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Festejos y angustias de madre que tuvo Covid-19

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ROSMERY MÉNDEZ VARGASSanto Domingo, RD

Celebrando que salió libre de coronavirus se encon­traba Luisa María Casado junto a su familia ayer en el Malecón de Santo Do­mingo, con sus mascarillas puestas y guardando el distanciamiento entre las demás personas que se en­contraban en el lugar.

Luisa María inició con fie­bre alta y dolor de cuerpo por lo que decidió apartar­se de su familia dentro de su casa para no exponer­los.

El miércoles 13 de mayo presentó estos síntomas y el sábado de la misma se­mana decidió ir al Centro Medico Moderno, donde le dijeron que no podían indicarle la prueba para el Covid-19 porque los mé­dicos de emergencia no estaban autorizados, por lo que debía ir en días la­borables, ya que el fin de semana los médicos que consultan no se encontra­ban laborando.

Al sentirse angustia­da por no saber si tenía el nuevo coronavirus y ante la respuesta negativa del centro al que acudió, deci­dió contactar a un familiar que trabaja en Salud Pu­blica y le explicó que lleva­ba tres días con síntomas. Su familiar inmediata­mente le envía vía Whats­App la indicación.

Ya con la indicación en sus manos, Luisa María pensó que sería fácil con­seguir que le realizaran la prueba y salir de la incer­tidumbre, pero este proce­so fue aun peor que el ante­rior. “Llamé al laboratorio Amadita y nunca contes­taron la llamada, entonces llamé a Referencia y esperé más de una hora al teléfo­no, pero cuando contesta­ron me dijeron que el miér­coles me harían la prueba, la llamada fue el lunes”, cuenta.

El jueves de esa sema­na las sospechas de Luisa María fueron confirmadas, salió positiva al coronavi­rus. De inmediato toma­ron medidas adicionales a las que ya tenían en la ca­sa para evitar que sus hijos y esposo contrajeran la en­fermedad.

Tres semanas después de Luisa María haber llama­do al laboratorio Amadita para realizarse la prueba, ellos la contactan para de­cirle que si ella quería po­día continuar en la lista de espera. “Ellos me llamaron la semana pasada, ya yo es­tuve en tratamiento y todo, y ahora es que me llaman”, lamenta.

“En mi caso, como tengo un familiar en Salud Publi­ca, cuando di positivo, ellos se comunicaron conmigo, y me pusieron un tratamiento con azitromicina, aspirina, realizar vapores, vitamina C y un antigripal”, explica.

El amor se impone al Covid Abrazo. Pero el amor de sus hijas pudo más que el coro­navirus , ya que cubier­tos de fundas plásticas, protegidas con mascari­llas y lentes, le dieron un abrazo a su madre de fe­licitación.

En familia. Luisa y su familia salie­ron a celebrar que venció el coronavirus. Fueron a la misa y luego se queda­ron en el malecón .