PEREGRINO VILLA ALTAGRACIA
Los caminos que llevaron a Migdomio Adames a peregrinar
La historia de Migdomio Adames, el peregrino de Villa Altagracia que supo recorrer Puerto Plata con una multitud detrás en la supuesta búsqueda de la erradicación del COVID-19 en el país, registra un momento trágico en su adolescencia que fue el que lo inspiró a realizar estas largas caminatas.
Todo se traslada a cuando tenía solo 10 años. Su padre lo despreció como hijo, por lo que se mudó con su madre, pero al poco tiempo, por orden judicial, retornó con su progenitor.
“Él (su padre) decía que yo no era su hijo y luego yo vivía con mi madre y él un día fue a un tribunal y me llevó a su lado luego de que le dieran mi custodia. Y un día me dice que ya yo no vivía más”, describe.
Adames continúa narrando y describe la tortura a la cual fue sometido y el intento de asesinato de su propio padre. “Me ató de manos, me amarró por la cintura con un lazo y se montó a un caballo en Villa Altagracia y luego echó el caballo a correr y yo corría para tratar de seguirle el ritmo pero caí de barriga y el siguió conmigo arrastrado”.
Mientras se arrastraba por tierra, piedras y cualquier objeto que apareciese en ese trayecto mortal, cuenta que perdió un poco la conciencia por todo el sufrimiento. Recuerda que llegó a un río donde le propinaron la estocada final.
“Cruzamos un río y ya el sintió que yo estaba muerto, entonces me dio una puñalada al costado derecho de mi ombligo y me abandonó en ese lugar”, relata crudamente el suceso.
Momentos después, recuerda que un hombre “blanco, alto y con mucho cabello” lo cargó hacia un potrero de animales, y le dijo: “Alguien te vendrá a buscar”. En ese lugar pasó la noche y al día siguiente fue encontrado por trabajadores del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), quienes lo trasladaron a la maternidad de Villa Altagracia.
“Allí llegué casi muerto, pero me vieron los mínimos signos de vida y me llevaron a la capital donde permanecí tres meses en cuidados intensivos”, y agrega que es durante ese proceso de recuperación que comenzó a preguntar sobre Dios y a conocerlo.
“Después de lo que ocurrió comenzó mi manifestación a Dios, me acercaba, me acercaba y me preguntaba ¿quién era ese hombre? y me dedique a rezarle”.
Hoy, con 56 años de edad y desde el 1998 haciendo peregrinaje, Migdomio Adames lo único que le interesa es seguir el camino que le ha encomendado Dios.
“Yo soy artesano, de eso vivo, también tuve mi familia, pero la perdí porque decían que le dedicaba mucho tiempo a Dios, pero yo estoy feliz y pretendo seguir el camino que él me marcó. El pasado domingo el 'peregrino' fue seguido por una multitud en Puerto Plata, norte del país, para enterrar una cruz en el mar y así erradicar el COVID-19 en el país.
Esta acción ha sido condenada por diversos sectores, pues los miles de personas que le acompañaron se expusieron al contagio del virus que ha cobrado la vida de más de 300 personas en República Dominicana, y del que se han infectado más de 6,900. Después de la peregrinación de Adames se implementó un cerco sanitario de siete días en la provincia para evitar más contagios de coronavirus.
Peregrinajes
Migdomio comenta que su primera caminata de peregrinación fue en el año 1998 cuando tenía 34 años de edad. “Fue rumbo hacia Higüey, visitando la Basílica. De ahí pase unos cuantos años más yendo en cuaresma, Semana Santa, para pedir por la salvación y el perdón de Dios”.
Además, también dijo que con los años ha recorrido en actos de peregrinación las provincias de Pedernales, Elías Piña, Samaná, La Romana, San Pedro de Macorís, El Seibo, Hato Mayor “porque Dios me indico que tenía que pisar toda la tierra dominicana llevando su mensaje”.
En específico recuerda algunas caminatas de peregrinación como la del año 2014. “Cuando antes de entrar a la provincia de San Juan en una peregrinación me hacen una entrevista y yo decía que Dios me había mandado a visitar a los enfermos y que la reelección del presidente Danilo Medina se veía en la luz de los cielos y mire usted que ganó para el mandato 2016-2020”.
No obstante, a pesar de aquel señalamiento sobre la reelección del presidente Medina, el peregrino niega que tenga vínculos políticos y mantiene que lo que lleva es “el mensaje de Dios”.
Uno de estos mensajes que se viene mencionando a partir de la peregrinación que culminó en Puerto Plata, fue el que dio en el año 2018, donde advirtió que se aproximaba “un castigo”. “Desde el 2018 vengo advirtiendo al mundo del castigo que se aproximaba para el 2020. Y en el 2019 también hice la advertencia recorriendo Villa Altagracia, Piedra Blanca, Bonao, La Vega, Santiago, Villa Gonzales, Navarrete, Esperanza, Valverde Mao, Santiago Rodríguez, hasta llegar a la Loma de Cabrera.
En ese entonces, ante la supuesta proximidad de ese castigo, Migdomio Adames explica que se cuestionó sobre que se podía hacer para evitar la llegada de esa adversidad. “Luego de ese mensaje de Dios, de ese castigo, le pedí sobre qué podíamos hacer para evitar eso y él me dijo que le dijera a la ciudadanía que se hincara y que le pidiera mucho perdón y misericordia y me ordenaba que tomara una cruz más pesada y transitara rumbo hacia a las aguas de Puerto Plata”.
Es a partir de ese mensaje que el pasado domingo 26 de abril realizó la caminata de peregrinación que fue acompañada por una multitud de personas en la provincia Puerto Plata, lo que provocó que las autoridades tomaran medidas ante el posible aumento de contagiados por COVID-19, dada la violación de las medidas de distanciamiento social.
“Hoy quieren decir que las autoridades de Puerto Plata fueron las culpables, pero no vamos a buscar culpables en Puerto Plata. Ni lo soy yo, ni lo es Puerto Plata, ni lo son las autoridades, sino que es la manifestación del espíritu Santo que así lo quiso”, dice.