto y paga la deuda pública mediante él envió al Banco Central, mes tras mes, de lo que se recauda por concepto de los impuestos sobre la gasolina y sobre todo los hidrocarburos”, fueron las palabras del doctor Joaquín Ricardo Balaguer para referirse a la inflación.

Para finalizar su discurso, Balaguer prometió reunirse con su contrincante y opositor, el doctor José Francisco Peña Gómez, para hacerle algunos cambios a la constitución de ese entonces, cambios que según él, ayudarían a mejorar la forma de gobierno del país.