RECORRIDO

Sin agua y sin luz, así viven moradores de algunos sectores de la Capital

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Saulo Mota TelemínSanto Domingo, RD

Residentes de los sectores Simón Bolívar, Villa María y 24 de Abril, en el Distrito Nacional, manifestaron sus quejas por “el pésimo servicio” de energía eléctrica y de agua que reciben.

Durante un recorrido realizado por periodistas del LISTÍN DIARIO por esas localidades, se pudo constatar la ausencia de energía eléctrica, lo que según moradores, es un problema desde “hace años”.

“Nos prometieron 24 horas de luz y ni siquiera llegamos a seis, nunca tenemos más de 2 o 3 horas de luz corrida y si no la aprovechamos para hacer oficios tenemos que esperar al otro día o a la noche, si uno es dichoso”, expresó la señora Esperanza, quien ha vivido en el sector 24 de Abril por más de diez años.

De igual forma se expresó José Miguel Acevedo, residente en el mismo sector, quien dijo que aparte del poco tiempo que dura la luz, el horario de la misma es “irregular”, alternando entre madrugada, mañana, tarde y noche.

Acevedo también resaltó la dificultad de su comunidad para recibir el agua, debido a que llega con muy baja presión, lo que obliga a muchos incluso a “chupar por una manguera” para conseguirla. “El que no tiene bomba (de agua), no tiene agua”, asegura.

Otro de los sectores afectado por esas problemáticas es el Simón Bolívar, donde se vive una situación similar, donde la energía eléctrica es intermitente, según explica Aníbal.

Aseguró que ayer “prácticamente no hubo luz”, aunque aclara que con el agua lo que hacen es abastecerse bien los días que llega para no sufrir escasez.

Sin embargo, en Villa María reciben agua los lunes y viernes, y en el peor de los casos tienen acceso a una cisterna comunitaria, según Luis Perdomo.

A diferencia de los sectores anteriores, según Perdomo, la energía eléctrica es “buena y confiable”, aunque el pasado lunes experimentaron un apagón de más de 12 horas.

Costo extra

Los residentes de los sectores afectados se quejan de la poca energía que reciben, ya que no pueden comprar nada porque todo se le daña en la vecera, al asegurar que eso les genera un mayor gasto del poco presupuesto que ingresa a esos hogares.

“Hace dos días compré pescado y me lo tuve que comer de una vez, para no tener que botarlo después”, dijo Aníbal.