Jhenery Ramírez: "No me imagino mi vida sin ser periodista"
Mis emociones salen a flote cuando recuerdo el día en qué tomé la decisión de estudiar periodismo. Fue en el 2011 cuando estaba en tercero del bachillerato. Mi maestra de Lengua Española pidió que leyéramos las noticias del periódico e hiciéramos una propia sobre un tema que afectara a nuestra comunidad. El día de la entrega fui la única en el aula que realizó la tarea, se me hizo tan fácil que mis compañeros me pidieron que les ayudara con las suyas. Las palabras de la profesora fueron “deberías dedicarte a eso”.
A mi casa llegaba el periódico Listín Diario y siempre tomaba La República y Entretenimiento para leerlas de primero. Me gustaba y me sentía inclinada por el periodismo. Pensaba que esa carrera se llamaba publicidad, pero luego que la profesora de Lengua Española me dijo que tenía talento para escribir noticias, investigué y encontré el verdadero nombre de esta carrera que te reta cada día a ser mejor, que te hace despertar con una idea nueva y que te hace sonreír cada vez que lees tu firma en el periódico más viejo de República Dominicana.
No tuve dudas cuando ingresé en el 2012 a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), sabía lo que quería y hoy, ocho años después, lo sé porque no me imagino una vida sin ser periodista. El periodismo me apasiona y por eso trato de ponerle empeño a mi trabajo. Quienes me conocen saben que es mi carrera soñada y poder ejercerla en un medio de comunicación que significó algo para mi aprendizaje desde antes de entrar a la universidad.
El periodismo me ha hecho amar a la gente, sus necesidades y lo que se siente. Es una profesión que te hace ser más humano con los de tu alrededor, pero también con cada persona que te cuenta una historia, que abre su corazón para contarte algo muy personal, dándote el permiso de que el lector se pueda poner en el lugar que le corresponde.
El periodista de hoy debe ser cercano a la gente porque el que está ajeno a sus realidades no conectará con el lector. El periodista actual tiene que olvidarse de la grabadora y concentrarse en experiencias reales, mirar a los ojos a su entrevistado y describir los hechos.
Agradezco al Listín Diario por darme la oportunidad en el 2015 de ser “Periodista por un Año”. La historia no terminó ahí. Sigo siendo parte de la empresa que me acogió como una niña recién nacida y que ahora está siendo testigo de este crecimiento que seguirá impulsado en cada trabajo periodístico.