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Redacciones remotas: Cómo trabajan a distancia los periodistas de América Latina

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Fundación Lucas de TenaBogotá, Colombia

En América Lati­na las principales redacciones les ordenaron a sus periodistas que trabajen desde sus casas. Como la mayoría de la población a la que tienen que mantener infor­mada durante esta pandemia, los periodistas convirtieron sus hogares en puestos de trabajo remoto.

Las reuniones diarias para discutir y definir sus cobertu­ras ocurren en sus computado­ras o celulares inteligentes: a través de Zoom, Slack o Trello, por citar algunas herramien­tas. En algo coinciden todos los medios: viven el desafío orga­nizacional más grande de su historia y, de alguna manera, la mayoría de los periodistas es­tán produciendo la cobertura más relevante de sus vidas.

• Pero, ¿cómo lo viven? ¿Qué desafíos encuentran? ¿Se sienten preparados? Pe­riodistas de Argentina, Uru­guay, Costa Rica, México, Co­lombia y Chile nos cuentan sus experiencias.

Max Raide, Publisher del Diario El Mostrador, de (Chile)

“Somos 45 personas que tra­bajan en total en el diario y lle­vamos 20 años como diario 100% digital y hoy el más leí­do en Chile. Todo el equipo se fue a trabajar a sus casas y he­mos logrado coordinarnos bien vía teléfonos, email, etcétera, ya que las reuniones quedaron fuera para evitar contagios”.

“Se duerme menos. Estamos atentos a lo que pasa en Chile y el mundo, y no es una situación fácil para nadie. Los medios de comunicación tienen un rol cla­ve que cumplir informando y fiscalizando al poder, que mu­chas veces evita entregar públi­camente toda la información a la opinión pública”.

“Estamos todos preocupa­dos por la salud de las perso­nas y sus familias en todo Chile, ya que todos lo días se conocen cientos de casos y la sensación es que vamos a estar varias se­manas con los contagios así. Y también hay preocupación por la crisis económica en Chi­le, ya que nosotros venimos desde octubre en una situación social compleja y eso generó mucho desempleo”.

AlexánderMacías, editorde Paz y Derechos Humanos de El Colombiano (Colombia)

“Todos trabajamos desde nues­tras casas. A algunos los do­taron de computadoras y en esas compus les instalaron el programa en el que se edita el periódico, para poder ha­cerlo de manera remoto”.

“Todas las reuniones las hacemos virtualmente: a las 8, 9, 14 y 16. Y a las 20 ó 21 ya tenemos el periódico ce­rrado para mandar a impre­sión”.

“Por ahora hemos podi­do hacer la reportería por teléfono. En caso de que necesitemos una fotogra­fía tiene una periodista dis­puesto para poder salir”.

“Me he sentido ansioso. En este caso, trabajar desde la casa ha sido, como es una situación nueva y constante, abrumador. Pero lo hemos sabi­do manejar”.

Nicolás Tamborindegui, periodista de Telefe Neuquén, (Argentina)

“El canal rápidamente adoptó medidas: la gente en situación de riesgo se fue a sus casas. Je­fes y administrativos hacen ho­me office. En el canal queda­mos el personal mínimo para sacar adelante las dos ediciones diarias del noticiero. Y se toma­ron medidas para respetar las distancias y garantizar la lim­pieza. También se alargó la ex­tensión del micrófono para res­petar las distancias”.

“Tengo más obligaciones porque tengo compañeros en sus casas por estar en situación de riesgo. Y hemos tenido al­gunos problemas con compa­ñeros técnicos y editores que, lógicamente, tienen miedo y quieren estar en sus casas en lu­gar de ir a trabajar”.

“Muchas veces me sentí so­brepasado por varias razones: compañeros con miedo, com­pañeros desinformados o para­noicos. El tener muchas tareas también te sobrepasa y el ma­nejo de la información oficial (escueta y sin horarios fijos ni conferencias de prensa en mi provincia) también hace que estemos muy tensos todos”.

