ACRIBILLADO

La Soga habría sobrevivido a por lo menos cinco atentados

El exteniente Fernando de los Santos, conocido como La Soga, acribillado a balazos el miércoles pasado frente a su residencia del sector de Gurabo, al norte de Santiago, habría sobrevivido a otros cinco atentados, según datos suministrados por autoridades policiales.

En 2001, en un operativo donde miembros de la Policía Nacional perseguían a supuestos delincuentes en el sector los Ciruelitos, al norte de Santiago, La Soga recibió un impacto de bala en el tórax, pero aunque cayó al suelo, el chaleco anti balas lo protegió.

En esa operación murió uno de los supuestos delincuentes, otro resultó herido en sus piernas y dos más fueron detenidos.

En esa ocasión, la Policía Nacional manifestó que habría sido uno de los delincuentes “que se enfrentaron a la Policía”.

Años después, desconocidos tirotearon en la avenida Gregorio Luperón de Santiago, una guagua que conducía el ex oficial mientras se dirigía al cuartel policial de Jacagua, cerca de su residencia, donde era el jefe de puesto.

De ese atentado, La Soga sobrevivió porque logró esquivar a sus atacantes cortando caminos hasta llegar al cuartel que comandaba, donde recibió protección de los demás agentes bajo su mando.

En el 2004, el ex oficial, que dirigía el temible equipo policial denominado “el Escuadrón de la Muerte”, junto a otros policías buscaban a un presunto delincuente en el sector La Otra Banda de esta ciudad, recibió una pedrada en la cabeza, pero no sufrió lesiones porque tenía un casco protector.

A principios del 2019, desconocidos quemaron parcialmente una jeepeta de su propiedad, la cual se encontraba estacionada en la marquesina de su residencia y luego hicieron varios disparos, la mayoría al aire.

En esa ocasión, vecinos que rehusaron identificarse, manifestaron que el hecho ocurrió en la madrugada y que escucharon la voz de un hombre que habría gritado, “que salga el guapote”.

Muchos lo defienden

En el céntrico sector de Los Pepines, muchas personas lo recuerdan y dicen que cuando estaba activo en la Policía mantenía a raya a los delincuentes.

“Recuerdo que aquí había un ladrón que tenía a todo el mundo en zozobra, hasta a mí me robó, porque me violentó la puerta de mi colmado en horas de la noche, o la madrugada, me imagino, yo no estaba presente”, enfatizó un comerciante.

Reveló que los comerciantes y la gente de los Pepines se quejaron en la Policía y que el desertor teniente lo interceptó, lo golpeó por la cabeza con una pistola y que le habría advertido que no estaba en la Policía para apresar a nadie, sino para matar.

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