Gobierno

Balaguer en 1970, el discurso para destacar los logros de su pasada gestión

Balaguer tenía el compromiso de completar las obras que ya se habían iniciado en el anterior (1966-70)

Joaquin Balaguer. Foto de Wikipedia.

Patria UrbáezSanto Domingo, RD

En 1970 el presidente Joaquín Balaguer, quien arribaba a su segundo mandato, aprovechó el discurso de toma de posesión para definir lo que continuaría construyendo “para aportar al desarrollo del país en esos cuatros años entrantes”.

Para este periodo, Joaquín Balaguer tenía el compromiso de completar las obras que ya se habían iniciado en el anterior (1966-70), las cuales enumeró en su discurso y firmó con sus palabras un compromiso de terminarlas.

En esta alocución, el mandatario también aprovechó para externar sus quejas acerca del funcionamiento de algunos organismos del Estado.

Balaguer habló de una “reorganización y saneamiento de la administración pública”, en este punto entran los organismos que ejercen la función de fiscalización y de control de finanzas estatales, esto, debido a que consideraba que la mayoría de las oficinas públicas no estaban rindiendo de acuerdo con la ley y estaban atrasados con el cumplimiento de sus deberes.

Ese “desorden de algunos organismos del Estado”, Balaguer se los atribuyó a la Contraloría General de la República, entidad aun vigente, encargada de velar por la eficacia y regularidad requeridas en esos organismos, y responsable de realizar las inspecciones y auditorias solicitadas.

Otros dos sectores del Estado de los que el presidente expresó insatisfacción debido a su manejo, fueron el Instituto Nacional de Recurso Hidráulicos y el Instituto de Crédito Cooperativo.

Consideró sus operaciones mediocres tomando en cuenta los recursos puestos a su disposición.

No solo hubo quejas hacia las empresas del Estado. Joaquín Balaguer también apreció aquellas que durante esos cuatro años habían trabajado acorde a lo que él consideraba ideal.

Entre las empresas enaltecidas estuvo la Secretaría de Estado de Obras Públicas y Comunicaciones, el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), la Secretaría de Estado de Agricultura y algunos departamentos, entre ellos el de Relaciones Exteriores y el de Finanzas y el de Salud Pública y Asistencia Social, de este último hizo la salvedad de que a pesar de los factores adversos con los que había tropezado en el orden económico, fue eficientemente dirigido durante ese mandato.

Para este mandato se habló de un considerable aumento de sueldo a los servidores públicos, que serían solo gradualmente aumentados acorde al aumento del costo de la vida. Otro sueldo que también mejoraría es el de los jueces con el objetivo de evitar la venta de sus servicios en consecuencia de los bajo salarios.

De igual forma, mencionó un proyecto social “que el Gobierno iniciará a partir de 1 de enero de 1971, cuando entre en vigencia la nueva Ley de Gastos Público, es el aumento de los sueldos de todos los servidores del Estado que reciben una remuneración por debajo de los RD$100.00 mensuales y que son los que sufren en su gran mayoría el rigor de las consecuencias de la espiral inflacionaria en que se halla hoy envuelta la mayor parte de los países del mundo“.

En el discurso, Joaquín Balaguer también analizó las críticas que se habían generado en torno a sus primeros cuatro años de Gobierno, las cuales algunas consideró dañinas y otras dijo estaban vestidas de constructivas.

Una de las defensas presentadas por el mandatario en cuanto a las críticas recibidas, fue las ayudas dadas durante su Gobierno, entre ellas las viviendas otorgadas a personas de escasos recursos, la repartición de parcelas, máquinas de coser, instrumentos de trabajo para artesanos sin posibilidades económicas, sillas de ruedas y piernas artificiales para personas con discapacidad.

Otra falla que señaló fue atribuida al Gobierno que culminaba ese día, fue la corrupción en la administración pública, que fue rechazada enérgicamente en su discurso y enfatizó que durante su gestión no existía dicha corrupción, ya que “el Presupuesto de la Nación es controlado por mí personalmente y de las arcas del Estado no puede salir un céntimo sin que el que habla lo autorice“.

Entre críticas al Gobierno estuvo también la de no haber formulado una política de promoción económica, un orden de prioridades o una planificación científica, a esto difirió señalando que su gobierno fue el único, hasta ese entonces, en dirigir la administración pública de acuerdo a una planificación rigurosa.

Con la cautela que fue llevado el plan económico del país, Balaguer defendió que su Gobierno no comprometió la economía dominicana, ni con el préstamo de un dólar a menos que fuese rigurosamente prioritario.

Fuera de cifras y acusaciones que tuvieran que ver directamente con la administración pública y manejo de las organizaciones del Estado, el presidente Balaguer también fue acusado de represión oficial contra los opositores, a lo que respondió con que del país era la persona con mayor respeto por los derechos humanos.

Se recuerda que meses antes de que se acabara ese Gobierno, en noviembre de 1969, un grupo de mujeres anunció la creación un “Comité de madres, esposas y familiares de los muertos y desaparecidos”, durante los años de su gobierno, por causas políticas.

Además, señaló ante estas críticas que el país no se encontraba frente a un Gobierno retrógrado como querían presentarlo, sino frente a un estado de “demencia colectiva“, acusando de salvajes a otros grupos e individuos que se dedicaban a realizar actos criminales.

Para culminar esta alocución el presidente Balaguer agregó el dato de la contracción de la deuda externa que hubo durante su Gobierno.

Asimismo, en su culminación hizo mención de una de sus iniciativas, que fue la creación de la Comisión Nacional de Desarrollo, cuya formación fue establecida bajo un ambiente democrático y en la cual se debatirían los problemas nacionales.