DECISIONES
Renuncia de Bosch del PRD hace 46 años generó un fuerte impacto
Cuarenta y seis años después de que el expresidente Juan Bosch conmocionara al país al anunciar su renuncia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el 18 de noviembre de 1973, la noticia vuelve a los primeros planos en medio de la crisis que abate al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), del que también fue su fundador.
Aquel día, Bosch dejó estupefactos a sus conciudadanos al alegar que el PRD había cumplido su misión histórica o “su papel histórico en la política nacional”.
Durante una entrevista que le realizara Emma Tavárez Justo el 3 de diciembre de ese mismo año, y que posteriormente reprodujo Vanguardia del Pueblo, Bosch ofreció parte de las razones que le motivaron a abandonar esa organización política.
“Un partido no es lo que sean sus masas sino lo que sean sus dirigentes”, comenzó respondiendo la primera pregunta que giró en torno a las características ideológicas y programáticas de lo que sería el nuevo partido que fundaría.
“El PLD será lo que debió ser y no pudo ser el PRD”, manifestó categóricamente.
Bosch negó que la lucha a lo interno del PRD fuera por razones personales o pugnas por el control de la democracia.
“El estudio detenido del punto nos llevó a la conclusión de que a medida que fueran avanzando las tareas unificadoras se iría profundizando dentro del PRD la lucha de clases, y que esas luchas aparecerían bajo la forma de ataques a los partidarios de lo viejo contra los partidarios de lo nuevo”, dijo Bosch a Tavárez Justo.
Fundación del PLD
El 15 de diciembre de 1973, Juan Bosch anunciaba con su discurso de barricada la fundación del nuevo partido que completaría la obra inconclusa de los Padres de la Patria.
“Este partido nace para terminar la obra inconclusa del patricio Juan Pablo Duarte y sacar del poder a los remanentes de la tiranía trujillista, que suman los gobiernos del doctor Balaguer”.
Posteriormente, inmortalizó las palabras que esa entidad levantaría con orgullo: “Tendremos como lema, servir al partido para servir al pueblo; restauraremos la Constitución de 1963, liberaremos al país de la corrupción y sembraremos de educación las praderas dominicanas”.
Corriente de oportunistas
Aunque pocas veces se menciona este episodio histórico, Bosch también renunció en una ocasión del Partido de la Liberación Dominicana.
El 15 de marzo de 1991, el líder político había anunciado su salida irrevocable del PLD.
“Señores, es irrevocable.
He renunciado. El pueblo dominicano no tiene interés en que le solucionen sus problemas.
Lo único que persigue es dinero y dinero y dinero y por eso se van en yolas jugándose la vida para llegar a los Estados Unidos, a conseguir dólares en los Estados Unidos”, manifestó el fundador del PRD y el PLD.
Agregó también: “Solamente el PLD ha estado luchando contra eso, pero el PLD también ha sido afectado por su formación social.
El PLD, la mayoría de sus miembros son pequeños burgueses, bajos pequeños burgueses y se han dado cuenta que en el partido hay gente que ha alcanzado posiciones, como senadores, como diputados, como síndicos, como regidores, y entonces en el PLD eso ha provocado una corriente de aprovechados, de oportunistas, buscadores de posiciones y de puestos públicos”.
En esa ocasión, Bosch señaló que esa corriente oportunista había empezado a formar grupos, y como él no podía presidir un partido en el que había grupismo, había decidido renunciar.
No era irrevocable
En un discurso que dirigió al país el 20 de marzo de ese año, Bosch revocó su renuncia y la justificó en los mensajes enviados por los 492 organismos que les solicitaron también pedir la renuncia a los miembros del Comité Central, lo que no hizo.
“Reclamo desde ahora que todos los peledeístas, cada uno desde el puesto que ocupe en su organismo, se comprometa conmigo a respetar y hacer respetar los principios del Partido de la Liberación Dominicana que han hecho de él la más extraordinaria organización política conocida en la historia del país”, manifestó Bosch en una alocución que dirigió al país en la que reiteró a los peledeístas a “servir al partido para servir al pueblo”.
El grupismo
Sobre esa situación que vivió el partido morado, el entonces miembro del Comité Central, Franklin Almeyda, escribió un artículo sobre el daño que produce el grupismo en los partidos políticos.
“La renuncia del profesor Juan Bosch es la más vigorosa denuncia hecha contra la existencia del grupismo en el PLD, esa renuncia no fue contra el Comité Central, sino, repito, contra el grupismo”, escribió Almeyda en el periódico El Siglo el 19 de marzo de 1991.
“El grupismo fue la fuente u origen de su renuncia y estoy absolutamente convencido de que lo único que hará dar marcha atrás es la seguridad demostrada en los hechos de que se combatirán y disolverán los grupos dentro del PLD”, agregó.
El sucesor
Bosch decidió participar en el proceso electoral de 1994 como candidato a la Presidencia, llevando consigo como candidato vicepresidencial a Leonel Fernández.
Ese año, el país entró en una aguda crisis política luego de que el candidato presidencial del PRD, José Francisco Peña Gómez, acusara al presidente Joaquín Balaguer de perpetrar un fraude electoral.
Tras meses de desestabilización, tanto Peña Gómez como Balaguer firmaron el Pacto por la Democracia que redujo a dos años el período del mandatario, y llamaba nuevamente a elecciones en 1996, las cuales, finalmente, fueron ganadas por Fernández al recibir el apoyo del caudillo reformista y del líder del PLD.
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‘Aprovechados’
Cuando Bosch se sintió acorralado y amenazado por un grupo que no compartía la política de transparencia sobre la República Dominicana, él tuvo que renunciar de ese partido en 1991 porque en esos momentos no estaba de acuerdo con ese modelo de caos y desorden.
Pequeños burgueses
Bosch dijo en aquel momento que la mayoría de los miembros del PLD eran pequeños burgueses que se habían dado cuenta que en ese partido se escalaba políticamente, por lo que empezaron a formar grupos dentro de la organización, lo que provocó su total repudio y decisión de permanecer fuera de esta entidad durante cinco días.