Migración

EXJEFE DE LA MINUSTAH ADVIERTE

Las “hordas haitianas” entrarán al país buscando comida y refugio

DESDE LA IZQUIERDA, José Renán Espanhol, Victor (Ito) Bisonó Haza, Edmond Mulet, Miguel Franjul, Wanda Méndez y Jatzel Román. JORGE CRUZ/LISTÍN DIARIO.

Wanda MéndezSanto Domingo, RD

El exjefe de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), Edmond Mulet, prevé que la crisis humanitaria que sufre Haití pueda desencadenar hordas de haitianos hacia República Dominicana en busca de comida y refugio.

Dijo que República Dominicana corre el riesgo de sufrir las consecuencias, porque los haitianos que se están muriendo de hambre buscarán un lugar donde comer y donde protegerse.

Cree que cualquier acción militar no será suficiente para detener a 80,000 o más haitianos que quieran cruzar la frontera.

“Aquí (República Dominicana) van a ver hordas, y se van a ir a todos los países de las islas del Caribe, y van a llegar a La Florida, la gente con hambre, y ¿qué vamos a hacer? ¿les vamos a disparar?”, señaló.

Espera que el gobierno dominicano y su cancillería estén movilizando a la comunidad internacional, llamando la atención y pidiendo ayuda para adoptar iniciativas oficiales.

Pero está consciente de que los efectos no solo serán para República Dominicana sino también para la región.

Sostuvo que ya 70,000 haitianos que tenían visa de turista americana B1 y B2 se quedaron en Estados Unidos, y que hay 200,000 en Chile, 40,000 en Argentina y 130,000 en Brasil.

El ex funcionario de la ONU expuso su visión sobre la problemática haitiana en el Desayuno de Listín Diario, que encabezó su director Miguel Franjul. El exjefe de la Minustah estuvo acompañado del diputado Victor (Ito) Bisonó Haza, presidente del Centro de Análisis para Políticas Públicas, y los miembros de esa entidad, José Renán Espanhol y Jatzel Román.

Mulet visitó el país para dictar una conferencia sobre Haití, por invitación del diputado Bisonó Haza.

Expuso que el problema en Haití es la falta de instituciones, de ingobernabilidad, corrupción y presencia del narcotráfico, que, dijo, benefician a muchos sectores y a las élites políticas, económicas y sociales de Haití.

“Haití es un Estado fallido, el típico Estado fallido”, aseguró.

Señaló que tampoco hay organización de justicia, la impunidad es elevada y un sistema carcelario precario.

Apuntó que el promedio de espacio que ocupa cada detenido en las cárceles es de 25 centímetros cuadrados. “Viven como sardinas, y las enfermedades, todo un cuadro de enfermedades terrible”, manifestó.

Comentó que hace tres años le preocupó la decisión que anunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de recortar la contribución de esa nación norteamericana a las operaciones de mantenimiento de la paz y proponer que se cierre la misión de las Naciones Unidas en Haití.

Consideró que fue un grave error esa política de Trump, que le preocupó mucho, sobre todo porque conoce la situación de Haití y no estaba preparado para la salida de esa operación.

Indicó que cerraron la misión con presencia militar y crearon otra denominada Misión de Naciones Unidas para el Establecimiento de la Justicia en Haiti (Mijustih), que concluyó en septiembre pasado. Indicó que en los dos últimos años ya no había presencia militar.

“Siempre les dije que esa presencia disuasiva en las calles de Haití es muy importante, esas patrullas, esos recorridos, eso mantiene un nivel de estabilidad, al no haber eso ahí se desbordan, entonces todos estos actores criminales que están presentes de nuevo en Haití se han reorganizado”, manifestó. Recordó que cuando llegó a Haití, el 26 de mayo de 2006, tenía un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU de pacificar y estabilizar ese país. Acotó que fue muy duro, pero que en esa labor perdió a 34 de los cascos azules en una guerra urbana, un trabajo que tuvo el propósito de desenraizar lo que estaba ahí, de grupos armados que controlaban el país a través de robo, secuestros, asesinatos, violaciones y otros actos vandálicos.

“Tuve que tomar decisiones muy severas, muy duras”, puntualizó. Llegó con tropa de diversos países de la región, excepto de República Dominicana,tras enfatizar que por principio en las misiones de mantenimiento de la paz nunca se aceptan tropas de países vecinos, porque tienen intereses de algún tipo.

Después del terremoto del 12 de enero del 2010, en el que murió el jefe de la Minustah, Hedi Annabi, junto a 112 de sus amigos, Mulet regresó a Haití y se hizo cargo de la situación, ya que, dijo, no era tema de seguridad, sino humanitario y de reconstrucción. Sostuvo que en medio de esa crisis y de esa tragedia había una oportunidad, porque la comunidad internacional se volcó hacia Haití, con dinero, proyectos y ayuda, pero evaluó que no se supo aprovechar ese momento para hacer muchas cosas, y se volvió a lo mismo.

El hambre afecta Mulet puntualizó, en base a datos oficiales del Programa Alimentario Mundial (PAM), que hay 4,300,000 que al día de hoy no comen siquiera una vez al día.

Desorden impera Sostuvo que allí no hay combustible, no hay transporte, todo el país está paralizado, y no se puede llegar a ninguna parte. Señaló que ni las organizaciones sin fines de lucro pueden trasladarse, porque no hay todo está paralizado.

PERFIL EDMOND MULET Exjefe Minustah en haití Cargos desempeñados Es un diplomático, abogado, periodista y político de Guatemala, que dirigió la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) por dos ocasiones, 2006-2007, y 2010-2011. Más tarde, del 2011 al 2015, fue secretario general adjunto para operaciones de paz de las Naciones Unidas y después jefe de gabinete de la Secretaría General de ese organismo.