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El llamado “pez de agua dulce” por poco se ahoga en el Malecón

Un socorrista ayuda a sacar a Esmileidy Encarnación del mar Caribe, donde se metió voluntariamente a darse un baño. FOTO: LISTÍN DIARIO / RAÚL ASENCIO

Ramón Pérez ReyesSanto Domingo, RD

“A todo los sitios que vamos, él se tira al agua; el otro día fue en Cachón (Barahona), que llegamos y de una vez se jondió. Él sabe nadar mucho”, narró el amigo de Emileidy Montero Medina, el joven de 26 años que ayer casi se ahoga en las aguas del Mar Caribe.

Salió hace quince días de su tierra natal, el municipio de Hondo Valle, en la fronteriza provincia Elías Piña, al sur del país.

En una vieja camioneta, junto a su amigo Miguel Encarnación y otro chico, llegaron a la ciudad capital donde se movían por diferentes puntos vendiendo “naranjas agrias”, para “hacer su diciembre”.

Ellos también trabajan en una finca de aguacates y en ocasiones se mueven a la ciudad en un camión para vender lo que sobra de esas frutas, que no logran ser exportadas.

Eran cerca de las diez de la mañana, cuando se detuvieron en la cercanía de la avenida Abraham Lincoln con George Washington (el malecón de Santo Domingo) y el joven decidió hacer lo que casi siempre hace, “darse un chapuzón”.

Esmileidy se metió al mar voluntariamente para bañarse, pero fue arrastrado por las olas, se mantuvo a flote, y pidió auxilio a sus compañeros que se quedaron fuera del agua.

Es en esas circunstancias que su amigo, Miguel, acudió a la estación del cuerpo de Bomberos ubicado en el Centro de los Héroes e inmediatamente una unidad con equipos de buzos acudió a socorrerlo.

Miguel aseguró que su amigo es un buen nadador y que lo había hecho en otras ocasiones, pero que esta vez no pudo con la fuerza de las embravecidas olas, y gritó: ¡Auxilio!

En el rescate también participaron personal del 9-1-1, la Dirección General de Tránsito Terrestre y la Policía Nacional, quienes acudieron al lugar.

Luego de un largo tiempo, una orilla del mar llena de curiosos que filmaban con sus celulares, y una tensión por el desenlace, el joven fue finalmente rescatado.

Al salir a la orilla se desplomó, tal vez por el cansancio, aunque aparentemente físicamente se veía bien, según comprobó la unidad médica del 9-1-1 que enseguida lo atendió.

A pesar de eso fue referido al hospital Francisco Moscoso Puello de la capital. Hasta allá le siguieron sus amigos que se mantuvieron comentando “el que se la daba en pez, casi se ahoga”. Desde hace varios días, la Oficina Nacional de Meteorología ha estado emitiendo informes de advertencia sobre oleaje anormal en la costa atlántica y caribeña.

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