Los que se salvaron del Covid-19
“Extraño mucho a los míos”, dice centenaria en geriátrico
En el centro geriátrico que hace seis años se convirtió en su hogar, doña Gisela Monzón Desangles va contando los días de la cuarentena en que se encuentra República Dominicana por el coronavirus, porque ya tiene ansias de que termine para poder volver a abrazar a sus familiares, a los cuales solo puede ver a través de un cristal, porque fueron suspendidas las visitas para evitar el contagio con el Covid 19.
“Extraño mucho a los míos, aunque me siento feliz al saber que es bueno tener familia, no todos tienen ese privilegio”, narró Monzón Desangles, quien cumplirá 101 años el 14 de julio y reside en el centro geriátrico “Dr. Güilamo”.
Por el coronavirus, no puede recibir visitas, debe mantener la higiene y la distancia con los demás residentes en el centro, y tomar sol todas las mañanas, según contó.
Estas medidas, que fueron adoptadas para proteger a los 65 envejecientes que residen en ese hogar de ancianos, no le resultan incómodas, porque está consciente de que son para cuidarlos, pues considera que por la avanzada edad “tenemos un pie aquí y otro allá (expresión para significar que puede morir en cualquier momento)”.
En ocasiones se siente triste, al pensar que podría morir sin ver a los suyos. “Y a veces pienso que debo resistir para volver a abrazarlos”, comentó.
La rutina de actividades y de vida en el centro no ha cambiado. Su nieta e hija de crianza Jacqueline Ventura la ve a través de un cristal, pero cuando se va ella suele ponerse nostálgica.
Aun así, la longeva no deja de ser la consejera y la que da ánimo a la familia a través de su teléfono móvil.
Esa situación no solo le genera tristeza a la centenaria. Su nieta también se pone melancólica. “Es muy traumático verla a través de un cristal, y ver su carita de desasosiego, que a veces no entiende por qué”, expresa Ventura.
Los envejecientes son los más vulnerables al coronavirus.
Prevención en el geriátrico
El personal del centro geriátrico usa mascarillas, guantes, batas, caretas protectoras y gorro, pero los envejecientes no, según explicó el doctor Dagoberto Güilamo, director médico.
Además de prohibir las visitas durante el estado de emergencia, el geriátrico adoptó otras medidas tanto con el personal como con los residentes, para evitar la propagación del virus.
El centro designó una habitación para el aislamiento y manejo de todos los casos agudos, con sospecha de infección por Covid 19 que puedan presentarse, hacer la prueba a los sospechosos y notificarlo a Salud Pública para su monitoreo. Para minimizar el contacto, los residentes en el geriátrico son colocados a una distancia de 1 a 1.5 metros; dejan en la habitación los que tienen más limitaciones y factores de riesgo; y salen al patio, pero manteniéndose separados, los que gozan de mayor movilidad.
CLAVES Longevidad.
Doña Gisela Monzón Desangles fue una de las longevas que contó a Listín Diario el secreto de su larga vida, en la serie “La Vida de los Centenarios”.
En la entrevista realizada en octubre del 2019, en casa de su nieta, reveló que en parte, la clave de su longevidad radica en el interés que siempre ha tenido de mantener su familia unida, además de haberse criado con mucha comida, sin vicio de cigarro ni de alcohol.
Es nativa de la colonia Ingenio Quisqueya, en la provincia San Pedro de Macorís, pero se mudó con su familia a la capital cuando estaba pequeña. Está pensionada del Banco de Reservas, donde laboró por 42 años.
Fue llevada al geriátrico porque sus hijas viven fuera del país y tuvieron experiencia negativa con las personas que la atendían, que le daban malos tratos.