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Inseguridad

No hay paz para muertos en el cementerio de Hato Nuevo

Juan Mercedes, encargado de la seguridad en el cementerio de Manoguayabo, donde el pasado viernes un grupo de estudiantes profanaron una tumba, reveló a LISTÍN DIARIO que allí la vigilancia es deficiente durante las noches y fuera de su horario de trabajo.

Juan Mercedes, encargado de la seguridad en el cementerio de Manoguayabo, donde el pasado viernes un grupo de estudiantes profanaron una tumba, reveló a LISTÍN DIARIO que allí la vigilancia es deficiente durante las noches y fuera de su horario de trabajo.

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Paul MathiasenSanto Domingo, RD

Basura, escombros y muestras de vandalismo y profanación son algunas de las características que se observan al ingresar en el cementerio de Hato Nuevo, en Manoguayabo, de Santo Domingo Oeste, donde el pasado viernes un grupo de estudiantes destrozaron una tumba y sacaron sus restos.

El camposanto se observa como un lugar donde los muertos no descansan en paz, debido a los constantes sucesos que narran su cuidador y los habitantes del sector.

Ubicado en la carretera de Manoguayabo, el cementerio está en pleno sector, rodeado de una escuela pública, colmados, viviendas y hasta de una cancha de baloncesto. El camposanto, además, tiene una entrada en la parte posterior sin puerta y sin vigilancia, lo que permite a cualquier persona de los alrededores ingresar.

Juan Mercedes, único empleado del lugar, contó a reporteros de Listín Diario los sucesos cotidianos que ocurren en el cementerio, las muestras de abandono, la falta de personal y la profanación de una tumba el pasado viernes que ha colocado al camposanto en la mira de todos.

“Yo no estaba ahí, esos muchachos ingresaron por el hoyo de atrás y comenzaron a romper esta tumba.

Cuando yo llegué el ataúd estaba todo abierto, había un bajo (mal olor) grandísimo.

Esos muchachos agarraron y le sacaron la cabeza al muerto y se pusieron a jugar con ella, para después botarla en un basurero”, narró Mercedes.

Agrega que la seguridad durante las noches y fuera de su horario laboral es nula, debido a la falta de empleados o policías que contribuyan con la vigilancia.

Fue durante su ausencia que el grupo de estudiantes cometieron la acción registrada en un vídeo que se hizo viral en las redes sociales.

Los jovencitos calificaron la profanación de la tumba como “un reto”.

Algo común A pesar de la viralidad del hecho, Mercedes describe el suceso como algo “común”, tras precisar que no es la primera vez que personas profanan o destruyen sepulturas en el cementerio.

Al comentario del “zacatecas”, como se le conoce popularmente, se le agrega el de Marcia Sánchez, una señora residente de Manoguayabo, quien intervino en la conversación cuando Mercedes exponía sobre los robos.

“Yo tengo a mi hijo enterrado aquí y unos delincuentes rompieron la puerta de mi capilla, robaron unas vasijas de metal. Solo dejaron tirado y roto el portarretrato que llevaba la foto de mi hijo”, comenta la señora con muestras de impotencia.

De acuerdo a ambos, los robos en el cementerio se han “multiplicado” siendo los objetos de metal los más buscados ante la posibilidad de ser vendidos. “Esta delincuencia ha traído, además, destrozos en las tumbas, robo de ataúdes y hasta de los cuerpos”, comentan.

Pero las actividades delictivas no paran ahí. Liliana María, quien caminaba por la calle que conecta el cementerio junto con un grupo de amigas, se detiene al ver el equipo de periodistas, al que precisó que dentro del camposanto “pasa de todo”.

Señalando puntos específicos dentro del cementerio, la habitante del sector y sus acompañantes, indican que en esos lugares se puede ob-servar a las personas durante las noches consumiendo sustancias prohibidas, teniendo relaciones sexuales y sacando muertos de sus tumbas.

“Ya se volvió algo común, ese cementerio es peligroso de noche, ahí entra cualquiera y hace lo que sea. Eso está todo oscuro, abandonado y no tiene seguridad”, lamenta Liliana.

