LA 75 ASAMBLEA GENERAL DE LA SIP EN MIAMI
Incrementa la lucha por la libertad de expresión
A pesar de no ser simples espectadores, sino protagonistas del periodismo arriesgado y de la búsqueda incesante de la noticia, sea como reportero o jefe de los reporteros, los pelos se le erizaron a mucha gente presente en la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Todos los años es lo mismo. Una larga lista de reportes de muertes y atropellos a la libertad de prensa inconcebibles en países que dicen ser democráticos y trabajar por el bienestar de su gente. Comunistas y no comunistas. Todos en el mismo saco.
Pero esta vez fue mucho más emotivo ver los videos sobre las represalias que persisten en países como Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Cuba y México, donde la intolerancia a la libre expresión y difusión del pensamiento se agota en su grado extremo.
Es que ya hace 75 años, tres cuartos de siglo, que la libertad de prensa estaba cohibida, con mordazas en la lengua. Nadie podía hablar ni decir nada en contra de los gobiernos dictatoriales de los años 20, 30, 40, 50 y 60.
¡Y cómo es que no se ha avanzado tanto! ¿Qué difícil tarea la de los delegados de la SIP de tumbar el razonamiento de las autoridades de la mayoría de los países de América, de que el pueblo tiene que glorificarle y “no quejarse tanto”.
Pues un razonamiento muy lógico dominó el escenario de esta Asamblea 2019, en la que se cifraron esperanzas de que haya alguna mejoría en las relaciones entre Estados y profesionales de la comunicación.
“Seguir trabajando hasta el final...”, es la consigna. Hasta que se consiga la igualdad en todos los países, en aspectos concernientes a la libertad de prensa.
La Sociedad Interamericana de Prensa acordó continuar desarrollando sus estrategias para un mejor entendimiento con el poder mediático, hasta que se le permita a los periodistas realizar su trabajo en pleno derecho de sus facultades de ser pensante y razonable.
¡Cómo es posible que el mundo no haya entendido que los periodistas son profesionales capaces de ver, oler, escuchar y sentir situaciones que se avecinan y que son destructivas para la genteÖ!
Y que por eso hablan mucho, escriben de todo, denuncian acciones que nadie imaginó jamás. Investigan hasta lo más mínimo de todo lo que les llama la atención, preguntan sin parar y cuestionan todo.
También critican fuertemente las acciones cuestionables, y hasta pueden hacer ir a la justicia o a la cárcel a quienes les haya fallado a la sociedad.
Es por ello que la celebración de esta 75ava Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa estuvo matizada por un fuerte pronunciamiento en contra de los atropellos a la libertad de prensa en algunos países de América que dicen ser democráticos.
Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Cuba y México aseguran que no poseen gobiernos dictatoriales, pero están entre los países con más violencia relacionada con la coerción a la libre expresión del pensamiento y a los derechos de libre tránsito y manifestación de preferencias políticas.
Pero lo más grave es que en países donde la libertad de prensa existe y ya parece haber sido un capítulo concluido el taparle la boca a todo el que se manifieste en contra de autoridades y, en algunos casos, contra operaciones ilícitas, aparezcan de vez en cuando raciones de censura y amenazas de medidas dictatoriales.
EN PUNTOS
LA SIP La Sociedad Interamericana de Prensa es una organización sin fines de lucro dedicada a defender la libertad de expresión y de prensa en toda América.
Sus principales objetivos son: 1. Defender la libertad de prensa.
2. Proteger los intereses de la prensa.
3. Defender dignidad, derechos y responsabilidad periodística.
4. Alentar las normas del oficio y conducta empresarial.
5. Promover las ideas que enriquezcan la profesión.
En el Primer Congreso Panamericano de Periodistas, celebrado en Washington D.C. en 1926, se recomendó la constitución de un organismo interamericano permanente de periodistas.
En 1942, en México, al siguiente Congreso Panamericano se decidió crear una Comisión Permanente.
En 1944 se crea el organismo con conferencias en Caracas, Bogotá y Quito aprobando su nombre, Estatutos y Reglamentos.
Al inicio fue una organización latinoamericana. En 1946 varios editores y directores fundaron un grupo en Estados Unidos.
El año 1950 las conferencias fueron auspiciadas y financiadas por los gobiernos anfitriones; los votos correspondían a cada país y muchos de los miembros no eran periodistas.
Pero en a partir de 1951 los delegados eran periodistas y asumieron las causas de la lucha y los costos con donaciones.