La República

Comienza la estampida desde el PLD hasta Fuerza de Leonel

En el PLD crecen los reclamos de impulsar una profunda renovación de sus estructuras dirigenciales en todo el país luego de la derrota electoral.

Manuel FigueroaSanto Domingo, RD

La decisión del equipo po­lítico del reelecto senador del Partido de la Libera­ción Dominicana (PLD), Dionis Sánchez, de ingre­sar a la Fuerza del Pueblo, partido liderado por el ex­presidente Leonel Fernán­dez, plantea el inicio de una nueva estampida en las filas de la organiza­ción que saldrá del poder el próximo domingo.

Sánchez siempre ha si­do vinculado con el expre­sidente Fernández, quien renunció del PLD en octu­bre pasado tras denunciar un fraude en su contra en las primarias internas, pa­ra favorecer la candidatu­ra presidencial de Gonzalo Castillo, que era impulsa­da por el presidente Dani­lo Medina, Castillo fue de­rrotado en las elecciones presidenciales del 5 de ju­lio pasado.

“En el equipo político de Dionis trabajamos en el Par­tido de la Liberación Do­minicana para que el gane, pero no tenemos nada que hacer en el PLD”, fue la de­terminación del equipo po­lítico encabezado por el di­putado Manuel Sánchez, Fernando Sánchez, Joselin De Jesús, Fernando Feliz, Winelly Espinal, Hipólito Peralta, María Amador, Es­ther Matos, entre otros cer­canos colaboradores del le­gislador.

Otras figuras del pele­deísmo, como el reelecto senador Félix Bautista, y el reelecto alcalde de San­tiago, Abel Martínez, tam­bién son vinculados con Fernández, pero se desco­noce la actitud que asumi­rían después de pasar a la oposición.

Momento difícil

El PLD atraviesa por el momento más difícil de su historia en casi medio siglo. Tras su lacerante di­visión interna y derrota electoral, su destino esta­rá en manos del congreso ordinario del 4 de octubre.

Este organismo integra­do por su dirección nacio­nal y de base se mantuvo inactivo los últimos sie­te años. No se convocaba desde 2013 cuando se re­unió el VIII Congreso Nor­ge Botello, para aprobar reglamentos relativos al fortalecimiento institucio­nal del partido, la mayo­ría de los cuales nunca se cumplieron sentando un mal precedente.

Se advierte que dada la embarazosa situación del PLD, ahora podrían trans­ formarse en realidad las premoniciones de muchos dirigentes desde que esta­lló la gran crisis interna de 2007, advirtiendo que si se dividían y perdían el poder caerían todos presos, des­pués de 20 años bajo con­trol del Estado.

David contra Goliat

Los últimos dos años se han convertido en una pe­sadilla para la poderosa maquinaria peledeísta, que no se preparó para ver es­fumado el sueño de la se­gunda reelección del pre­sidente Danilo Medina, el cisma del 6 de octubre, las protestas de febrero, la de­bacle en las elecciones mu­nicipales del 15 de marzo y el mandarriazo final del 5 de julio, salpicados por las profundas crisis económica y sanitaria provocadas por el Covid-19.

Parafraseando el signifi­cado de la popular frase bí­blica “David contra Goliat”, el PLD cayó abatido por un oponente político más pe­queño y débil, ya que el opositor Partido Revolu­cionario Moderno (PRM) tiene seis años de fundado y en su primera experien­cia electoral en 2016 fue vencido ampliamente por el presidente Medina con un 61.74% contra 34.98%.

Sin embargo, los pape­les se invirtieron en los úl­timos cuatro años y la or­ganización morada de la estrella amarilla redujo sus preferencias electorales de 2,847,438 votos en 2016, a solo 1,537,078 votos, pa­ra un 37.46%. Perdió no so­lo la presidencia de la República, sino también el control del Sena­do, la Cámara de Diputados y el poder municipal.

En cambio el PRM y su candidato Luis Abinader re­montaron ampliamente en el favor popular, pasando de 1,613,222 en 2016 hasta 2,154,866 votos, para triun­far en primera vuelta con un 52.52.52%. Despojó así al PLD de la hegemonía mante­nida en los últimos 16 años.

Mientras que el expresi­dente Fernández, con solo ocho meses de abandonar la presidencia del partido go­bernante para fundar Fuerza del Pueblo con un grupo de dirigentes leales, logró junto a los partidos aliados que lo apoyaron 365,226 votos, un 8.90 por ciento.

Además los leonelistas exhiben como trofeo de guerra su eslogan de cam­paña “E’ pa’ fuera que van”, y que su partido sin alia­dos obtuvo 233,538 votos, o sea, un 5.69%, suficiente para convertirse en partido mayoritario de acuerdo a la Ley de Partidos Políticos y ocupar el tercer lugar en el orden de la boleta electoral.

Congresos del PLD

La convocatoria del IX Con­greso tendrá por delante la engorrosa tarea de mo­torizar una profunda re­novación de su anquilo­sada dirección y retomar los principios, y disciplina echados por la borda en to­dos estos años de burocra­cia y bohemia.

El PLD fue fundado por el profesor Juan Bosch, tras la división del Partido Revolu­cionario Dominicano (PRD), en 1973. Entonces se cele­bró el Congreso Constitutivo Juan Pablo Duarte.

A este evento le suce­dieron el I Congreso Nar­pier Díaz González, 1978; II Congreso Nim Diplán, 1982; III Congreso Jaime Vargas, 1986; IV Congreso Félix Ser­vio Docoudray y Miguel Soto, 1990; V Congreso Enmanuel Espinal, 1994; VI Congreso Profesor Juan Bosch, 2000; VII Congreso Doctor Rafael Kasse Acta, 2005, y VIII Con­greso Comandante Norge Botello, 2013.

SEPA MAS

La pérdida del poder El Senado.

De los 32 senadores el PRM obtuvo 18 escaños, el PLD, 6; Fuerza del Pueblo, 5; Dominicanos por el Cambio (DxC), uno; PRSC, dos.

Diputados.

En las elecciones del pa­sado 5 de julio, en el ni­vel de los diputados el PRM y aliados obtuvo 90 escaños; el PLD, 75; PRSC, 6; FP, 4 y PRD, tres.

Presidencia.

En el nivel presiden­cial el PRM y Luis Abi­nader, 52.52.%; el PLD y su candidato Gonza­lo Castillo, 37.46%; La FP y su candidato Leo­nel Fernández, 8.90%; Alianza País, con Gui­llermo Moreno, 0.96%; el PDI, 0.08%, y el PN­VC, 0.08%.

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