“En mi caso personal, nues­tros teléfonos y redes socia­les son un espacio de consulta constante de la gente que pre­gunta sobre formas de interpre­tar los decretos, qué se puede hacer y qué no. Y es muy es­tresante porque nosotros no tenemos todas las respuestas y a la gente a veces les cuesta entender”.

Fabrice Le Lous, periodista de La Nación(Costa Rica)

“Estamos trabajando desde nuestras casas desde el 17 de marzo. No he encontrado nin­guna dificultad para traba­jar. Las fuentes también han ayudado mucho porque la mayoría también se encuen­tra en teletrabajo o bien hacen parte del sistema de salud pú­blica. Responden atentamen­te y saben la importancia de la prontitud para sacar informa­ción relevante en medio de es­ta crisis”.

“En cuanto a la productivi­dad no he sentido mayor dife­rencia: la situación es muy im­portante y todos los colegas estamos comprometidos con nuestro rol por informar, des­mentir, explicar a la gente lo que pasa y lo que debe hacer­se para superar la situación”.

“No me he sentido angus­tiado o ansioso, pero sí se vuelve cansador el quedarte en casa”.

Roxana Romero, periodista de la Agencia de Noticias del Gobierno Mexicano (México)

“Comúnmente trabajo des­de casa, pero si tengo que sa­lir a hacer alguna entrevista o cubrir algún evento, salgo de casa. También hago entre­vistas telefónicas. Sí he evita­do salir, pero son medidas que he seguido personalmente, de acuerdo con las recomenda­ciones que ha dado el sector salud a nivel federal. Solo sal­go si es muy necesario, si al­guna entrevista que haré de­be ser presencial”.

“En cuanto a las dependen­cias de Gobierno que me toca cubrir, redujeron o pospusieron los eventos que tenían progra­mados y, hasta ahora, no ha ha­bido conferencias de prensa”.

Leticia Castro, coeditora de la secciónEducaciónde La Diaria (Uruguay)

“En La Diaria se tomaron deci­siones muy rápidamente. En­seguida que se confirmó el primer caso, ese viernes em­pezaron a manejar la posibili­dad de trabajar desde casa. Así que empezaron a trabajar en la instalación del software en nuestras laptop para que todos podamos trabajar la edición desde nuestra casa”.

“Una dificultad que surgió es la necesidad de compartir con colegas y conversar en la redac­ción sobre lo que estamos tra­bajando”.

“Como somos una coopera­tiva, no hay una directiva que baje a todos sino que nos cui­damos entre todos y somos un equipo. Y en ese sentido, la re­comendación de contar con el otro, apoyarnos entre nosotros. Somos un equipo fuerte, súper sólido”. Las recomendaciones de Mónica González, maestra de la Fundación Gabo.

Mónica González es la di­rectora del Centro de Investi­gación e Información Perio­dística (CIPER), con sede en Santiago de Chile; integra el Consejo Rector de la Funda­ción Gabo; y es la defenso­ra del lector del periódico El Faro.

En conversación con el La­boratorio de Periodismo, la experimentada periodista dio varias recomendaciones para los colegas que atraviesan la cobertura de la pandemia:

“Los periodistas deben en­tender que lo que hacemos hoy es el único cordón um­bilical que queda entre la gente que está confinada. Y quizás nunca nuestro traba­jo ha tenido tanta importan­cia como cordón umbilical, para la vida y por la vida”.

“Los periodistas deben te­ner un golpe de humildad a los huesos: decir yo soy un periodista que no tengo idea de lo que nos está pasando. Y mi deber es tratar de llevar a la gente la mayor cantidad de información. Esto es clave”.

“Ahora tenemos que volver a jugarnos el pellejo. No po­demos todos reportear des­de la casa. Cómo vamos a visibilizar lo que le está pasan­do a la gente que no tiene ni agua. Qué vamos a hacer pa­ra impedir que una segunda epidemia sea el de las mujeres golpeadas, torturadas, amena­zadas, violentadas y los niños abusados sexualmente duran­te este confinamiento obligato­rio”.

“Para lidiar con el miedo y la ansiedad hay que trabajar en equipo. Y si no lo tienes, bus­carlo”.