En Puerto Plata la gente hace poco caso al confinamiento
El confinamiento dispuesto por el gobierno en esta provincia, a raíz de la masiva concentración de personas siguiendo la visita del peregrino de Villa Altagracia, Migdomio Adames, se cumple sin mayor impacto que la supervisión de acceso en las entradas este y oeste de la ciudad.
La circulación de personas y vehículos se realiza con normalidad y este viernes eran ostensibles largas filas de personas para acceder a los bancos, supermercados y los establecimientos que están operando aquí.
En la oficina principal de Banreservas, la fila abarcaba toda la calle Padre Castellanos y un tramo de la Beller, luego de la intervención de unidades policiales y de la Fuerza de Tarea Conjunta para evitar aglomeraciones excesivas ante la gran cantidad de clientes de la sucursal bancaria.
En la misma calle Beller, los clientes del Banco del Progreso, aunque en menor cantidad, hacían su fila en la acera de enfrente en procura de resguardarse del inclemente sol y las altas temperaturas imperantes.
Turismo y negocios afectados Desde el inicio de la cuarentena, los negocios más impactados por la prohibición de abrir sus puertas son los relacionados al turismo, los restaurantes, gift shops y otros establecimientos, con sus puertas cerradas, y la plaza independencia, habitualmente llena de turistas, completamente desolada, al extremo de que en plena actividad la alcaldía era el único espacio de movilidad en los alrededores de la plaza. Algunas unidades de taxi del sindicato turístico, que han visto mermar sus actividades, montan a clientes locales que de momento solicita sus servicios.
También algunos guías turístico deambulan por la plaza, como para no perder la costumbre de estar en su lugar habitual de trabajo. No se observan los vendedores de cocos de agua ni de sombreros para los visitantes.
Numerosos establecimientos comerciales, tiendas de ropa, venta de artículos para celulares, pelo postizo, cosméticos, dulcerías, salones de belleza y otros cerrados desde hace casi dos meses a la espera de tiempos mejores.
A lo largo de la calles, como la Separación, resulta desolador ver en hilera los negocios cerrados que abundan en una de las principales arterias comerciales de la ciudad.
Negocios cerrados por incumplimiento La jornada del pasado jueves fue una de las más intensas para las unidades de la Policía y de la Fuerza de Tarea Conjunta. Diez negocios fueron cerrados de manera provisional al comprobarse que incumplían las normas de distanciamiento social impuestas por las autoridades sanitarias. También fueron clausurados colmados, colmadones y otros establecimientos, durante el operativo en el que el más visible fue la muy concurrida tienda Las Margaritas, en la intersección entre las calls Beller y San Felipe, en el mismo centro histórico de la ciudad, la tienda que vende de todo desde cosméticos, comestibles y plásticos y tiene poco espacio interior de pasillos y los clientes suelen acumularse sin medio metro de distancia entre unos y otros.
Suministros irregulares Los principales supermercados de la ciudad, los dos establecimientos del Supermercado José Luis, La Sirena y Jumbo, mantienen un stock de comestibles y demás artículos bastante normal, pero en unos y otros es evidente como en determinados momentos escasean artículos, las leches sin lactosa, la harina de trigo, los yogur regulares de envases de un litro, las carnes pre empacadas, por momentos no están en las góndolas, determinadas marcas habituales salamis, de corn flakes, o mantequillas de importación, etc. un día están y otro no.
Mientras que en las calles adyacentes al mercado municipal los vendedores de víveres y vegetales desde las camionetas o en las aceras ofrecen sus productos a los clientes desde antes de las 6 de la mañana hasta próximo a las dos de la tarde cuando van recogiendo su mercancía.
En los últimos días han proliferado además las camionetas de venta de plátanos, auyamas, sandias, piñas y otros productos, ubicadas en calles de mucho tráfico para ofrecer sus productos a los transeúntes.
Puestos de chequeo En la entrada este de la ciudad contiguo a la entrada número dos de Playa Dorada se procede el chequeo uno a uno de los vehículos que entran o salen de la ciudad, de forma amable los efectivos policiales y militares apostados en el lugar inquieren a los conductores hacia donde se dirigen, procuran que no haya exceso de pasajeros y que los conductores de motocicletas estén debidamente provistos de casco protector y que justifiquen la razón por la que transitan de un lugar a otro.
El teniente Fabián explicó a este reportero que en cumplimiento de las instrucciones de los superiores se procura de forma amable que solo transiten aquellas personas que por compromisos de trabajo tienen que hacerlo, camiones y otros vehículos de transporte de mercancías hacia los mercados y otros establecimientos y personas que se dirigen a chequeos médicos, principalmente.
LOS EVENTOS Malecón En el malecón la actividad se ha reducido drásticamente por igual, restaurantes, bares y las tradicionales casetas de la parte alta se encuentran cerradas, en horas de la mañana se observan algunas personas caminando, corriendo o en bicicleta, la generalidad con mascarillas, puestas o medio poner y personas que salen sentarse y conversar al fresco sentados a distancia prudente.
Las 4 la hora del límite A partir de las 4 es cuando de verdad la ciudad comienza a sentir el verdadero respiro, disminuye drásticamente la circulación de vehículos, los motoconchos van desapareciendo y en general las calles más activas se van volviendo lentas hasta al filo de las 5 el movimiento de personas motores y vehículos se hace, casi nulo.