No es la primera vez que el cementerio está en el ojo de todos. El 17 de febrero del año 2010, la joven Ivis Guadalupe Paulino Durán, de 20 años de edad, fue violada y asesinada dentro del camposanto.

Caso irá a Procuraduría El ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, anunció este lunes que serán llevados ante la Procuraduría de Niños, Niñas y Adolescentes los cinco menores que profanaron una tumba en el cementerio de Manoguayabo, en Santo Domingo Oeste.

Peña Mirabal consideró inaceptable este tipo de conducta y llamó a los padres a tener una mayor vigilancia sobre sus hijos.

Dijo que la sociedad no merece un comportamiento como el de estos jovencitos, razón que motiva al Ministerio de Educación a llevarlos ante la justicia para que respondan por su actitud.

El grupo de estudiantes que profanó el pasado viernes una de las tumbas del cementerio de Manoguayabo fue captado en un video que circuló el fin de semana en las redes sociales, en el que se muestra a los estudiantes destruir el nicho y parte del ataúd.

Los menores de Manoguayabo “jugaron” con el cráneo de la fallecida, para después botarlo y dejar los restos desparramados.

El agente de seguridad del cementerio de Hato Nuevo declaró que la mañana siguiente del suceso tuvo que “recoger los restos”.

El Ministerio de Educación también había informado que dará asistencia psicológica a los estudiantes que profanaron una tumba en el cementerio de Manoguayabo.

El director de comunicaciones del Ministerio de Educación (Minerd), Diego Pesqueira, aseguró a Listín Diario que ya el caso fue asumido por los profesionales de la Dirección de Orientación y Psicología del Minerd.

“Se hizo contacto con la dirección del centro educativo para identificar y asistir a los estudiantes. Una comisión asistirá al centro donde estudian los participantes en esa acción, que aunque fue fuera de la escuela, se deben adoptar medidas”, dijo Pesqueira.

Precisó que en este caso debe jugar su rol la jurisdicción judicial de niños, niñas y adolescentes para eventuales acciones legales.

Sin embargo, explicó que el principal rol debe estar en manos de la familia de cada uno de esos adolescentes, ya que sin la integración de los parientes en el proceso educativo no se podrán obtener los resultados procurados.

Niños inocentes La madre de uno de los cinco estudiantes que profanaron una tumba en el cementerio de Manoguayabo, dijo que aunque los muertos hay que respetarlos, hay que entender que son “niños inocentes”.

Bertina Méndez declaró que está destrozada y no duerme desde que se enteró lo que hizo su hijo a través de un vídeo colgado en las redes sociales.

Entrevistada por noticias SIN, la madre del niño indicó que cuando el hecho ocurrió estaba en la universidad recibiendo clases y no creía que su hijo podía participar en algo así hasta que vio el vídeo.

Precisó que su hijo es un niño muy obediente a quien corrige constantemente.

Redes sociales Un video que se hizo viral en las redes sociales muestra a un grupo de estudiantes profanando una tumba en el cementerio de Hato Nuevo, en Manoguayabo.

“Ahí sacando a los muertos” se escucha decir a uno de los estudiantes al principio del video, mientras rompen la pared de la tumba.

Segundos después, el estudiante que graba el video dice “dale a la caja”, provocándole un hoyo por el cual otro estudiante introduce un palo.

“Mira la cabeza ahí”, se escucha decir al estudiante.

Un vídeo desató escándalo Viral. Un vídeo que circula en las redes sociales muestra al grupo de estudiantes profanando una de las tumbas del cementerio de Manoguayabo.

Periodista. El audiovisual que muestra la acción de los cinco estudiantes fue difundido por el periodista Ramón Tolentino a través de Twitter.

Juan Mercedes, vigilante del camposanto, dijo que la seguridad en las noches es nula. JOSÉ ALBERTO MADONADO / LD

Otras tumbas han sido profanadas en el cementerio de Manoguayabo. JOSÉ A. MALDONADO/LD