ACUERDO
República Dominicana y República del Congo acuerdan relaciones diplomáticas
Fotografía publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores / Miguel Vargas junto a la embajadora congoleña Rosalie Kama Niamayoua / Twitter
República Dominicana y la República Democrática del Congo (RDC) acordaron este jueves el establecimiento de relaciones diplomáticas, informó la Ministerio de Exteriores del país latinoamericano.
El acuerdo fue suscrito por el canciller dominicano, Miguel Vargas, y la embajadora de la República del Congo en Cuba, Rosalie Kama-Niamayoua, señaló la Cancillería en un comunicado.
Esta es la novena nación africana con la que República Dominicana formaliza vínculos bilaterales durante la gestión del canciller Vargas, quien precisó que se ha enfocado en dinamizar la política exterior, procurando el acercamiento con países "con los que consideramos existe un gran potencial para desarrollar una relación que pueda redundar en beneficio de nuestros pueblos".
El alto funcionario dominicano expresó el propósito de forjar una relación entre los dos Estados basada en la confianza, entendimiento y respeto mutuo, que permita explorar las distintas áreas de cooperación "como las de comercio, inversiones, cultura y el deporte, entre otras".
En la ceremonia, efectuada en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex), Vargas aprovechó para agradecer al Gobierno del Congo su apoyo al ingreso de República Dominicana en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU).
"Tenga la certeza de que el Congo tiene un amigo y aliado en dicho Consejo", aseveró el canciller ante la representante congoleña.
El último Índice de Desarrollo Humano de la ONU correspondiente a 2018, sitúa a la RDC en uno de los lugares más bajos de la tabla, el 176 de un total de 189, con 0,457 puntos.
Es un indicador compuesto que se centra en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: la capacidad de tener una vida larga y saludable, que se mide por la esperanza de vida al nacer; la capacidad de adquirir conocimientos, que se mide por los años promedio de escolaridad y los años esperados de escolaridad; y la capacidad de lograr un nivel de vida digno, que se mide por el ingreso nacional bruto per cápita.