Serie especial. Infancia en las calles
Niña sale a vender manzanas para darles de comer a sus hermanitos
Lucía (nombre ficticio) es una pequeña de 13 años que después de haber sido abandonada por su padre tuvo que enfrentarse a la dura realidad del trabajo infantil y el mundo hostil de las calles.
Una cubeta llena de manzanas de oro que sale a vender es su día a día, con lo que ayuda a su madre a comprar alimentos y resolver otras ncesidades del hogar.
Ha tenido que crecer a destiempo, proveer de comida a sus dos pequeños hermanos y colaborar con los quehaceres del hogar.
De esta manera, Lucía se ha convertido en “mano derecha” de su progenitora. Esta adolescente narra las vicisitudes que ha tenido que soportar durante sus labores de venta en los sectores donde acude a ofertar sus frutas.
Desde muy temprano sale del sector de Palavé, en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, y recorre múltiples locaciones, como Hato Nuevo y El Caliche. A veces produce entre 500 a 600 pesos, pero en ocasiones, sus ventas apenas llegan a 350 pesos. Por su parte, su madre vende productos de limpieza facial, como cremas, lociones, y chancletas en una canasta, pero como tiene un problema en la columna, no se desplaza a lugares alejados, como lo hace su hija.
En su relato, esta niña cuenta las propuestas que le han hecho hombres en la calle. Una mañana, a su salida temprano de su casa, subió a un autobús para vender sus productos, cuando un hombre de avanzada edad le insinuó que le daría 2,000 pesos para que ella saliera con él.
En ese momento, Lucía recordó los consejos de su madre: “Nunca recibir nada de desconocidos” y, en seguida, rechazó la propuesta. Cuenta que el hombre se enojó y le dijo que estaba desaprovechando una gran oportunidad.
Otra caso parecido ocurrió mientras terminaba su jornada del día. Entonces, un hombre le hizo la misma propuesta del anterior, pero con el agravante de que esta accediera a realizar favores sexuales. Ella le indicó que era una niña y que no aceptaría su propuesta. Sin embargo, el hombre expresó que aunque su edad era todo lo contrario, aparentaba ser una mujer. Luego del suceso, Lucía se alejó rápidamente.
“Siempre en la calle hay personas que quieren propasarse con uno, y eso es peligroso”, destaca Lucía.
A pesar de que ya se encuentra en una fundación para niños en situación riesgosa, adscrita al Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia (Conani), ha tenido que continuar con el trabajo para mantener a su familia.
En cuanto a las clases, Lucía es una estudiante destacada. Se desempeña muy bien en su salón y es definida como una estudiante estrella.
Ella precisa cuanto la motiva estudiar, porque considera que a través de los estudios puede convertirse en una persona de provecho para la sociedad.
Trabajo infantil en las calles:
Cifras mundiales Conforme a datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en todo el mundo 218 millones de niños de entre 5 y 17 años están ocupados en la producción económica. Entre ellos, 152 millones son víctimas del trabajo infantil; casi la mitad, 73 millones, están en situación de trabajo infantil peligroso.
Economías desarrolladas Aproximadamente 2,5 millones de niños y niñas trabajan en las economías desarrolladas y en transición.
Convenio 18 2de la OIT. El Convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 250 millones de niños de entre 5 y 14 años son forzados a trabajar para sobrevivir y mantener a sus familias.