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Salud Pública

La bebida de la muerte: Cómo se prepara el clerén

Ramón Pérez ReyesSanto Domingo, RD

El clerén es una bebida alcohólica ilegal (sin registro sanitario) vendida al granel y consumida por personas de escasos recursos principalmente en la zona fronteriza con Haití, debido a su bajo costo (vale tres veces menor que el ron), según la definición que aparece en los medios de comunicación.

En medio de la pandemia del coronavirus y el estado de cuarenta en el país, se ha convertido en algo más que eso sino también en otra alerta de epidemia para las autoridades según dijo el propio ministro de Salud Publica en su acostumbrada rueda de prensa.

El ministro Cárdenas explica que van por beber clerén.

Paradójicamente esas muertes se han producido en lugares donde no se ha reportado un caso de coronavirus, o son muy mínimos.

El diciembre pasado, la ingesta en un velorio en Elías Piña de esta bebida casera presuntamente contaminada con metanol, causado la muerte de al menos 12 dominicanos, de 33 afectados por intoxicación, según las cifras oficiales emitidas por el Ministerio de Salud Pública.

Como se prepara ¿Cómo se prepara el clerén y cómo se puede contaminar? Es elaborado con caña de azúcar y frutas fermentables; la contaminación con metanol puede ocurrir por destilación de maderas utilizadas como materia prima o aromatizante o al añadirle productos solventes con alto contenido de metanol como el thinner.

El alcohol metílico o metanol, incoloro y muy tóxico, es obtenido por destilación de la madera. Se absorbe rápida y fácilmente en todas las vías de exposición (dérmica, inhalación y oral) y cruza fácilmente todas las membranas. El clerén se conoce en Haití como clairin, o kleren y según reseñó la agencia AP: “Es una bebida joven menos refinada que el ron, aunque algunas variedades artesanales se someten a un proceso de maduración que le da un sabor más suave y peculiar. Se elabora en cientos de pequeñas destilerías en todo el país”.

De acuerdo con el artículo, en la elaboración se mete la caña en un molino para extraer el jugo que es de color caramelo, aunque el producto final tiene un tono claro como el vodka. Los dominicanos fabrican una variedad parecida a la que llaman “triculí”.

Cuadro clínico El cuadro clínico de intoxicación por clerén puede iniciar en pocas horas hasta tres días después de la ingesta, desarrollándose en tres estadíos, de acuerdo a las explicaciones ofrecidas por las autoridades de Salud Colectiva del Ministerio de Salud Pública.

El primero de esos estadíos se presenta en la persona afectada con debilidad, mareos y náuseas. Tras un período asintomático, aparece una segunda fase, con desarrollo de acidosis metabólica, caracterizada por vómitos, dolor abdominal, desorientación y alteraciones visuales con fotofobia, visión borrosa, midriasis bilateral no reactiva a la luz y ceguera ocasional.

Los casos La crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 en la República Dominicana, donde los casos positivos aumentan en cada boletín, no impidió que pobladores del sector Brisas del Este, ingirieran el denominado ron “clerén”, fabricado ilegalmente y de manera artesanal, causante de al menos 27 fallecimientos por su ingesta entre hombres y mujeres en varios sectores de la provincia Santo Domingo.

Se recuerda que el turismo de la República Dominicana fue afectado de manera profusa por lo que se presume, fue una alteración de bebidas en algunos lugares visitados por turistas de todas partes del mundo y donde algunos fallecieron.

Dentro de los fallecidos por ingerir el “clerén”, están hombres y mujeres además del sector Pantoja en Santo Domingo Oeste, conforme el Ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, quien deploró el hecho en la habitual rueda de prensa virtual para abordar el tema de la pandemia en el país.

Entre el martes y miércoles de la semana pasada, fallecieron 6 de las víctimas en el Sector Brisa del Este, mientras que, en el Sector Pantoja de Santo Domingo Oeste, fallecieron este jueves y viernes Santo.

Su precio. Tal vez su precio es lo que lo hace más atractivo y facilidad su acceso a la clase popular. Es que “una chatica”, o sea un cuarto de botella puede costar hasta 25 centavos, “y si alguien lleva su botella hasta le pueden vender el dinero que tenga”.

Es que almacena en tanque y se vende al granel por revendones que los almacenan en cubetas u otros utensilios sin guardar muchas veces las reglas de higienes