APLAZAN COERCIÓN
“Yo lloro de impotencia porque sé que soy inocente”, dice Octavio Dotel
Estos maniquís muestran las camisetas usadas por Dotel en las Grandes Ligas.
“Yo no lloro, yo lloro de impotencia, porque sé que soy inocente”, proclamó el expelotero de Grandes Ligas Octavio Dotel, previo a que el juez del juzgado de Atención Permanente aplazara para este miércoles la solicitud de medida coerción en su contra y de otros tres acusados de formar parte de la red que dirigía “César el abusador”.
A la salida del tribunal, ubicado en la segunda planta del Palacio de Justicia Ciudad Nueva y bajo media de seguridad, al ser preguntado por periodistas que si estaba llorando, se limitó a decir: “Yo no lloro, yo lloro de impotencia, porque sé que soy inocente”.
El tribunal aplazó para el miércoles a las 9:00 de la mañana el conocimiento de medidas de coerción además de Dotel a Obispo Lorenzo Feliz, Roberto José Cáceres y José Bernabé Quiterio, luego de que sus abogados solicitaran el aplazamiento para presentar presupuestos y porque el ministerio público también pidió presentar unos cds y otras pruebas que dijo que tenía.
Asimismo el juez aplazó para este jueves las 9 de la mañana el conocimiento de la medida de coerción de Manuel Sánchez Pérez y Yohani Paniagua Peña, quienes también están acusados de formar parte de la red de “César El Abusador”.
El juez tomó la decisión a fin de que su abogado, el doctor José Rafael Ariza presente presupuesto, que dice tener que justifican su puesta en libertad.
En tanto que para mañana miércoles, el tribunal tiene previsto conocer una solicitud de medida de coerción en contra de Edward Núñez, también vinculado a la red, cuya audiencia se había aplazado la pasada semana.
Las camisetas de Dotel frente al Palacio de Justicia
Mientras que la frente del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva fueron colocados diferentes maniquís con camisetas con los números que tenía en los equipos que Octavio Dotel jugó en las Grandes Ligas.
Un grupo de personas acudió darle apoyo, en su mayoría compueblanos en La Clavellina, provincia Bahoruco. Las personas alegaron que esos maniquís fueron colocados en reclamo de justicia para que el expelotero sea puesto en libertad.