La República

Riesgos

Covid-19 no para las visitas de recreación al Malecón del DN

Ni las amenazas del Covid-19, las altas temperaturas, un sol abrasador y partículas del polvo del Sahara en el ambiente, han convencido a mucha gente de permanecer en sus casas y evitar riesgos. /VÍCTOR RAMÍREZ

Paul MathiasenSanto Domingo, RD

Aun con altas temperaturas, un sol abrasador, partículas del polvo del Sahara y las constantes recomendacio­nes de las autoridades para que la población permanez­ca en sus casas por la pande­mia del Covid-19, cientos de personas salieron ayer do­mingo a recrearse al male­cón de Santo Domingo.

Independientemente de las advertencias, duran­te las horas previas al toque de queda, mucha gente op­tó por disfrutar su domingo frente al mar.

Las manecillas del reloj aun no marcaban las 7:00 de la mañana cuando un grupo de ciclistas, algunos con mas­carillas y otros no, recorría la ciclovía del malecón a toda velocidad, en una muestra clara de actividad física. Muy cerca de ellos iban otros que fueron allí a caminar.

El ejercicio de la actividad física, que fue el principal movimiento visto en el male­cón mientras el sol emergía imponente desde su natural salida en el oriente, cambió horas más tarde a otra forma por personas que prefirieron salir a tomar aire fresco y so­cializar.

De entre 10:00 de la ma­ñana y 4:00 de la tarde, una hora antes del inicio del to­que de queda, lo que predo­minaba en la el tramo del malecón, entre la avenida Abraham Lincoln y el Mo­numento a Fray Antonio de Montesinos, eran activida­des sociales.

Nuevamente, en contra de todo protocolo de distan­ciamiento social, muchas personas llegaron a esta zo­na, usaron los bancos, algu­nos trajeron sus propias sillas y otros se conformaron con la sombra de algún árbol.

Con el pasar de las horas, los niños jugaban, los adultos reían y algunos tomaban cer­veza. Otros utilizaron estos es­pacios públicos como área la­boral.

Un hombre, quien prefirió no identificarse, “montó” su barbería bajo la cobija de un árbol y en un muro de concre­to colocó sus productos de es­tética: alcohol, espuma, jabón y su utensilio principal: una navaja.

Aparte de las condiciones actuales y las recomendacio­nes de las autoridades, nume­rosos ciudadanos han optado por hacer caso omiso a esto, disfrutar al aire libre de la lle­gada del verano y aplacar las calurosas temperaturas fren­te al mar.

Predictor de Onamet

En una conversación con Lis­tín Diario, uno de estos indicó que este fenómeno, que ocu­rre todos los años, provoca un aumento significativo en las temperaturas, en un momen­to del año de cambio de esta­ción, lo cual puede afectar a la piel.

“Esta insolación no es ade­cuada para que ninguna per­sona se exponga, porque uno viene del período invernal donde la temperatura era más fresca y en la medida que se presentan estas insolaciones, la piel de las personas no están preparadas para recibir esta insolación y esto puede provo­car daños a la piel y, por tanto, la persona no se debe exponer a este tipo de insolación”, dijo.

AMBIENTE

Altas temperaturas

y polvo del Sahara

Además de la pandemia del Covid-19, un pre­dictor del tiempo de la Oficina Nacional de Me­teorología (Onamet) re­comendó evitar la expo­sición solar y tratar de mantenerse en los hoga­res, debido a la llegada del polvo del Sahara.

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