Enfoque
Dominicanos: En Donald Trump tenemos un aliado
Desde que Donald Trump tomó la Casa Blanca ha estado implementando medidas que favorecen a la República Dominicana. Tomemos la construcción del muro en la frontera con México, por ejemplo. Esa medida nos beneficia en el sentido de que nos da contexto para proceder de manera similar en torno a la regularización de nuestro sistema de inmigración. Específicamente en relación al vecino país de Haití que permite la salida ilegal de decenas de miles de sus ciudadanos a territorio dominicano años tras año.
Lamentablemente el presidente Danilo Medina desaprovechó esa oportunidad singular para nuestra soberanía preservar. Por el contrario, usó su capital político para debilitar la democracia dominicana, al darle la espalda a las hermanas democracias de EE. UU. y Taiwán, y ponerse de frente con actitud complaciente ante el gigante comunista-dictatorial del lejano oriente.
En este particular, a pesar de las decisiones tomadas por Medina, RD todavía tiene tiempo de aprovechar la ventaja contextual que nos da el muro fronterizo entre México y Estados Unidos. Si Trump es reelecto en noviembre, nuestro presidente electo, Luis Abinader, podría darle carácter a la construcción de una barrera con puertas que nos permita tener control de quién entra a nuestra nación.
Una obra de esta naturaleza, de hecho, también crearía una serie de empleos directos e indirectos que, en efecto, ayudarían a dinamizar zonas económicamente deprimidas a lo largo de los 376 kilómetros que comprenden nuestra frontera con Haití. Por ello, espero que Abinader y su equipo tengan la voluntad de asumir con intención esa patriótica gestión independientemente de cual sea el resultado de las elecciones estadounidenses del próximo noviembre. De no hacerlo así, las oenegés aprovecharán la negligencia de nuestros líderes políticos para avanzar en su proyecto de fusionar las naciones de La Hispaniola para que sean una sola.
En otro orden, el gobierno de Trump ha beneficiado a República Dominicana por medio de su política económica; política que, antes de que se materializara la pandemia, tenía al aparato productivo estadounidense operando a todo vapor. Tanto así que la tasa de desempleo descendió a 3.5%, el nivel más bajo en los últimos cincuenta años.
Dada la alta dependencia que tiene RD de EE. UU., de más está decir que ese dinamismo económico ha incidido en el bienestar de los dominicanos de manera transversal a través de nuestras industrias a lo largo y ancho del territorio nacional, y más allá. Consideremos, por un lado, que en EE. UU. residen más de dos millones de personas de origen dominicano. Según cifras del Banco Mundial, las remesas que esas personas han enviado a RD incrementaron a razón de sobre 6.4% anual desde que Trump tomó el poder en el 2017. Comparativamente, durante los últimos tres años del gobierno de Barack Obama, las remesas a RD incrementaron a razón de un promedio anual de solo 3.4%.
Otro elemento interesante relacionado a las remesas es puesto de relieve en un informe publicado por el Banco Central de la República Dominicana en el otoño de 2019. En el mismo, dicha entidad establece que durante los tres primeros años del gobierno de Trump las remesas provenientes de EE. UU. comprendieron más de un 75% del total de las remesas recibidas en RD. En cambio, durante los últimos tres años del gobierno de Obama esa cifra promedió por debajo del 69%.
En el ámbito del comercio internacional, Trump ha creado más oportunidades para República Dominicana que los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama combinados. Por un lado, bajo el gobierno de Bush se eliminó el Acuerdo Multifibras que causó el cierre de varias zonas francas no solo en RD, sino también a través de Latinoamérica. Si bien, por otro lado, bajo el gobierno de Bush se firmó el tratado de libre comercio entre EE. UU., Centroamérica y RD, dicho tratado no ha mejorado de manera significativa los términos de intercambio en favor de los dominicanos. Esto bien lo evidencia la naturaleza deficitaria de nuestra balanza comercial con Estados Unidos.
Obama, por su parte, firmó el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica o TPP, por sus siglas en inglés. La estructura de tal tratado era tan desfavorable para la industria textil dominicana que en el año 2014 Danilo Medina se vio compelido a componer una misiva dirigida a Obama donde expresó de manera meridiana sus preocupaciones. El presidente Obama respondió con el mayor grado de cordialidad, pero sin hacer ninguna promesa de atender a nuestra imperante necesidad.
Con un estilo de liderazgo diametralmente opuesto al de Obama, Donald Trump, tan pronto tomó el poder en enero del 2017, sacó a EE. UU. del TPP y, consecuentemente, actuó en el mejor interés no solo de los estadounidenses, sino también de casi todas las economías emergentes de nuestro continente. A esto sumémosle las medidas que Donald Trump ha tomado en torno al comercio con China. Sin dudas, las mayores beneficiarias de esas políticas de comercio justo han sido y serán economías que, como la nuestra, tienen una proximidad geográfica e idiosincrática con EE. UU., así como una ventaja comparativa en actividades económicas que utilizan la mano de obra de manera intensiva.
Finalmente quiero hacer referencia a la que posiblemente ha sido la mayor contribución del gobierno de Donald Trump para con nuestra nación. Me refiero, nada más y nada menos, que a la llamada telefónica que en julio de 2019 le hizo el secretario de Estado Mike Pompeo al presidente Danilo Medina para ponerle freno a su intento de modificar la Constitución con el objeto de buscar la reelección. Es probable que sin esa telefoneada el presidente Medina hubiese perseguido su ambición de continuar gobernando esta nación cual si fuera un dictador sin contrapesos que pusieran en jaque su gestión. Gracias a Dios que eso no sucedió y ello se debe, en parte, a la influencia ejercida por Donald Trump en favor de la democracia en la patria de Duarte.