El lado humano de los jóvenes francomacorisanos

El lado solidario del ser humano siempre sale a flote, y en tiempo de crisis sanitaria como la que se está enfrentando el mundo, no ha sido impedimento para que un grupo de jóvenes francomacorisanos se identifiquen con las mejores causas como es ayudar al prójimo sin importar circunstancias.

Bajo un lema fuera de lo tradicional denominados ´Fuerzas Vivas Duarte´, Yeuri Smith Infante, miembro cofundador del proyecto, sostiene que la intención es ayudar al amigo y hermano en crisis.

Quienes se encargan de darle soporte a través de ayudas humanitarias a aquellos que están en estado de vulnerabilidad. Explica que este slogan surgió como respuestas de indignación por parte del pueblo de San Francisco de Macorís porque las autoridades lo tildaron de irresponsable, recordando que esta fue una de las principales provincias con mayores casos de contagios por el mortífero Covid-19.

La labor loable que realizan estos jóvenes exponiéndose al posible contagio y encarando de la mejor manera para llevarle esperanza a los desfavorecidos, es un acto de como la solidaridad se viste de carne y hueso, y se convierte en una demostración de amor hacia los demás.

Comentan que se enfocan en los lugares más populares de la provincia, donde la extrema pobreza está en su máximo eslabón y que las autoridades han olvidado en esta pandemia. Motivo para que las personas presenten síntomas de pánico y desesperación por no tener lo básico como es alimento y techo, en esta primera etapa, “solo hemos podido colaborar con raciones alimenticias y con electrodomésticos esenciales como cama y abanicos”.

Aclara que han gestionado ayuda de los diferentes sectores, microempresarios y empresarios, y personas allegadas que se identifican con la causa, de los sectores más populares y que tienen familias que patrocinan en momentos de incertidumbre financiera, como lo llaman comúnmente, sabían de antemano que estaban pasando hambre y que no podían salir por la situación de la cuarentena y el estado de emergencia. También, explica que muchos son negociantes informales y quedaron a la intemperie, y aquí la cultura del ahorro no existe, “por eso nos vimos en la necesidad de buscar un medio para darle una mano amiga a aquellos que están en dicha situación”.

Muchas personas le hizo caso omiso al Covid-19 por diversas razones, una de las primordiales, el sustento de sus hogares, porque una buena parte de la población de los pueblos, regularmente vive del chiripeo, es decir, de lo que aparezca, y si el estado no le garantiza como van a costearse los días de cuarentena que decretó, como van a salir adelante, si no los mata la enfermedad el hambre se aloja en su casa, y sin forma de saciarse.

“Mostrar la entereza y la solidaridad siempre ha sido nuestro norte y con la situación nos vimos más comprometidos que nunca en hacer algo para decir presente ante los estragos que deja y dejará a futuro el covid-19, con pequeños actos llevamos alivio a las personas”.