Coronavirus
Duarte y Puerto Plata: Dos provincias acordonadas en 40 días de pandemia
Dos provincias de República Dominicana han sido intervenidas durante cuarenta días que lleva la nación caribeña con medidas de aislamiento social para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
La provincia Duarte, cabecera del nordeste, vio cerradas sus entradas y salidas el 27 de marzo, tras constatarse con cifras oficiales que se trataba del primer y más grave foco de contaminación comunitaria del COVID-19 en el país.
Hasta el día de hoy, la entrada a San Francisco de Macorís permanece custodiada por militares, quienes detienen todo intento de ingreso para descartar posibles viajes innecesarios a la comunidad.
Los problemas que trajo el COVID-19 a este provincia llegaron en las primeras semanas de marzo: su director provincial de Salud, el director municipal de Salud, el alcalde electo y el gobernador dieron positivos al nuevo virus, dejando a la demarcación prácticamente en un estado de indefensión que se va saldando con las cifras más altas de muertes por la enfermedad en el país, además de la tasa de incidencia por cada cien mil habitantes más elevada de todo el suelo dominicano.
También en el norte, en la provincia Puerto Plata, se tuvieron que tomar medidas radicales prohibiendo la circulación de personas por un periodo de siete días, que podrían ser incluso extendidos a más según informó la noche del lunes el Gobierno.
Puerto Plata vivió el domingo a mediodía las más crudas escenas de surrealismo de los últimos cuarenta días en el país: cientos de personas marcharon detrás de un peregrino que llevaba una cruz a cuestas, que en su voz aseguraba haber hablado con Dios y que este le pidió arrojar la estructura de madera en playas puertoplateñas para decretar el final del coronavirus.
En conjunto estas dos provincias acumulaban 89 muertes, 795 personas con la enfermedad y 116 recuperadas, según establece el boletín número 40 de las autoridades sanitarias nacionales, dado a conocer la mañana del martes.
De manera particular, Duarte es la que concentra los mayores acumulados: 597 personas contagiadas cuando Puerto Plata solo ha tenido 198 hasta el momento; 76 muertos, mientras que Puerto Plata solo tiene registrados 13 y en cuanto a los recuperados se repite una historia similar: 99, en la arrocera provincia Duarte y 17 en la turística “Novia del Atlántico”.Las características de ambas provincias para convertirse en focos de contaminación son importantes. Duarte, por ejemplo, fue la primera demarcación del país en registrar el contagio comunitario y actividades como el carnaval y las elecciones generales municipales fueron espacios de propagación del virus.
Otro de los factores que influyó en convertir a Duarte en foco de infección pronunciado, según el ministro de Salud Pública, fueron los contantes viajes de dominicanos residentes en Nueva York. Esa comunidad neoyorquina fue la que registró el epicentro de la enfermedad en los Estados Unidos con 17,303 muertes y 292 mil personas infectadas.
Allí, en pleno confinamiento nacional, se destaparon galleras improvisadas donde los lugareños apostaban dinero, en clara violación a las disposiciones de distanciamiento social que había emitido el Gobierno dominicano.
Puede que en Puerto Plata los números más grandes por mostrar sean la cantidad de personas que movilizó Mildomio Adames, un hombre que lleva más de quince años haciendo recorridos a la Basílica de Higüey, en La Altagracia, al Palacio Nacional y que ahora sumó a Puerto Plata.
“Esa manifestación a mi llegada a Puerto Plata fue la llegada del espíritu santo para limpiar nuestra tierra dominicana y muchos países del mundo”, defiende el peregrino Mildomio Adames cuando se le pregunta si hubo alguna organización previa para lograr juntar a la muchedumbre.
La caminata del hombre comenzó el lunes 20 de abril en Santo Domingo y su trajinar tuvo ruta por Villa Altagracia, Piedra Blanca, Bonao, La Vega, Santiago, Villa González, Navarrete, Imbert y Maimón hasta terminar en las aguas del atlántico en Puerto Plata.
La entrada a la ciudad no pudo ser más novelesca: ambulancias y personal de seguridad escoltándolo, una columna de personas que sin quizá sobre pasa el millar de creyentes y una camioneta con bocinas, con música cristiana a todo volumen, propiedad de Roquelito García, alcalde de la costera ciudad.
“Organizaron no una procesión religiosa, sino una actividad verdaderamente política. Toda la labor que durante el fin de semana se ha estado realizado fueron tirados por la borda de la manera más grosera e irrespetuosa… eso fue un acto de vagabundería lo acontecido en Puerto Plata”, se quejó, molesto, el ministro de Salud dominicano, Rafael Sánchez Cardenas.
Antes de la vivida el domingo, su última caminata con una cruz sobre hombres había sido en 2019 cuando pretendía llevarle un mensaje al merenguero Fernando Villalona y al Palacio Nacional, para que advirtieran sobre “una tragedia que ocurriría en el año 2020”.
La incidencia
El municipio San Francisco de Macorís, cabecera de la provincia Duarte, ha concentrado hasta el momento el 8.8% de todos los casos positivos al COVID-19 en República Dominicana. Puerto Plata, a su vez, marca el 2.85 por ciento de los casos reportados por la Dirección de Epidemiología de Salud Pública.
Pero donde los números preocupan es cuando se llega al apartado de muertes en los informes de Salud Pública. Esos 76 muertos que concentra la provincia Duarte representan el 25.5% de todas las defunciones que se han producido en el país desde el primero de marzo por coronavirus.
El Distrito Nacional, la capital del país, con un millón de habitantes, tiene registrados 38 muertes y la provincia Santo Domingo, con una población cercana a 2.8 millones de personas, concentra solo 41 defunciones.
Datos de interés
En República Dominicana había 6,416 personas positivas al COVID-19 hasta la mañana del martes según el boletín número 40 del ministerio de Salud Pública. Unas 286 personas han muerto por la enfermedad nfermedad y 1,165 han logrado recuperarse.
El país registró su primer caso de coronavirus el 1 de marzo del presente año. Se trataba de un italiano de nombre Claudio Pascualini, quien permaneció más de cincuenta días ingresado en el hospital militar Ramón de Lara, ubicado en la base aérea de San Isidro. Desde entonces se han vivido tres periodos de toque de queda, intervenciones con mayores medidas de seguridad en dos provincias y el presidente de la República se ha dirigido a la nación en tres ocasiones.
Por igual se han vivido dos periodos de emergencia nacional, uno de 25 días y otro de 17. En trámites se encuentra un tercero. Desde el jueves 19 de marzo las actividades comerciales están suspendidas. Desde ese mismo día se cerraron las fronteras del país por aire, tierra y mar. La docencia presencial fue suspendida y tuvimos una juramentación de autoridades nacionales municipales con amplios dispositivos de prevención para evitar nuevos contagios del COVID-19.
SEPA MÁS
Distancia
Tomando en consideración solo la distancia recorrida por el peregrino de Villa Altagracia en Puerto Plata, este caminó cerca de 30 kilómetros.
Tiempo
Al peregrino le tomó tres días realizar este recorrido, dado que respetó los tiempos que establecen el decreto del toque de queda.